El Juego Que Me Costó La Vida

Ese día no pudo ser mejor despues del coraje que hice por la regalada esa, solo mi esposo sabe cómo hacerme feliz, por la noche estábamos en la piscina de la casa, escuchábamos música suave y bebíamos cervezas.

Comenzamos a jugar con un dado y el que sacará el número más bajo debía quitarse una prenda.

En un par de preguntas yo ya estaba desnuda, amo esa mirada lasciva de Raúl, me mira con un deseo que traspasa mi cuerpo, es como si fuese poseido, su rostros se transforma en morb0, pasión, lujuria, me hace sentir indefensa ante él pero por nada del mundo quiero escapar de su éxtasis.

-Baila para mí Ali, quiero que me dediques un baile a mi.

-Tus deseos son órdenes mi amor.

Salí de la piscina y me paré frente a él, nos mirábamos a los ojos con deseo desenfrenado y sin ningún tipo de pudor o vergüenza comencé a bailar, el alcohol invadió cada parte de mi ser, mis caderas tomaron el control mientras mis manos recorrían mi cuerpo, podía sentir las palpitaciones de mi deseo, lentamente me agaché y camine a gatas hacia él por el borde de la piscina, Raúl tomó un sorbo de cerveza y se sentó en el borde.

llegué a él y lo besé.

-Eres un espectáculo Ali, demonios mira lo que causas en mi ! - exclamó Raúl mostrando su excitación.

-Crees que pueda causar esto en otro hombre bebé? - susurro Alina antes de lamer la intimidad de Raúl

Comencé a devorar el sexo de mi hombre, rayos es como un dulce que no puedo dejar de saborear, sentir sus pulsadas me hacen hacerlo con más deseo, sus gruñidos comenzaron a escapar de sus labios.

-Complaceme bebé, dale este jodido placer a otro, quiero eso, enloquecerás al que sea lo sé.

-Justo ahora podría hacer un trio contigo y otro hombre cariño, quiero ser tu objeto sexual, acepto cualquier cosa que mi hombre quiera hacer pero con una condición.

-Pideme lo que sea niña -respondio Raúl jadeando por la excitación.

-Tu debes mantenerte monógamo, solo a mí me tendras puesto que yo no estoy dispuesta a compartirte a ti y jamás deberás menospreciarme como mujer de acuerdo

-Que no te das cuenta que la única mujer que deseo eres tú? No me atrae la idea de estar con otra, prometo nunca hacerlo bebé, tú puedes estar con quien desees y como desees, sin límites, nunca te veré distinto ni menos lo juro.

-Es un trato bebé, seré una perra que complace a su hombre y tendré un amante.

Apenas dije eso Saúl me beso, el estaba sentado al borde de la piscina, me posicioné frente a él en cuclillas y con una mano tomé su miembro y lo guíe hasta mi intimidad.

Lentamente subía y bajaba, él no resistía mis movimientos aún cuando eran suaves, estaba tan excitado que me detenía para no terminar, sin dudas esa fantasía lo enloquecía.

Esa noche tuvimos sex0 como un par de dementes, me decía cosas tan excitantes y prohibidas que mi mente y mi intimidad las deseaban.

Ese Raúl salvaje, intenso, ardiente y pervertido que conocí volvió, me devoró cual bestia.

No sé cuántos org@5mos me hizo tener esa noche, el lo logro dos veces y eso es muy poco común en él.

Comenzamos en la piscina y terminamos en la habitación, acabamos agotados, el alcohol y el sexo juntos son la mejor combinación...

A la mañana siguiente...

Desperté y miré a mi ardiente esposo desnudo a mi lado, mi cuerpo quería más sex0 pero mi entrepierna dolía mucho, sin dudas un encuentro salvaje.

Caminé a hurtadillas hacia el baño, no quería despertarlo, me duche y mientras lo hacía pensé en todo lo sucedido, demonios en qué lío me metí, me dije a mí misma, era una locura haber llegado a ese trato con mi esposo pero debo decir que por primera vez me causo excitación la idea de hacerlo.

Me puse algo de ropa y fui a preparar el desayuno, mi mente me hacía revivir la noche tan intensa que tuvimos y quería que fuese así siempre, es decir si a Raúl le satisface que otro me haga sentir pues eso haré.

Terminé pero Raúl seguía dormido así que salí a caminar un poco por la playa, no había nadie, el aire se sentía fresco y el sol aún no calentaba, era delicioso estar ahí. Entre unos veinte minutos después y vi que ya había despertado y se estaba duchando.

Puse la comida en una bandeja y la llevé a la habitación.

-Hola preciosa buenos días!! Esa ropa te luce increíble - dijo Raúl antes de besar a Alina.

-hola bebé buenos días, tú lucias increíble sin ropa mientras dormías - respondió Alina besándolo nuevamente.

-Eres una acosadora eh, como te sientes princesa? Yo siento que me tomé el bar completo.

- Tengo resaca pero no tanto, toma, te hice un café fuerte, te hará sentir mejor, te consentiré todo el día cielo.

-Tu me consientes a diario Ali, que noche tan espectacular me regalaste, mi diosa Alina.

- Siempre tuya amor, fue una noche fenomenal, me duele hasta el pensamiento.

-Fue lo máximo -exclamo Raúl tomando un sorbo de café.

Esa mañana desayunamos y nos acurrucamos un par de horas a ver tele.

Mi mente daba mil vueltas sobre el trato que hice con Raúl, sería realmente capaz de estar con otro hombre me preguntaba una y otra vez.

-Nena porque no vamos a recorrer el lugar, leí anoche que abrieron un parque acuático a un par de kilómetros, también una feria y varios restaurantes de comidas típicas.

-Me parece excelente idea, voy a vestirme.

- Quiero que uses la ropa más sexy que tengas, harías eso por mi?

-Sabes que por ti hago lo que sea mi cielo, hablando de hacer lo que sea por ti, recuerdas el trato que hicimos anoche?

-Crees que podría olvidarlo, sigue en marcha cierto?

-Al cien por ciento mi vida, voy a vestirme.

-Espera, estás segura? no quiero que lo hagas solo por mi, quiero que tú estés segura, que lo desees tanto como yo.

-Deseo todo lo que le de fuego y pasión lo nuestro.

-Cuando estás dispuesta hacerlo,? pregunto Raúl con ansiedad.

-Bueno no es algo que se haga con cualquiera, es decir, no puedo enredarme con el primero que se me cruce, debo ser selectiva amor, ahora voy a cambiarme, hay mucho que hacer hoy...