CONSTANTINE

Irika y Constantine, regresaron luego de sus tres días de luna de miel. Él ya debía retomar sus funciones, no podía quedarse quieto, pues aún no daba con la guarida de Zezé.

La madre de Costas y su mejor amiga, ya le tenían una nueva campaña a América, que era el nombre artístico de Irika, dentro del mundo de las pasarelas.

Irika llegó a la casa de modas de la mejor amiga de su suegra, para ser fotografiada para la nueva campaña de vestidos de novia.

Le colocaron una peluca, para luego usar un antifaz de encaje, la idea era ayudar a Iri a ocultar su rostro, pero también hacer un bum de la campaña.

Todos estaban encantados con el resultado, pues era la primera vez, que usaban un antifaz para una campaña de vestidos de novia, dándole un toque llamativo de misterio.

Una vez la modelo estuvo lista, la sesión de fotos dio inicio.

- En definitiva, la cámara la ama... aaii, que emoción. - habló emocionada la madre de Costas, dando pequeños aplausos.

Costas por otra parte, estaba anonadado con lo que le contaban en el departamento de policía. Su primo había secuestrado a Evon, y era la hora y aún no aparecían.

- Por fin se decidió, ya era hora. - comentaba el griego, aún procesando la información que le estaba proporcionando uno de los agentes que presenció el rapto de la hermosa morena. Miró a todos lados y no vio a Edson - ¿Has visto al Detective Rodríguez? - preguntó.

- El detective salió temprano, dijo que iba a hacer algo sumamente importante. - informó el mismo agente.

- Bien, supongo que debe serlo. - habló un tanto pensativo, ¿qué podría ser tan importante para que Edson dejara su puesto de trabajo durante el día? - En cuanto llegue, le dice que lo espero en mi oficina. - dijo y se marchó a su oficina.

Cuando ingresó, notó un sobre sobre su escritorio, así que se acercó y lo tomó para abrirlo y ver su contenido. En el sobre había una carta con recortes de letras que formaban palabras. En ella un claro mensaje.

...''¿Confías mucho en tu esposa? Puede que sea el chivo expiatorio de esa pandilla ''....

Con eso terminaba la carta, aunque no quería dudar de Iri, hubo algo de lo que decía la carta que le sembró una semillita de intriga.

¿Por qué Zezé siempre sabía dónde estaba ella?

- ¡Mierda! No, Iri no, yo mismo la he visto sufrir y la he consolado a media noche cuando se levanta con pesadillas.

............

- Gracias por la invitación, no se hubiera molestado. - decía la tímida Ninfa entrando al auto de Edson, quien había abierto la puerta para ella.

Muchos chicos pasaban de ella, pues no entraba dentro de sus estándares de belleza. Ninfa por lo general, usaba ropa usada, que casi siempre le quedaba dos o tres tallas más grande. No se podía dar el lujo de gastar en más. Con su abuela medicada y un arriendo, mas servicios, etc. Lo que quedaba para ella era muy poco.

Sus padres junto a su abuela materna, habían emigrado a Estados Unidos, hacía un par de décadas desde Argentina, les estaba yendo muy bien, tenían un pub, pero un socio recién adquirido, empezó a usar el sitio para vender su sucia mercancía y sus padres terminaron presos por tráfico de drogas.

La justicia nunca comprobó que el auténtico culpable, había quedado libre y para rematar, dueño único del pub.

Los padres de la chica, estaban ahora presos, pagando una condena de 10 años, la madre y 15 años el padre.

Por eso, la hermosa jovencita, se hallaba estudiando derecho, para poder apelar el caso, pues siente que hubo muchos vacíos en él, que llevaron a sus padres a ser condenados de manera injusta.

- No sé qué tipo de comida te guste, por eso te traje a este lugar, pues aquí se prepara una gran variedad de comidas típicas de Latinoamérica. - le dice el trigueño, señalando la silla que previo abia abierto para que ella se sentara.

- Muchas gracias por pensar en mí. - le dijo con mejillas coloradas.

- Es un placer. - le dice, luego de sentarse frente a ella.

Una de las dueñas del lugar, una señora como de 50 años, se les acercó para saludar a Edson.

- Querido, ¿cuánto tiempo sin verte? ¿Cómo están tu abuela y tu madre? - pregunta la mujer, que lo conoce desde que era niño.

- Mis dos mujeres están en casa, mamá ya se pensionó y ahora goza de las mieles de su pensión junto a mi abuela. - cuenta sonriendo.

- Es una excelente noticia, me alegra que por fin mi amiga esté disfrutando. - contesta la mujer, quien también sonríe.

Ninfa solo observa y escuchaba la interacción entre ambos, con una sonrisa sincera.

El hombre frente a ella, se mostraba como un hombre, además de atractivo, muy cálido con las personas y eso ella lo valoraba mucho.

La mujer, luego del saludo, posa su mirada sobre la joven que acompañaba al hijo de su amiga.

- ¿Y esta hermosa señorita que te acompaña, quién es? - pregunta sonriendo de manera afable.

- Ooh, ella es Ninfa Maradona, mi futura novia, esposa y madre de mis hijos jajajaja... - bromeó el trigueño, aunque muy en el fondo estaba siendo sincero.

Ninfa se puso aún más colorada, como si eso fue posible.

- Hasta que al fin la Morenita, escuchó nuestros ruegos en los rosarios. - bromeó también la amable señora - Soy Carmen Torres, amiga de la familia de este mocoso.

- Es un placer conocerla, soy Ninfa Maradona. - saluda de beso social, cuando se puso de pie.

- Es una linda chica, se nota que no es como la Perla. - comenta la mujer, evaluando a la joven - Para celebrar que por fin conociste a una joven que vale la pena, la casa invita.

- No, tranquila Doña Carmen, yo la invité yo pa... - trata de negarse.

- Ah, ah, nada de eso, hoy son mis invitados, así que ustedes solo pidan. - regaña.

- Está bien, aceptamos. - mira a Ninfa para que ella pida primero.

- Mmm, muchas gracias por su hospitalidad, yo voy a querer un buen churrasco al estilo argentino, con una guarnición de papas con ensalada. - dice.

- Tenemos mate, si deseas beber. - le comenta.

- Ooh... si que saben hacerte sentir en casa, por supuesto, un mate jamás se desprecia. - dice sonriendo.

- ¿Y tú? ¿Jalapeños con tocino y queso, tacos al pastor y frijoles a la mexicana? - pregunta ahora a Edson.

- Uuuf, Doña Carmen, ya me conoce. - responde.

La mujer se retiró para pedir el menú.

- Debe ser muy agradable que te conozcan y traten con tanto cariño. - comenta Ninfa, con una sonrisa triste.

Edson pasa su mano por encima de la mesa y toma la delicada mano de ella.

- Pues ahora me tienes a mí en tu vida y yo te voy a tratar con cariño y hasta más. - promete a la chica que sigue con sus mejillas coloradas.