Elliot, un omega puro y dominante, se disfraza de un chico feo y humilde para convertirse en sirviente (Asistente personal) de Cassian Lancaster, un alfa dominante y heredero de un imperio empresarial. Lo que comienza como un acto de protección hacia él mismo se complica cuando surge una atracción inesperada entre ellos. Cassian, intrigado por su misterioso sirviente, no sospecha que tras su apariencia se oculta alguien completamente diferente. Ambos terminan enamorándose sin darse cuenta. ¿Qué pasará si Cassian descubre la verdad sobre Elliot?
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📌 BL/Omegaverse (ChicoxChico)
📌Embarazo Masculino
📌 Ocultamiento de Identidad
📌 Omega ¿débil? x Alfa fuerte
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Capítulo 24
—¿Quitarme el polvo negro? —Elliot dudó, su agarre sobre su muñeca se tensó ligeramente. Había demasiadas personas alrededor.
—No ahora, sino en la fiesta —respondió Cassian con calma, viendo la incomodidad en los ojos de Elliot. No quería apresurarlo.
Elliot bajó la mirada, sintiéndose aún más incómodo. Había recibido tanto de Cassian y, sin embargo, no tenía nada que ofrecerle.
—Por ahora, solo tengo mi fuerza, joven amo... No tengo nada que ofrecerle —murmuró, casi como una disculpa.
Cassian soltó una carcajada, inclinándose ligeramente hacia él.
—Te pediré una recompensa cuando todo este problema se haya resuelto —dijo con un tono tranquilo, pero sus ojos brillaban con una chispa traviesa.
Antes de que Elliot pudiera responder, Cassian levantó la mano y le revolvió el cabello con suavidad, como si estuviera calmando a un cachorro inquieto.
—Así que no le des tantas vueltas.
Elliot sintió un calor inesperado recorrerle la piel al contacto. Se quedó inmóvil, sin saber cómo reaccionar ante la ternura repentina del alfa.
Cassian, por su parte, decidió cambiar el tema antes de que Elliot se encerrara en sus propios pensamientos.
—¿Tu traje está bien? Mi madre me pidió que te preguntara.
Elliot parpadeó y asintió lentamente.
—No hay ningún problema… aunque creo que es demasiado exagerado para alguien como yo, que solo soy un sirviente —dijo con cierta incomodidad.
Cassian chasqueó la lengua y entrecerró los ojos, claramente molesto.
—¿Quién dijo que eres un sirviente? —preguntó, cruzando los brazos—. Si te viera como un simple sirviente, no me importarías tanto.
Elliot sintió su respiración detenerse por un momento.
—Tú eres mi pareja, mi omega.
La voz profunda de Cassian resonó en su mente, causando un escalofrío en su espalda. Elliot sintió que su rostro ardía.
—N-n diga cosas así, Joven amo… —murmuró Elliot sin mirarlo a los ojos.
No quería ilusionarse en vano. No quería creer que, después de todo lo que había vivido, de alguna manera un alfa como Cassian podría fijarse realmente en alguien como él.
Cassian notó su duda y entrecerró los ojos con peligro.
—¿Todavía dudas de mí?
Sin darle oportunidad de escapar, Cassian se inclinó sobre él, obligando a Elliot a retroceder hasta que su espalda chocó contra el borde de la cama.
Elliot abrió los ojos de par en par al ver la cercanía de Cassian. Su aroma lo envolvió con intensidad, haciéndole sentir un ligero mareo.
La mano de Cassian se deslizó con suavidad por su mejilla, tocando el polvo negro que cubría su piel.
Sus dedos solo rozaron la superficie, pero poco a poco, descendieron hasta la comisura de sus labios.
Elliot se estremeció.
—¿Necesito probarte algo para que dejes de dudar? —la voz de Cassian descendió hasta convertirse en un murmullo grave —. ¿Hace falta una prueba de que somos pareja?
Los ojos de Elliot temblaron. Sus labios se entreabrieron apenas, atrapado en el dominio de Cassian.
—De repente, el joven amo me reclama como suyo… No sé qué pensar —susurró Elliot con torpeza, desviando la mirada con vergüenza.
Cassian no permitió esa evasión.
Sujetó su barbilla con firmeza y lo obligó a mirarlo de frente.
—Nunca apartes la vista de mí. Mírame siempre.
Elliot sintió que su respiración se aceleraba. Su cuerpo, como omega, reaccionó instintivamente ante la orden del alfa. Cerró los ojos por reflejo, sin saber cómo manejar la intensidad del momento.
Justo en ese instante, la puerta de la habitación se abrió de golpe.
—¡Hermano…!
Una voz femenina y enérgica irrumpió en la escena.
Celine entró en la habitación persiguiendo a Cassian, pero se detuvo en seco al verlo a punto de besar a su sirviente personal.
Hubo un silencio absoluto.
Después de un segundo, Celine soltó un grito dramático y se cubrió el rostro con las manos.
—¡Ah, mis ojos!
Elliot y Cassian se separaron de inmediato.
Elliot estaba rojo hasta las orejas y, sin decir una sola palabra, se puso de pie y salió corriendo de la habitación como si su vida dependiera de ello.
Cassian, por su parte, suspiró con fastidio y se cruzó de brazos.
—¿Qué quieres? —gruñó con frustración—. ¡La próxima vez, toca la puerta antes de entrar!
Celine apartó las manos de su rostro y lo miró con incredulidad.
—¡No sabía que ibas a estar besándote con alguien!
—¿Besar? ¿De qué hablas? Solo estaba viendo si Elliot tenía acné —mintió con una expresión completamente seria.
Celine lo miró con sospecha.
—¿Desde cuándo se revisa el acné con los labios tan cerca?
Cassian la fulminó con la mirada, pero no dijo nada más.
Celine se cruzó de brazos y suspiró.
—De todos modos, ¿ese es realmente tu tipo? —preguntó Celine, claramente confundida—. Pensé que te gustaban los omegas más… elegantes.
—¡Los niños no deben meterse en estos asuntos! —Cassian se giró con fastidio y salió de la habitación.
Celine quedó sola y sacudió la cabeza con una sonrisa divertida.
—Mmm… Así que mi hermano realmente está interesado en ese omega.
Llevó un dedo a su barbilla, pensativa.
—Eso significa que debo encontrarme dos alfas guapos como mi hermano, alguien que acepte a su pareja tal como es…
Suspiró profundamente, como si estuviera preparándose para una gran aventura.
—¡Voy a buscarlos aunque tenga que ir hasta Marte!
Y con esa determinación, salió corriendo detrás de Cassian.
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