La novela trata de la vida de Rouse y Henry, él es profesor de la universidad de letras y ella su alumna, ambos se embarcan en un romance prohibido. Él le enseña un nuevo mundo de morbo y pasión, cumpliendo todas sus fantasías, pero no todo siempre es color de rosa. El padre de Henry y su ex se unirán para cambiarlo todo por un propósito egoísta.
Traiciones, engaños, malentendidos y más tendrán que vivir y decidir si vale la pena seguir juntos o no.
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Capítulo 24
Al otro día, Rouse llega temprano a la universidad para estudiar un poco en la biblioteca de allí. Estaba tranquila leyendo unos textos cuando Morgana entra en la biblioteca con un porte elegante.
A Rouse le hervía la sangre estar cerca de esa mujer, pero no podía decir nada o se delataria sola sobre su relación con su profesor, por lo que se mordió la lengua.
Morgana se hacía la distraída, como buscando a alguien o algo, cuando fijo su mirada en Rouse y se dirigió a ella con paso seguro.
-Disculpa que te moleste, pero ¿vos la alumna de Henry no? - preguntó con una hermosa sonrisa, haciéndose la despistada.
Rouse asintió, dudosa de sus intenciones
-¡Oh que alegría! pero creo que he llegado muy temprano, supongo que todavía se debe estar recuperado - rió falsamente soltando el anzuelo
-¿Recuperándose de que? ¿le sucedió algo? - preguntó preocupada Rouse, cayendo en la trampa
-De mí - volvió a reír - ya sabes que es mí prometido, y anoche por fin afianzamos nuestro vínculo, ya sabes como son los hombres cariño, no suelen esperar a la boda y Henry no es la excepción - le hablaba de forma amigable Morgana
Rouse comenzó a palidecer más y más, no podía creer lo que escuchaba, no podía ser cierto, él no le haría eso a ella, ¿o si?
Morgana al notar que había causado la reacción deseada sonrió.
-¡Oh lo siento cariño! no debí decir esas cosas, después de todo vos sos su alumna y él tu profesor, seguro te debe ser incómodo saber de estas cosas, es solo que me agradas y lo dije de mujer a mujer, se me olvido por completo, discúlpame - fingió pena Morgana - Bueno, supongo que no vendrá a tiempo, si lo ves antes que yo, mándale saludos de mi parte y si no es mucho problema, dile que mís padres organizaron una cena familiar, bueno me despido, adiós cariño.
Y así como entro, salió.
Rouse comenzó a hundirse en su asiento, sin poder evitarlo, las lágrimas comenzaron a salir como cataratas, no podía creerlo... simplemente no podía.
Entonces todo ese tiempo el había estado jugando con ella mientras planificaba su futuro a su prometida, y ella ingenuamente le había creído, pero sólo fue la otra, la amante.
Estuvo un buen rato ahí, hundiéndose en su desgracia cuando sintió un toque en su hombro que la sacó de su burbuja. Al volverse se encontró con Víctor, que la miraba fijamente, se podía leer la preocupación en su rostro.
-Rouse ¿que sucede, te paso algo? - preguntó él angustiado
Rouse al ver una cara familiar saltó de su lugar y lo abrazó del cuello, hundiendo su cara en su pecho comenzó a llorar sin parar, soltando todo su dolor en ese abrazo. Víctor sin entender nada la abrazó fuertemente en respuesta, era lo único que podía hacer en ese momento.
-Rouse, ¿que puedo hacer?
-Por favor, llévame a casa - respondió ella hipando con la nariz roja
Cuando estaban saliendo de la universidad, se encontraron con Lexy y Cris que venían llegando, al verlos, ambos se acercaron corriendo sumamente preocupados.
-¿Que pasó Rouse, alguien te hizo algo? - preguntó Lexy abrazandola y mirando amenazadoramente a todos lados
-Solo la encontré así, en la biblioteca- intervino Víctor angustiado
-Quiero ir a casa - repitió Rouse desolada
Sin decir una palabra más, los chicos la llevaron a la casa, donde ella les explicó lo sucedido, no había problema ya que todos los allí presentes estaban al tanto de su relación con Henry.
Por un momento hubo un tenso silencio en el lugar, nadie se atrevía a decir nada pero todos estaban igualmente indignados.
-Le voy a cortar las pelotas y luego se las haré comer - exclamó Lexy, sus fosas nasales aleteaban de la ira
-Yo lo sostengo - se sumó Cris molesto
-Chicos, yo también estoy molesto pero me parece que están siendo irracionales- comentó preocupado por ellos y sus repercusiones
-Víctor tiene razón, simplemente no vale la pena hacer eso - afirmo Rouse
-¿Que pensás hacer ahora? después de todo es nuestro profesor y vas a tener que verlo siempre - preguntó Cris, ganándose unas miradas de advertencia de los otros dos
-Es fácil, me tomaré un año sabático, tal vez menos, después puedo continuar con los estudios, ahora puedo enfocarme en escribir y trabajar - solucionó Rouse, dejando a todos tiesos por tal abrupta decisión
-¿Estás segura de esa decisión cielo? - preguntó con cariño Lexy acariciando su cabello
-Si - dijo firme - necesito dedicarme un tiempo a mi misma
-De acuerdo, si es lo que realmente querés, yo te apoyo, siempre voy a estar de tu lado - le sonrío afectuosa Lexy
-Nosotros también - dijeron los chicos
-Ahora por favor cambiemos de tema - pidió amablemente Rouse, solo quería dejar de pensar en lo que había sucedido
-Se que no es el momento, pero no quiero ocultarlo la verdad - exclamó de pronto Lexy. Todos la miraron expectantes y ella suspiró - Natasha y yo hemos pasado cierto tiempo juntas y hemos comenzado a salir
Todos la miraron sorprendidos, los chicos más que nada, no se esperaban para nada esa noticia, en cambio Rouse ya tenía sus dudas respecto a su relación.
-Pues te felicito amiga, se que serán muy felices juntas, ambas son buenas y se harán bien mutuamente - la felicitó sinceramente Rouse
-Yo no me lo esperaba para nada, pero te felicito, tienes mi completo apoyo. Después de todo yo soy gay y no te juzgaría por nada del mundo - sonrió Cris, quien hacía mucho tiempo era amigo de Lexy
-¿Quién es Natasha? - pregunto Víctor confundido
-Es la hermana menor de Henry - explicó Rouse con la mirada triste
Un tenso silencio los invadió de repente
-No sé preocupen, estoy bien - sonrió Rouse.
-¿Que les parece sí bebemos unos tragos? - propuso Lexy
Todos estuvieron de acuerdo. Y así estuvieron un buen rato charlando y contando anécdotas graciosas de ellos, cuando el teléfono de Rouse comenzó a vibrar sin parar, Henry la llamaba.