Ella es alegre, divertida, atrevida, rebelde, y de un gran corazón, pero a los ojos del mundo está defectuosa. Él es guapo, adinerado, malcriado y caprichoso, es el más popular y codiciado por todas. ¿Qué pasará cuando se encuentren? Averigüémoslo juntos.
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Capítulo cuatro
En el interior del lugar, había bastante gente, en su mayoría hombres. Estaban sentados en bancos alrededor de un cuadrilátero improvisado. Cerca de la entrada había un escritorio que compartían dos hombres, uno era quien registraba a los peleadores y el otro recibía las apuestas.
Las chicas se acercaron.
_ ¿Peleas o apuestas? - preguntó uno de los hombres.
_ Peleo - dijo Rose. El hombre la miró de arriba abajo.
_ ¿Tú no eres mayor de edad? ¿verdad?
_ ¿Esto no es legal? ¿Verdad? - Retrucó la joven.
_ Touché - exclamó él hombre - ¿Cómo quieres llamarte?
_ Rose Savage. - el hombre hizo una mueca de aprobación.
_ Son $100, Rose Savage - la joven se los dio - son cinco más por tu compañera, es por el asiento.
_ Descuide, trajo su propio asiento - le enseñó un banquillo plegable que la muchacha traía en su bolsa. El hombre hizo un gesto desagradable y las dejó entrar.
Para su suerte, los encuentros estaban separados por sexo. Y solo eran dos encuentros por noche. Eran cuatro chicas, la ganadora de cada encuentro peleaban entre ellas por el premio.
_ A cambiarse y luego a calentar. No queremos lesiones - dijo alguien.
Las chicas que estaban con ellas, comenzaron a sacarse la ropa.
_ Rose no hay camerino - dijo Laurita preocupada.
_ Claro que no. No te preocupes. Vine preparada. - se sacó la chaqueta y el pantalón deportivo. Se quedó con el sostén deportivo y unos pantalocillos - Listo, ayúdame con las vendas.
Un rato después, llegó el turno de las mujeres. Las primeras en pelear fueron una cubana que hacía llamar "La leona" y una tal "Valquiria".
Las chicas observaban la pelea desde un rincón. Rose estudiaba los movimientos de cada una de ellas.
_ Esa Valquiria, sí que pega - dijo Laurita, mordiéndose las uñas - ten cuidado con su izquierda Rose. Seguro ganará ella. Para mí, que es profesional.
_ Eso parece - contestó Rose, concentrada.
Momentos después, la declaraban ganadora a Valquiria. Cuando esta bajó del cuadrilátero. Pasó junto a Rose.
_ Ya quiero ver que tan salvaje eres - le dijo al pasar a su lado - Pig Savage - se carcajeó.
La muchacha ni se inmutó estaba tan acostumbrada a ese tipo de comentarios que ya era inmune.
Le llegó el turno a Rose, le tocó pelear con una chica de Chiapas, llamada "La pantera". Aunque su contrincante era buena. Afortunadamente, no más que ella. Rose salió vencedora, así que tendría que pelear con Valquiria.
La mujer se veía en muy buena forma, y al parecer Rose no le caía muy bien. Llegó la hora de la pelea. Subieron al cuadrilátero, el árbitro les dijo las reglas y dio inicio a la pelea.
La mujer no tardó en lanzarle gancho izquierdo, pero Rose lo bloqueó.
Durante la pelea con la anterior contrincante, esta notó que se protegía su torso del lado derecho, así contraatacó con una patada media y varios golpes de brazo en ese lado. La mujer golpeaba muy duro, pero Rose era muy rápida.
Valquiria era una oponente excepcional logró atinarle varios golpes que la aturdieron. Cuando llegó el descanso Laurita se acercó le dio un poco de agua, limpio el sudor y la sangre que salía de un rasguño en el brazo.
_ ¿Segura que estás bien?
_ Sí, no te preocupes, Lían me golpea más fuerte cuando practicamos.
_ Sí, pero él no te deja marcas. Tu padre nos matará.
_ Laura enfócate - la regañó.
_ Tienes razón. Te diste cuenta de que se protege el lado derecho, pero también tiene problemas con su pierna. Cuando hace el cambio de guardia le cuesta estabilizarse. Golpea sus piernas. La campana tocó y Rose volvió a la pelea.
La muchacha obedeció a su amiga y aunque la pelea estuvo muy reñida, en la cuarta ronda Rose ganaba la pelea.
Laura gritaba y aplaudía eufórica desde una esquina. Al igual que los dos únicos tipos que habían apostado por ella.
Cuando todo termino las chicas fueron a buscar su paga.
_ ¿Cómo que solo me darás treinta mil? El premio decía sesenta mil - gritó molesta.
_ Es usted un ladrón - espetó Laura.
Al lado, el hombre que había ganado también discutía, reclamando su paga.
Tras unos minutos de discusión.
_ Lo toman o lo dejan - dijo el desvergonzado hombre. Las chicas no tuvieron más remedio que aceptar, tomaron el dinero y salieron del lugar. Tras ella sacaban a empujones al joven de antes.
_ ¡Malditos ladrones! - el joven, furioso, pateó la puerta una y otra vez. Era un chico muy bien parecido, de rasgos algo asiáticos, pero con el característico tono de piel de un latino hecho bajo el sol. Miró a las chicas.
_ Lo siento, no soy un violento - se dio cuenta de que Laura lo miraba un poco asustada. Se acercó extendiendo su puño - Me llamo Jason Giménez, me dicen "El dragón Giménez".
_ Sí, he oído de ti, muy buena pelea. Ella es mi amiga Laura - la muchacha lo saludó con timidez - Yo soy Rose
_ Rose Savage, Tú también peleaste muy bien - le sonrió - Yo te conozco, eres hija, de Bruno Aston. Mi padre y el tuyo practicaban juntos.
_ Oh, por favor. No se lo comentes o tal vez se lo diga a mi papá. Él no sabe que hago esto, me mataría.
_ No se lo diré. Está muerto.
_ Oh, lo siento.
_ No te preocupes, fue hace mucho tiempo.
_ Chicos, miren allí. Creo que están golpeando a alguien.
En el callejón al costado de la disco, un grupo de jóvenes golpeaban salvajemente a otros dos muchachos. Rose y Jason se miraron y corrieron a ayudarlos.
Gracias por los capítulos autora