LOS HILOS DEL DESTINO

Se preguntaba ¿por qué Peter le había hecho eso?, muchas veces viajaba al año, ella no lo acompañaba porque también trabajaba, en ese lugar es donde pasaba la mayor parte de sus viajes, lo cual la llevo a pensar que tal vez, lo de esa chica no era algo repentino, a lo mejor llevaba tiempo teniendo algo con ella, a veces le marcaba y él no le respondía de inmediato porque le decía que había tenido mucho trabajo y había dejado en silencio el celular y no lo escuchaba, o que tuvo una reunión hasta muy tarde, todo la estaba haciendo dudar de su prometido, tal vez siempre tuvo otra, pero ella nunca lo noto y como ella le había asegurado que no iría a acompañarlo, seguramente le cambio los planes y la chica se había enojado con él, a lo mejor invito a la otra chica a acompañarlo y al estar ella ahí, su manera de compensarla y disculparse fue llevándola a su suite a pasar un polvo con ella.

Pasaban tantas ideas por su cabeza, que sentía que estallaría, era como si con cada cosa, su cabeza se inflará con cada pensamiento más como un globo y estaba por reventar, su mente se rehusaba a dejar de pensar en ello, su corazón dolía, lloro y lloró, era tan grande su dolor, su celular estaba a su lado, ni una sola llamada o mensaje de él tenía, ya habían pasado varias horas desde que lo encontró en esa cama. Tan bien la estaba pasando que no le importo verla alejarse después de descubrirlo, ni siquiera una muestra de querer justificarse, eso solo le mostraba cuan poco valía, ella para él.

Estaba muy decepcionada de Peter, incluso llego a pensar que quería terminar con ella porque no la quería ya y fue la manera de hacerla alejarse de él, para no tener que pedirle él que lo dejará, después de que empezó a temblar al percatarse que estaba muy fría el agua, salió de la tina y se cubrió, se acostó con todo y bata sobre la cama donde siguió llorando hasta quedar dormida.

Peter era un hombre muy trabajador, fuerte, guapo, responsable, muy elegante, aparentaba ser hombre de una sola mujer, pero estaba claro para ella que no todo era cierto, era un infiel, un hombre que no merecía que ella siguiera sufriendo por él.

Despertó sudando, en su sueño lo veía reírse de ella mientras tenía entre sus brazos a esa chica, no la pudo ver bien, su cabello estaba desparramado sobre su cara y cuando la volteo menos podía ver su cara, solo podía ver que era una joven blanca de cabello oscuro, largo, delgada de buen cuerpo, en su sueño, frente a ella estaba la chica vestida de novia al lado derecho de él, del otro lado tenía una joven morena de labios carnosos también vestida de novia, ambas burlándose diciéndole que nunca sería solo de ella, que ella no era la única esposa, que serían varias las esposas con las que debían compartirlo, porque era mucho para ella sola.

Ariadna se metió a bañar para quitarse el sudor y lavar la cara llena de lágrimas, ya que se sentía pegajosa, se prometió que nunca compartiría su esposo con otra, que él no era digno de ella y su compromiso se terminaría, si Peter no era capaz de serle fiel, no se casaría con él, lo amaba, pero se amaba más a ella misma y no aceptaría esa situación, por lo que decidió no regresar a casa y darse unas vacaciones, no quería verlo ni enfrentarse a sus familiares que no estarían de acuerdo de romper el compromiso. Se comunicó con su padre y le contó lo sucedido, este se indignó, como era posible que el hombre que le pidió la mano de su hija y que parecía tan decente, resultará ser una persona así. Apoyo a su hija en su decisión y él se encargaría de hacer los trámites para cancelar los preparativos y el compromiso con Peter.

Ariadna trabajaba en la empresa familiar, donde ella y su madre estaban en el área de diseño de ropa, Ariadna era una de las diseñadoras principales, por lo cual no podía abandonar su trabajo por mucho tiempo, pero tenía la ventaja que podía trabajar desde casa, ella seguiría diseñando y enviando sus diseños a través de correos electrónicos, por medio de archivos encriptados para evitar que les robaran la información o se perdiera, cuando se requiriera, harían videoconferencia para ver los detalles de los diseños y cuando se llegará a necesitar y no hubiera de otra viajaría a su hogar para asistir a la reunión, pero estaría el menor tiempo posible, si quería ayudar a su corazón a olvidarlo, lo mejor era alejarse.

EN EL HOTEL AL DESPERTAR

Ada al despertar sintió un fuerte dolor de cabeza y cuerpo, empezó a escuchar un sonido que la hizo asustar, trato de recordar que había pasado al ver que no era su cuarto donde estaba, se volteó temerosa a ver al otro lado de la cama, vio a un hombre que estaba boca abajo dormido, alzo la sabana para ver su cuerpo y se espantó al verse desnuda, por la luz que se filtraba por la ventana vio que era de día, se levantó y tomo su ropa lo más rápido que pudo tratando de no despertar al hombre a su lado, sentía como si su parte íntima se rasgará cada que se movía, le dolía todo, lo volteo a ver por última vez antes de salir, tenía miedo que se despertará, no sabía cómo había ido a dar ahí, con él y menos quería saber qué pasaría si ese hombre despertaba y no quisiera dejarla ir.

Salió de inmediato del hotel caminando lo más rápido que su cuerpo le permitió, la gente a su alrededor la veía y ella sentía esa sensación como si la señalaran, agacho su cabeza dejando caer parte de su cabello sobre el rostro para que no la identificarán del todo, camino más rápido aguantando el dolor que sentía en su cuerpo, sobre todo en su parte inferior y caderas, tomo un taxi del cual salían unas personas que acaban de llegar, para fortuna de ella no tuvo que caminar mucho para tomar uno.

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