Mundo omegaverse
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Capítulo 24
Cuando salieron de la cafetería ya estaba anocheciendo, Dante pidió que pusieran los postres para llevar y los subió al coche.
Por lo general el coche en el que se transportaba Dante diariamente era conducido por un chófer o el Secretario Ricci, pero esta vez era un coche diferente y él mismo lo conducía.
Dante abrió la puerta de copiloto para Gael, ya que el asiento de atrás estaba ocupado con las bolsas, viendo las bolsas, Gael pensó que era demasiado.
"Adelante por favor"
"... Gracias"
Esta era la primera vez que subía a solas en el coche con Dante, y aunque estaba un poco nervioso, por alguna razón sabía que él no le haría daño.
El coche avanzó por la carretera en silencio.
"¿Te gusta algún tipo de música en especial?"
Gael se sobresaltó por la repentina voz, Dante lo miró y sonrió.
"Lo siento, ¿te asusté?"
"... No, solo me sorprendí un poco", Gael respondió un poco avergonzado.
"¿Te gustaría escuchar algo de música?"
Recordando la pregunta que Dante hizo hace un momento, Gael asintió.
"Sí, está bien... me gusta la música retro"
"¡Oh! ¿Música de los 80 y 90?"
Gael asintió, de niño no tenía una radio y menos una televisión, su tía y Jerson siempre miraban programas de espectáculos y no lo dejaban acercarse, cuando conoció al dueño de la tienda que trabajaba unas calles más abajo de su casa fue cuando conoció la música retro porque él la escuchaba siempre y a Gael también empezó a gustarle.
Dante puso la música y el interior del coche se llenó de un ambiente relajado.
Mirando a Gael que estaba más cómodo, Dante estaba feliz, además ahora sabía algo más sobre él.
"Espero que no te moleste que te hable de manera informal"
"No, está bien"
Aunque al principio Gael se sintió extraño, realmente no era un gran problema.
"Entonces, ¿está bien que te llame por tu nombre?"
Eso era diferente, ya se había acostumbrado a escucharlo llamarlo Señor Pierce, además a diferencia de otras personas, Dante era alguien para quien estaba trabajando.
Al verlo dudar en responder, Dante tuvo una idea en lo que Gael estaba pensando.
"¿Te sentirías incómodo?"
"... Es diferente porque..."
"¿Qué te parece en privado?"
"¿En privado?", Gael lo miró con confusión.
"Cuando estemos solos los dos"
El semáforo cambió a rojo y el coche se detuvo, Dante miró a Gael y se encontró con sus ojos, una sonrisa se extendió en los labios de Dante, Gael apartó la mirada avergonzado con las orejas un poco rojas.
...****************...
El coche se detuvo frente al edificio donde vivía Gael, Dante salió rápidamente y abrió la puerta para él.
"... Gracias"
También sacó las bolsas de postres, Gael notó lo que trataba de hacer y trató de detenerlo.
"Espere Señor Marchetti, no puedo tomar todo eso"
"Son tuyos, así que debes llevártelos"
"Pero es demasiado"
Además eran postres caros y Gael no quería echarlos a perder.
"No te preocupes, puedes compartirlo con un amigo, pero quédate con la mayoría, ¿de acuerdo?"
"… Pero"
Viendo que Dante era insistente, Gael aceptó, quiso tomar las bolsas, pero Dante se dirigió hacia la entrada del edificio sosteniendo las bolsas.
"Señor Marchetti, yo puedo llevarlas" Gael dijo apresuradamente.
"No hay problema"
Las personas que caminaban por la calle miraron con curiosidad, un Alfa de buen aspecto sosteniendo unas bolsas en un barrio como este, llamaba la atención, para no levantar más la curiosidad de las personas, Gael lo siguió en silencio.
En media calle Dante se detuvo, bajó las bolsas y empezó a quitarse el saco de su traje, las personas que pasaban se detuvieron sorprendidos por tal acto. Gael también se sorprendió, Dante se dio la vuelta, caminó hacia Gael y lo cubrió con su saco.
"¿Vamos?"
Tomó las bolsas y siguió su camino, Gael entró casi corriendo por la puerta ocultando su vergüenza de la gente que lo miraba sonriendo.
Subieron las escaleras juntos, el edificio se rentaba mayormente a omegas y a algunos betas, aunque Gael solía ver algunas veces a unos cuantos omegas llevar a Alfas a sus habitaciones no decía nada, pero ahora él se sentía avergonzado y preocupado.
Cuando llegaron a la puerta, Gael se detuvo y le agradeció por acompañarlo.
"¿Podrás meter las bolsas?"
"Si"
Gael se quedó de pie frente a la puerta, le daba pena abrir la puerta y que Dante viera el interior que parecía más un cuarto que un departamento, Dante dejó las bolsas en el piso y no quiso incomodarlo más.
"Gracias por acompañarme hoy"
"Gracias a usted"
No tenía planeado esta reunión hoy, pero aunque no quería admitirlo, Gael se sintió cómodo al lado de Dante. No tenía una buena impresión de los Alfas, pero Dante era diferente, recordó la primera vez que lo vio y quería disculparse.
"Quería pedirle disculpas por salir corriendo la primera vez que lo vi"
Dante aún recordaba esa primera vez que lo vio y lo cautivó desde ese día.
"No te preocupes, fui muy imprudente ese día, era de esperarse que te asustaras cuando alguien se acerca de esa manera, más bien seria yo el que debería disculparse"
Ese día Dante tomó sus manos y le dijo algunas palabras en italiano, Gael recordó sus palabras y su rostro se puso rojo, él entendió lo que le dijo ese día.
"Espero que podamos repetir este día"
Con una hermosa sonrisa, Dante se acercó un poco a Gael, Gael levantó la vista y miró sus lindos ojos verdes, el pasillo se quedó en silencio solo con las dos personas de pie.
"No creo que pueda comer más postres"
La voz de Gael resonó suavemente, Dante sonrió alegremente y una dulce carcajada vino después.
"Entonces probemos cosas diferentes, hay muchos lugares a los que podemos ir"
Gael no esperaba que Dante dijera eso, y antes de poder decir algo, Dante se despidió.
"Buona notte, Gael"
Dante se alejó por el pasillo y antes de desaparecer de la vista de Gael, se dio la vuelta y lo despidió con la mano.
Gael se quedó mirando el pasillo y solo después de un momento reaccionó.
"Buenas noches"
...****************...
La tienda estaba animada por la mañana, todos los empleados sostenían una pequeña caja con un delicioso postre dentro, algunos no pudieron resistirse y se lo comieron de inmediato, otros decidieron guardarlo para la hora del almuerzo. Hoy la persona llena de agradecimientos era Gael.
Karen tenía un pastel de chocolate que era su favorito, pero su atención estaba en Gael.
"Gracias Gael, pero..."
Lo miró con sospecha, estaba agradecida, pero le daba curiosidad de donde había sacado estos deliciosos postres, solo esperaba que Gael no se haya metido en nada malo o haya pedido prestado de esos sucios prestamistas solo para comprar postres, porque eran de una tienda cara.
"No me mires así, no hice nada malo"
"No quiero cuestionarte, pero ¿de dónde sacaste todo esto?, no me malinterpretes, pero sé que tu situación no es muy buena y estoy preocupada"
Gael dudó si contarle a Karen la verdad, sabía que era de confianza, pero si se emocionaba mucho terminaría diciendo algo. Pero, quería hablar con alguien.
"... Alguien me lo dio"
Y efectivamente, Karen dijo casi gritando.
"¡¿QUIÉN?!"
Gael miró al rededor por si alguien habría escuchado.
"Baja la voz"
"Está bien, está bien, pero cuéntame más", Karen bajó su tono de voz, pero seguía emocionada.
"¿Es algún pretendiente?"
Pretendiente, Gael se sonrojó y las sospechas de Karen se hicieron más probables, conocía a Gael, sabía de su miedo, pero tenía la esperanza de que Gael se diera la oportunidad de conocer a alguien y poder superar ese miedo.
"¿Es así? "
Queriendo confirmar su suposición, volvió a preguntar. Gael recordó las palabras de Dante, no tenía experiencia en estos temas porque nunca antes nadie se había acercado con esas intenciones.
"No lo sé... tal vez"
Karen se cubrió la boca con ambas manos ahogando el grito que quería salir.
"Dime quien es, ¿es alguien que conozco?"
Gael asintió, de hecho todos los empleados lo conocían.
Esta vez Karen se mordió la lengua para no gritar, viendo así a Gael, ella estaba muy feliz, se acercó a Gael y le dio un fuerte abrazo.
"Me alegro mucho por ti, si sientes que es bueno, adelante, si tienes alguna duda puedes preguntarme cualquier cosa, ¿de acuerdo?"
"Si"
Soltando su abrazo, Karen lo miró a los ojos.
"Pero lo más importante es que también tiene que gustarte y debes estar seguro de que a esa persona también le gustes, date todo el tiempo que necesites para conocerlo bien"
"Si"
"Estoy tan feliz por ti, cuando te sientas listo cuéntame todo y presentámelo"
"Bien"
Con una sonrisa, Gael asintió. Permiteme conocerte y conoceme también, recordando las palabras de Dante, Gael decidió intentarlo, pero antes tenía un problema que solucionar.