el llamado la bestia por ser todo menos una persona con corazón, pero toda bestia le llega su bella,
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capítulo 4
Salgo del supermercado, tomo mis bolsas y decido caminar un poco mientras me relaciono con las calles, pero me siento perdida, me encuentro un oficial de policía muy bello, tiene un cuerpo muy fuerte, decido preguntarle por la dirección de la mansión, para no perderme nuevamente.
buenos días señor oficial.
buenos días señorita en que puedo servirle,
sería tan amable de explicarme esta dirección, por favor, ( yo le muestro la dirección que Fabio me dio en un papel ).
el sonríe de lado, me mira a los ojos, y me dice.
¿no eres de aquí verdad?.
no señor,
bueno debes tener cuidado, sobre todo por qué andas sola, y eres una mujer muy hermosa, yo sonrió y agachó mi rostro, porque me he sonrojado, con lo que me dijo.
pero no te preocupes, estás un poco retirada si quieres puedes tomar un taxi y el te llevará asta la dirección, o yo te puedo a acompañar, si gustas, prefiero que el me acompañe, a demás no creo que sea mala persona, y tampoco eh sentido eso que me dijo la señora Clara que podía sentir si alguien era malo, así que confiaré en el, y dejaré que me acompañe asta la casa, ya que no quiero perderme mas.
bueno, está bien, ¿ pero está muy lejos ?.
está como a unas 8 cuadras, por aquí derecho, señala con su mano, toda esta calle te lleva hasta la dirección sin doblar a ninguna parte.
muchas gracias, el oficial me ayuda con mis compras, y empezamos a conversar, me cuenta que el entro a trabajar en la estación, hace dos años, también me dice, que de casualidad estaba estaba haciendo unas vueltas cerca, y pude encontrarme con el.
el empieza a preguntarme, que, que hago aquí, que si tengo novio, amigos o esposo, a lo que yo solo me río, por qué sus preguntas me dan risa, puesto que se ha puesto nervioso.
no, no tengo novio, ni esposo, ni amigos,
ah bueno entonces tú y yo podemos ser amigos, y si quieres hasta algo más.
yo solo le digo que no me interesa tener nada con nadie por ahora, pero que su amistad si la acepto, el saca una tarjeta y me la entrega.
este es mi número de teléfono, si necesitas ayuda con algo o te vuelves a perder, me puedes llamar, y yo te puedo ayudar, yo sonrió y muevo mi cabeza en señal de negación, el me dice.
hemos llegado, al ver la mansión se impresiona y da un gran silbido,
vaya que vives en una gran mansión
está, no es mi casa, solo trabajo aqui.
oh bueno, no importa por qué vives aquí, o me equivoco.
pues no te equivocas, pero solo hasta que termine mi trabajo, bueno te dejo, debo de entrar.
fue un gusto conocerte, Ángela.
igualmente mateo, fue un placer platicar contigo, y gracias por acompañarme,
el placer fue todo mío.
el se va y yo toco el aparatito, que Fabio me dijo que tocará, de repente el portón se abre dándome acceso a la entrada, entro y me dirijo asta la cocina, tengo tanta hambre que no que no desempaco nada, solo saco unas pastas y las pongo a fuego alto saco los tomates, la cebolla, el queso, la carne, y los demás ingrediente, empiezo a preparar unas pastas ala boloñesa y me preparo una limonada, cuando está todo listo lo a cómodo en la barra que está en la cocina, acomodo mi silla, y cuando estoy por dar el primer mordisco a mi desayuno almuerzo, escucho que me gritan.
quien carajos eres tú, y que haces en mi casa, me asusto por qué no puedo ver a la persona que me está gritando por qué estoy de espalda, escucho pasos acercase hasta mi, y empiezo a temblar como una gelatina por qué no se quien es, y que pueda hacerme, de repente siento que alguien me toma del brazo y me levanta bruscamente de mi asiento, por la fuerza ejercida al levantarme de la silla tropiezo y caigo sobre el pecho del hombre que me está gritando, siento mi corazón latir rápidamente, de repente soy empujada por unas fuertes manos que me tiran asta al piso.
Ashhh.
deja de hacerte la víctima que no te eh hecho nada, y ahora dime quién eres y que haces en mi casa, con permiso de quién entraste, y estás comiendo mi comida en mi cocina.
me levanto del piso, tomo aire y seco las lágrimas que se me habían escapado de los ojos.
primero que todo buenas tardes, el queda, como congelado en el momento, pero a los segundo reacciona, y me mira como si me hubieran salido dos cabezas.
que buenas tardes ni que nada, ahora mismo me vas a decir quien carajos eres tú mocosa, y quien te crees que eres para estar aqui en mi casa.
primero que todo mi nombre es, Ángela y no mocosa, mucho gusto señor Sebastián, y segundo, contestando su pregunta, ¿ que hago aquí ? ¿ quien me creo ? ¿ y por qué estoy comiéndome su comida. ? déjeme decirle que, su madre me trajo, para trabajar aquí, quien me creo no señor, no me creo nadie, soy, y le digo soy por qué, no tengo que creerme alguien que no soy, y soy lo que está viendo aquí, una mujer humilde, sencilla, trabajadora, honrada, pero sobre todo respetuosa y de la misma forma pido que se me respete, sobre su comida, déjeme decirle que no me eh comido nada que sea suyo, esto que me estoy comiendo lo compre yo con mi dinero, por si no lo sabe su nevera está vacía, y para tener una casa grandísima y tanto dinero, no tiene, nada de alimento en ella, así que yo salí y compre algo de comida, no fue mucho por que aquí en este barrio todo es muy caro. pero con lo que tenía me alcanzó, así que disculpe usted, pero no entiendo la forma en que me está tratando, parece que su mamá no le enseño modales.
al verlo así tan callado me permito detallarlo más, y vaya que no había visto un hombre más guapo, y más varonil que el, tiene unos ojos tan hermosos son como un color gris cielo, tiene un cuerpazo que se ve que lo trabaja mucho, pero todo eso se le cae al salir su humor de perro con mal de rabias, al parecer el ah quedado mudo con todo lo que le eh dicho.
mateo el ( oficial )
sebastian