UNA PELIGROSA OBCECIÓN.

Blanca llama llorando a Emma para contarle lo sucedido, ella llega poco después muy asustada pensando lo peor.

- Señora que fue lo que pasó.. ¿Acaso..?

- No Emma, ella está bien incluso me pidió dejarla en paz.

- Como así ¿Dónde esta? ¿Con quién está?

- Me dijo que está con un hombre y que está enamorada de él, que está bien y feliz a su lado así que quiere que ya no la busquemos.

- ¿Le creyó Blanca? Puede que fuera amenazada a decir esas cosas.

- Emma yo conozco a mi hija y en sus palabras escuche verdad. Mi Abril otra vez se involucró con alguien peligroso, incluso me dijo cosas muy perturbadoras de él como si nada, como si estuviera calificando al mejor hombre del mundo.

- ¿Que hacemos entonces?

- No lo sé, le suplique que me dejará verla para estar tranquila, pero no accedió. Abril siempre tubo mal gustó para los hombres y tal vez de verdad este bien, ella es como una cabra desquiciada cuando quiere.

- Puede ser yo la conozco y se perfectamente su mal gustó por los tipos malos, pero definitivamente no es alguien que se aleje sin decir nada así que seguiré buscandola yo no lograré vivir tranquila con la culpa de tardar tanto sin buscarla antes. El investigador dijo que ya tenía buenas pistas.

- Gracias Emma por ser tan buena amiga.

- No soy tan buena si la hubiera comenzado a buscar desde el primer día esto sería diferente.

- Hiciste lo que creiste, ya sabes como es ella al igual que yo.

Abril por favor no nos dejes en la incertidumbre de lo desconocido y da la cara al menos por tu madre.

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Esa charla con mi madre fue un nuevo inicio en muestra relación, después de que Matías escucho eso de mi boca cambio totalmente, los días eran increíblemente románticos a su lado y las noches eran ardientes en donde los dos nos sentíamos cómodos el uno con el otro.

Ahora que la sombra de Inés ya no existía más podía sentirme tranquila nuevamente, además de que el peso de la culpa desapareció. Prometi ayudarla y lo hice, ella ya no sufre más y ahora puede descansar en paz mientras yo tomo su lugar en el infierno al lado de mi personaje favorito.

- ¿Amor que haces?

- Terminando nuestra historia amor.

- ¿Le darás un final feliz?

- Claro que si, uno en el que ambos encontraron el paraíso en su propio infierno.

- Esa idea me gusta mucho.

- ¿Adónde vas?

- Tengo algo que hacer, vuelvo enseguida.

Cada vez que Matías está junto a mi la voz de mi cabeza desaparece incluso desde esa noche la deje de escuchar por varias semanas, pero apenas cruzo la puerta volvió como un huracán a mover todo en mi interior otra vez, como esperando el momento exacto para torturarme nuevamente.

- Él fue a buscar a otra para divertirse.

No es verdad, él me ama.

- Pero eso no será para siempre. ¿Piensas que no se aburrira de ti como lo han hecho anteriormente? ¿Piensas que eres tan especial que eres irremplazable?

Lo soy, yo soy la única que puede hacer realidad su sueño.

- Ya casi la terminas Abril y una vez pongas el punto final todo acabará.

No es verdad, me estás mintiendo.

- Ya lo verás.

NOOO.

Esa noche cuando lo veo llegar me apresuro a golpearlo mientras el se queda atónito por mi actitud.

- ¿Adonde fuiste? Estuviste con alguien más verdad.

- Estas loca o que diablos te pasa Abril.

- Maldito me estás engañando, siempre me has engañando. Te odio.

- Maldición que te sucede de repente.

Me empuja lejos y vuelve a salir, desde esa noche la paz se fue y las peleas llegaron para quedarse. Cada día era una batalla en la que ambos nos destrozabamos e incluso cruzabamos los límites de la violencia.

Ahora hay grava en nuestras voces,

el vidrio se rompe por la pelea en este tira y afloja, siempre ganarás Incluso cuando estoy en lo correcto. Porque me alimentas con fábulas de tu cabeza, con palabras violentas y amenazas vacías.

Y es asqueroso que todas estas batallas

son las que me mantienen satisfecha.

Entonces tal vez soy masoquista

Intento correr, pero no quiero irme nunca de su lado hasta que las paredes se inunden

en el humo con todos nuestros recuerdos quedandose junto a nosotros.

Esa noche Matias incluso me golpeó directo en el rostro y ya no se si pueda seguir soportando más de esto, me duermo acurrucada a su lado como si nada pasará, como si los golpes, las amenazas nunca hubieran existido.

Es de mañana observó a Abril, ella se despiertas al recibir un rayo de sol golpeando en tu cara. Todo tu maquillaje corrido mientras yacíamos tras la destrucción.

- Matías.

- (Shh) Silencio amor, habla en voz baja, di que lo sientes mucho. Que me empujaste a la mesa de café anoche para que yo me apartara de ti. Intenta tocarme para poder gritarte que no me toques.

La veo pararse apresurada mientras la sigo y le grito.

- Sal corriendo de la habitación y te seguiré como un cachorro perdido Abril, sin ti no soy nada, estoy tan perdido, abrázame. Entonces dime lo feo que soy, pero que siempre me amarás.

Luego después de intentar abrazarla me empúja lejos a raíz de la desesperación.

El camino destructivo en el que estamos nosotros dos psicópatas no tiene comparación.

- Quiero que sepas que no me importa cuántos cuchillos nos pongamos en la espalda porque nos apoyaremos el uno al otro porque somos tan afortunados juntos, movemos montañas, no hagamos montañas con un grano de arena.

- Alejate de mi.

- Me golpeaste dos veces, sí, pero ¿quién cuenta?

Puede que te haya golpeado tres veces, estoy empezando a perder la cuenta, pero juntos viviremos para siempre, encontramos la fuente de la juventud. Nuestro amor es una locura, estamos locos, pero me negué a recibir asesoramiento al igual que tú te negaste a dejarme.

- Ya no lo soporto más me quiero ir.

- Esta casa es demasiado grande, si te marchas la quemaré, porque sin ti nada tiene sentido y yo no puedo ser feliz si me dejas.

Mi puño va directo a la pared para no lastimarla y ella se deja caer aterrada. ¡Que estoy haciendo!