Fiorella es una adolecente italiana de 17 años, qué es víctima de la trata de blancas, ella es raptada de Italia y llevada a Rusia, pará ser prostituida, en un club con atención sexual a hombres ricos, mafiosos, policías corruptos y empresarios poderosos.
Esté club nocturno pertenece a Vladimir Kuznetsov, un hombre despreciable que sé dedica a raptar y prostituir a mujeres, pero en particular a muchachas jóvenes.
Y es en ése lugar dónde ella conocerá a Burian, un mafioso ruso, qué al verla queda enloquecido por ella.
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CAPÍTULO 4
TÍTULO:DESEOS.
BURIAN.
Las chicas llegaron a la mesa y en cuanto vi a la mía, jale su brazo y la senté sobre mis piernas, su cuerpo temblaba, la pequeña loba tiene miedo.
Le dije unas palabras para ayudarla a calmarse, no tiene qué tener miedo de mí, sólo tiene qué relajarse y disfrutar.
Las otras chicas también llegaron y mis hombres eligieron una cada uno.
Son chicas muy bonitas, podrían despertar al deseo incontrolable en cualquier hombre.
A marcos mí mano derecha, le di dos de las chicas vírgenes, él sé lo ganó, además es la persona en la que más confió, y merece pasar la mejor noche de su vida.
BURIAN--- pequeña loba, dime cuál era tu nombre, no lo recuerdo--- dije levantando su traje de mucama traviesa y acaricié sus piernas hasta llegar a su zona íntima.
Ella sé puso blanca cómo un muerto, pero fue una buena loba, sé mantuvo sentada en mis piernas y con su mano dentro de mí sacó acariciaba mí pecho sobre la tela de la camisa, y al sentir su tacto iba entrando en calor, no va a pasar mucho tiempo para qué la llevé a la habitación y la haga mía.
Fiorella-- mí nombre no importa señor.--- le dije después de oír su pregunta, y besé su cuello, sonya nos dio clases y explicó todo lo qué deberíamos hacer, pero sí no fuera por mis padres me cortaría el cuello para morir rápido, todo esto es demasiado asqueroso.
Vladimir--- ¿cómo la están pasando?
¿ las nuevas lobas se portan bien ?
MARCOS--- sí, son buenas cachorras.
Y sí me disculpan me las llevo a la habitación, ya deseo qué me devoren.
BURIAN--- ve son todas tuyas, goza de ellas y de la noche.
Vladimir--- por supuesto ve, sonya dejó habitaciones VIP para ustedes, la tuya es la veinticinco y es una suite.
MARCOS--- entonces no pierdo más tiempo.
Pero antes quiero ver algo excitante.
Tais, Magdalena consuman una línea de cocaína, eso va hacer qué sé relajen.
Vladimir--- háganlo, ustedes también.
Fiorella--- pero.....
pero no es necesario.
Vladimir--- qué lo hagan, recuerden que no les conviene portarse mal, sean buenas lobitas y obedezcan.
BURIAN.
Después de una hora de beber y consumir, Marcos y sus chicas sé fueron, luego 3 más de mis hombres, y sólo quedamos serguei, nuestras lobas y yo.
A Marcos le cedi a la brasileña y también a la estadounidense, y me dejé a la italiana, desde qué Miya me abandonó me concentré sólo en negocios y dejé mí vida privada de un lado, sólo deseaba el cuerpo de ella, la mujer qué amaba, pero está chica volvió a despertar mis deseos.
BURIAN--- ven conmigo hermosa, llegó la hora. -- le digo y la levanto de mis piernas y me pongo de pie.
Fiorella--- s.... s.....sí señor.
BURIAN--- no tengas miedo de mí, sólo disfruta. --- le dije y rodeé su cintura y caminamos hacia la habitación.
FIORELLA.
Después de estar en la mesa con esos malditos hombres llegó Vladimir, nos obligó a consumir drogas y alcohol, cuando inhale ése desconocido polvo blanco, sentí cómo entraba por mis fosas nasales y recorría todas mis arterias y llegaba directo a mi cerebro, fue una sensación extraña y horrible, pero cómo dijo Vladimir mí cuerpo involuntariamente sé relajó un poco.
Seguimos bebiendo, sonya nos vigilaba de cerca, las chicas sé fueron hasta qué sólo quedamos 4 personas.
Pero pronto llegó mí turno, y tuve qué ir a la habitación con el tipo que estaba conmigo.
Él me llevó a la habitación abrazada a él, tuve muchas ganas de golpearlo y salir corriendo, pero si lo hacía Vladimir iría detrás de mis padres para hacerles daño.
No me quedó de otra qué apretar los puños y adentrarme a la habitación qué sería mí deshonra, en la cuál perdería lo más preciado qué poseo, la pureza qué tanto guarde para él chico qué amo, pero qué ahora voy a perder con un extraño, y mucho más mayor qué yo.