Enamorándome De Mi Esposo.

-Te ves hermosa, mi cielo-- dice mi madre viéndome. Me estoy terminando de poner el vestido de novia, es un vestido sencillo, es en un tono azul muy claro, el corsé se adapta a mi cuerpo mientras que la falda cae hasta el suelo y lleva varias capas de tela, y en las mangas hay un tela clara  que deja mis hombros expuestos y cae hasta mis codos.

-¿De verdad lo crees?-- pregunto algo dudosa mirándome al espejo.

-Claro que sí, mi cielo- dice y se acerca a mí para luego acariciarme el cabello -Te ves maravillosa-- y me ayuda a colocar una corona de flores que es la tradición familiar cuando se casan las mujeres jóvenes de la familia por parte de mi madre.

-Gracias por ayudarme, mamá-- digo mientras me veo al espejo, espero verme tan bien como ella dice. Tal vez sea una boda real falsa, pero me quiero ver bien.

-¿Te sientes lista?-- pregunta mi madre ofreciéndome su mano.

-Sí, estoy lista-- digo y tomo su mano. Nos dirigimos hacia el jardín, y sí, mi boda será en el jardín de la casa de mis padres, siempre me ha gustado el jardín solo que no lo disfrutaba bien porque siempre había idiotas pisándolo.

Al llegar al jardín veo un arco hecho de flores y unos pocos invitados, son solo la familia más cercana y algunas amistades de mis padres, en realidad no hay nadie aquí que yo conozca tanto como para saludar. Mi padre me espera al principio del pequeño pasillo, al pie del arco de flores.

-Estás preciosa, mi amor-- dice con una sonrisa en su cara siempre seria, yo sonrío y engancho mi mano en su codo. Empezamos a caminar hacia el altar y logro verlo, alto y guapo, lleva un traje hecho a la medida, es de color negro con la camisa blanca, se ve bastante bien. En realidad Ambrose es un hombre bastante atractivo, es alto, piel algo bronceada, ojos azules, cuerpo esculpido, tiene una cejas gruesas y un cabello bonito que ahora está bien peinado. Lo había visto un par de veces, pero siempre iba con ropa normal, ahora se ve mucho más elegante con un porte serio, típico de un mafioso.

Al llegar al altar, mi padre toma mi mano y la coloca sobre la de Ambrose, él luce relajado y tiene una sonrisa leve en su cara.

-Te entrego a mi hija, mi más preciado tesoro, para que la ames y la protejas-- dice mi padre y yo lo miro sorprendida pero cambio mi expresión rápido. No pensé que iba a decir nada, está actuando bastante bien.

-No lo decepcionaré, señor-- responde Ambrose. Me mira y luego el oficiante empieza la ceremonía.

-Estamos hoy aquí reunidos para presenciar la voluntad de Dios y unir estas dos almas en sagrado matrimonio. Un matrimonio unido lleno de verdades y amor-- dice el oficiante. Ash, no pudo decir otra cosa, tenía que decir "verdades y amor" -Porque la confianza se basa en la comunicación de la verdad y la verdad es la clave de un matrimonio duradero-- agrega y yo termino de sentirme culpable. Miro a Ambrose y él luce normal como si esto no le afectara, tal vez no lo afecta porque está acostumbrado a las mentiras y todo eso.

-Ambrose Brown, ¿aceptas a Isabela Jones como tu legítima esposa?-- pregunta el oficiante a Ambrose.

-Acepto-- responde contundentemente. Santo Dios, esto ya es real, estoy a un paso de irme de esta casa, no hubo nada que arruinara el comienzo de mi plan.

-Isabella Jones, ¿aceptas a Ambrose Brown como tu legítimo esposo?-- me pregunta y yo miro a Ambrose quién me está sonriendo.

-Acepto-- respondo con una sonrisa que ni siquiera yo sé si es falsa o real. No sé cómo sentirme ahora mismo, lo único que quiero es por fin irme de aquí y ya mi plan está en fase de iniciación.

-Entonces los declaro marido y mujer-- dice el oficiante y coloca una mano en el hombro de Ambrose y otra en el mío, nos mira a cada uno y luego sonríe -Puedes besar a la novia-- agrega y Ambrose me mira y me atrae hacia él, luce algo nervioso, tal vez sea por la presencia de mi padre. Me mira por un segundo y luego nuestros labios se unen en un beso que me parece haber sentido una chispa recorrer mi cuerpo, el beso no dura más de unos segundos y solo fue un choque de labios.

Me le quedo viendo por unos segundos, solo me sonríe, ¿será que él sintió la misma chispa?

-Va a empezar la fiesta-- dice sacándome de mis pensamientos, yo parpadeo un par de veces y tomo la mano que me ofrece.

-Está bien, vamos-- respondo con una sonrisa y nos dirigimos hacia la otra parte del jardín donde hay un bar al aire libre y algunas mesas con las mismas personas, más bien es como una reunión, no una fiesta.

Ambrose y yo nos sentamos y conversamos con las demás personas, más bien el que habla es él, yo no tengo nada para decir.

Veo a todos riendo entre charlas, parecen felices, incluso mi padre está riendo con sus colegas, todos beben y disfrutan de la velada. Después de un rato mi padre se levanta y llama la atención de todos, golpeando su copa con un cubierto.

-Hoy estamos celebrando la boda de mi única y amada hija-- dice mi padre en tono alegre, está empezando a emborracharse, pero este comportamiento me parece inusual, pareciese como si en verdad estuviese feliz y celebrando que yo me casé -Y no puedo no estar completamente feliz por esto, espero que tengas un matrimonio feliz junto a Ambrose. Felicidades, ya eres parte de la familia-- agrega y levanta su copa para brindar. Todos hacen lo mismo salvo yo, yo solo miro el espectáculo y no puedo creer que hagan eso. No sé cuántos de aquí saben la verdad sobre esta boda falsa, así que tal vez sea una muy buena actuación o solo el efecto del alcohol.

-Iré a mi habitación-- le digo a Ambrose al oído para que me escuche solo él.

Pero no espero respuesta, solo me levanto y me voy. Al llegar a mi habitación, me quito el vestido de novia y me pongo un vestido en el mismo tono azul, pero este es sencillo y de tirantes, los tacones me los dejo puestos porque me encantan.

Miro mi equipaje y rectifico que no se me quede nada, aunque a decir verdad no llevo muchas cosas, solo lo necesario y pienso comprarme lo que me haga falta cuando esté en New York. Sonrío, otra vez la emoción se apodera de mí, no puedo creer que dentro de unas horas me iré a Estados Unidos.

Tomo mi teléfono y veo fotos y reseñas de la universidad de Columbia, me gusta, se ve bonita y amplia y tiene jardines verdes, podré hacer mis tareas tomando el sol o en la biblioteca. La universidad de Columbia también tiene dormitorio y residencias, pero no estoy familiarizada con eso, tendría que compartir habitación con otras personas, tal vez pueda hacer eso, pero no sé si Ambrose deje que yo me quede fuera de su casa, después de todo, mi padre dijo que estaré bajo su tutela y obviamente tengo que cuidarme. No muchas personas me conocen, tal vez pueda estar en paz allá, pero debería usar su apellido para presentarme...no lo sé, le preguntaré luego.

¡Toc! ¡Toc! ¡Toc!

-Mi amor, ¿puedo pasar?-- pregunta mi padre del otro lado de la puerta.

-Sí, papá, entra-- respondo y guardo mi teléfono.

Mi padre entra y se sienta en la cama junto a mí.

-Todo está listo-- dice mientras acaricia mi mano -Tengo algo para ti-- agrega y me entrega un sobre.

-¿Qué es?-- pregunto y empiezo a abrirlo.

-Son tus nuevos documentos, tienes tu identificación y pasaporte vigentes-- dice.

-Gracias, papá-- digo mientras los reviso, luego me levanto y voy por mi bolso y guardo mis documentos.

-Tu madre te espera en la sala, ya los invitados se han ido y quiere despedirte-- dice mi padre mientras se levanta.

-Está bien, iré enseguida-- respondo y tomo mi bolso y voy a tomar mi equipaje.

-Yo lo llevo-- dice mi padre, adelantándose a tomar el equipaje. Yo le sonrío y me dirijo a la sala principal de la casa, mi madre está sentada en uno de los sofás.

-Ya estoy lista, mamá-- digo al llegar y mi madre, que estaba mirando unas fotos en el álbum familiar, se levanta y me abraza enseguida.

-Te voy a extrañar mucho, mi cielo-- dice mi madre y oigo su voz quebrada, está llorando.

-Yo también te voy a extrañar mucho, mamá-- le digo y acaricio su espalda. Mi padre aparece en la sala con mi equipaje -Y a ti también, papá-- agrego y él se une al abrazo

-Los echaré mucho de menos.