Atrapados

Neo se sentía como un alma flotando en un frasco lleno de éter. Escuchaba voces a lo lejos, pero eran ininteligibles. También le dolía la cabeza, tanto que parecía que le fuese a estallar. Se dio cuenta de que no era extraño que se sintiera tan ligero, alguien lo estaba llevando en brazos. Abrió los ojos lentamente y pudo ver el rostro de un hombre alto y barbudo. Era grande, corpulento. El muchacho iba vestido de azul ¿Por qué alguien lo estaba llevando cargado? Neo hizo el intento de memorizar y rápidamente se acordó de que se había desmayado. Se sintió completamente apenado.

_Oye, ya puedes bajarme -le dijo al muchacho de azul.

_¡Oh, vaya! -Dijo aquel hombre que tenía una voz suave pero profunda.

De manera gentil, el muchacho lo ayudó a ponerse de pie y luego comenzó a preguntarle si estaba bien. <> expresó con esa voz tan profunda y grave, bastante acorde a su gran cuerpo. Neo sólo pudo asentir y agradecerle con la cara roja de la vergüenza.

_¿Estás seguro? -Preguntó el otro chico- Te ves pálido.

_¡De verdad que lo estoy! Gracias por preocuparte -dijo al límite de la pena.

Neo no se podía creer el hecho de haberse desmayado así, de repente. Estaba seguro de que a nadie más le había pasado algo similar, incluso si a ellos también los estaba matando el hambre. No podía volverse una carga para el resto. Tenía que ser capaz de soportarlo. Tenía que ser capaz de colaborar, de proponer soluciones y no de retrasar al grupo. Debía aprender a controlarse. Realmente se sintió molesto consigo mismo. Era absurdo para él: desmayarse, así sin más.

_Estás realmente pálido -Le dijo el chico de azul- si te sientes mal, es mejor que nos avises.

_ Debe ser por el hambre -dijo el otro muchacho, que llevaba una pijama verde y dos culos de botella por ojos- ya la señorita aquí presente nos ha informado sobre el panorama.

_E-estaré bien. No se preocupen.

Siguieron caminando por el pasillo. Neo le echó un vistazo a Lilith. Se veía absorta en sus pensamientos y murmurando algo para sí misma. Sin embargo, ella se dió cuenta de que él la estaba mirando y empezó a hablar.

_Te ves horrible, pareciera que te fueras a morir en cualquier momento ¿Podrás siquiera resistir hasta la sala dónde está la puerta?

_Sí, Lilith. Ya se me pasó.

De por sí, si la chica ya era un poco tosca y seca, aquel comentario se sentía innecesariamente pedante.

_¿Lilith...? -preguntó el de verde- ¿Por qué no nos dijiste que te llamabas Lilith?

Neo les resumió a los nuevos integrantes lo que habían vivido todos hasta ese momento. Los chicos por su parte le comentaron que al final de ese largo pasillo estaba la entrada al lugar donde se había dado sus pruebas. De manera similar, habían activado una compuerta en el suelo después de hacer funcionar un mecanismo. La prueba había consistido en cruzar un pasillo en el cual estaban situadas dos hileras de baldosas con imágenes. En el techo, y paredes había varios huecos por dónde salían sendas lanzas a toda velocidad cuando se equivocaban de baldosa. Cada una de las cuadrículas tenía un tamaño de al menos un metro, y se iluminaban nada más al tocarlas. Eso las activaba. La dificultad en ese desafío estaba en deducir por cuál baldosa podían seguir.

El punto de inicio había sido una gran cuadrícula con forma de flor de loto, y las 2 siguientes tenían una ola y un sol. El chico de azul le había dicho al otro que probablemente necesitaban encontrar la relación entre las imágenes para hallar el camino. El de verde, que no estaba seguro de cómo iban a hacer eso. Quiso examinar primero las baldosas, tratando de verificar si había forma pisar en alguna zona segura pero sin querer rozó con su pie la baldosa con el sol plasmado sobre ella y una flecha salió de la nada, a toda velocidad, y le rozó el brazo. Tenían que cruzar al menos 19 baldosas más y seguir sin saber el cómo podría terminar con sus muertes. El de azul rápidamente concluyó que la baldosa correcta era la de la ola porque al ser símbolo de agua, tenía relación con el loto ya que este crecía sobre los lagos debido a que era una planta de agua. El de verde explicó que aunque eso era cierto, sin más información sobre las pruebas, era difícil intuir cuál era el patrón a seguir. La siguiente imagen era el de un tiburón y el otro el de un delfín. Esta vez fue el de azul el que piso la baldosa del tiburón y no sucedió nada malo. Explicó que los tiburones tenían branquias para respirar bajo el agua, pero que los delfines necesitaban salir de la misma de vez en cuando para poder tomar aire. Cada baldosa tenía una relación complicada y algo rebuscada con la anterior. Después del tiburón les seguía un collar con un diamante azul y unos zapatos negros. El de azul tardó un poco, pero luego entendió que debía ser el collar, porque las personas solían usar los dientes de los peces y tiburones pequeños para hacerlos. Luego del collar les siguió un barco y un avión. Está vez fue Neo quién preguntó si se había tratado del barco, como una referencia a la película del Titanic y la escena de la anciana soltando el corazón del mar; y el de azul se lo confirmó con una sonrisa.

Al final, cuando acertaron la última baldosa, una parte del suelo se movió y dejó ver la salida de la habitación. El de verde se encontraba un poco decepcionado consigo mismo. Había dicho que las respuestas eran demasiado obvias. Tanto, que si a él le hubiesen preguntado cosas como: ¿Dónde crecen las flores de loto y que tipo de plantas son?; El habría respondido <>. Se sentía estúpido, ¿Por qué no había sido capaz de deducir nada si él tenía conocimiento sobre muchas cosas?

El de azul tuvo que calmarlo un poco. No era su culpa, la forma en cómo habían presentado los acertijos no era tan intuitiva para cualquiera.

_En otras palabras, la prueba estaba diseñada más para uno de ustedes que para el otro -dijo Neo pero mirando a Lilith.

La chica asintió.

_¿Pueden mostrar los papeles que tienen en los bolsillos de su pijama? -Dijo Lilith.

_Entonces ustedes también los tienen -dijo el de verde asombrado.

Cada quién sacó su papelito. El de Azul tenía uno que decía ISTJ, mientras que el de Verde tenía otro que decía INFJ.

_Pero he de aclarar que la última vez que me hicieron la prueba de MBTI en el trabajo, no salí INFJ -Prosiguió el de verde- En teoría, soy ESTJ.

_¿En el trabajo? -se sorprendió Neo- ¿para qué usarían el MBTI en un entorno laboral? Además... ¿Acaso recuerdas en qué trabajas?

El de verde comenzó a explicar que El MBTI era uno de los diversos test de personalidad que existían, y para sorpresa de Neo, uno típicamente usado para verificar si una persona era apta para un trabajo o no. Resaltando lo común que era. <> le dijo mientras se ajustaba los lentes, <>.

De repente Neo sintió que ese hombre le estaba juzgando sin conocerlo ¿Había hecho algo con su vida hasta ese momento? No recordaba. No se le venía a su mente ninguna imagen de sí mismo yendo a un campus o en camino a un trabajo, pero eso no tenía por qué significar nada. Además, ¿28 años? El chico de verde aparentaba unos escasos 24 y Neo no se sentía mentalmente mayor que él. Sin embargo, pensó que quizás tendría que ver con su amnesia. Hasta ese momento no había logrado ver su propio rostro, por lo que no tenía ni idea de cómo era su apariencia en ese momento. No pudo hacer otra cosa que admitir que no sabía siquiera su propia edad. El chico asintió con la cabeza y mencionó que aquello no le sorprendía. <>.

A Neo le pareció que esa persona era todo lo contrario a él: alguien seguro de sí mismo quién estaba seguro de lo que quería para su vida. Alguien que se preparaba ¿Y qué estaba haciendo él para avanzar? Le empezó a fastidiar la idea de no haber logrado nada en su vida.

_¿Y qué nombre te pondrás? -le preguntó Neo para tratar de desviar la conversación.

_Es cierto que necesito un nombre. Gracias por la observación, Neo -Asintió el muchacho con la cabeza- Tomando en cuenta de que será un nombre provisional, creo que Germán se amolda perfectamente a mi personalidad.

_¿Por qué Germán? -inquirió Neo.

_Pues, porque se sitúa bien a quién soy, ya lo dije.

_Sí, ¿pero porqué entre todos los nombres, decidiste elegir Germán? ¿Qué tiene de especial?

_No tiene por qué tener nada de especial, es sólo un nombre provisional, ¿recuerdas? De todas formas, lo elegí porque es un nombre elegante, formal y masculino.

Terminado de decir eso, Germán se giró hacia el de azul.

_Tú también necesitas un nombre. Es importante para mantener una mejor comunicación tomando en cuenta de que ya estamos metidos todos en esto.

El chico parpadeó 2 veces antes de hablar.

_Bueno, esto es una situación bastante rara, ¿No creen? Son nuestros padres quiénes nos bautizan con un nombre antes de nacer, y más por costumbre que por gusto, terminamos aceptándolo y definiéndonos con él. Ahora que nuestra situación ha cambiado y no podemos recordar nada de nuestras vidas pasadas, tenemos la oportunidad de elegir. Sin embargo, cuando todo esto termine, ese nombre que habremos adoptado dejará de ser parte de nosotros.

_¿Eso qué quiere decir? -dijo Germán de repente- ¿Que no tienes ni idea de qué nombre colocarte a tí mismo?

El de azul sonrió.

_Vaya, me has pillado. Necesito algo más de tiempo para pensarlo.

_No es una tarea tan difícil -dijo Germán de nuevo- solo elije un nombre típico como Carlos, Andrés o Tomás. Tomás es un buen nombre.

_Tienes razón, es un muy buen nombre. Todas son muy buenas sugerencias, de verdad. Aún así -dijo colocándose la mano en el pecho- preferiría pensármelo un poco más.

Aquello no pareció ser una respuesta suficiente para el de lentes, así que le insistió en que al menos debía tener un apodo con el cuál pudiese ser nombrado. <>, respondió él de manera educada, aunque se veía incómodo; cosa que de la que no se percató Germán, pues comenzó a cuestionar cómo <> podía ser considerado un nombre. Que ese, era simplemente el color de su pijama, y nada más.

A Neo le desgastaba la actitud de Germán, y por primera vez se permitió entrometerse en la discusión: <>.

Por suerte, ya se encontraban a unos pasos de la sala dónde estaba la puerta. Fue en ese entonces que se escuchó una voz que provenía de ese lugar. Neo logró identificar que se trataba de Sol.

_Estaban aquí hace mínimo como media hora, no tengo ni idea de a dónde habrán ido.

Nada más al ingresar a la cámara, Neo se percató de que había 2 hombres junto a Sol. Uno vestido de azul y el otro de morado. Se sintió aliviado: ya sólo faltaban cuatro personas más. Recordando la conversación que había tenido con Lilith sobre los colores, ya habían aparecido 4 verdes, 3 amarillos, 3 azules y 2 morados.

Después de que todos se presentaran, Neo les pidió a cada uno que mostraran sus papeles y luego junto a Lilith, trató de explicar el significado de cada una de las siglas. Neo le pidió a Lilith que diera una descripción más general sobre el comportamiento de cada personalidad, y un poco a regañadientes la chica terminó haciéndolo. No sin antes tener que soportar los comentarios sarcásticos de Sol. El otro chico de azul, a quién terminaron apodandole como Cobalt, tenía un papelito con las siglas de ESFJ. El de morado, quién aceptó la sugerencia de Germán para llamarse Julio, le había salido otro con "ENTJ" en él. A Sol por su parte le había salido ESFP. Blue, quién seguía siendo acosado por Germán, se decantó por Arturo. Sin embargo, aclaró que estaba bien si decidían nombrarlo de una forma o de la otra.

Cuándo pasó un aproximado de media hora, empezaron a llegar el resto de personas. Las Primeras habían sido Olivia y Esmeralda, quiénes se alegraron bastante por encontrar a nuevas personas en lo que ya parecía un vestíbulo. Luego les siguió Úrsula, quién había comentado que por más que había recorrido pasillos tras pasillos, sólo se encontró con calles ciegas. La sorpresa vino cuando regresaron Sky y Blonde: nada más entre ellos dos se habían conseguido con el resto de compañeros: 2 mujeres y 2 hombres. Las chicas iban vestidas de morado y azul, y los chicos de morado y amarillo. No les había dado tiempo de presentarse cuando un ruido metálico empezó a retumbar por las paredes de la sala. En un abrir y cerrar de ojos los barrotes de la puerta se alzaron hasta desaparecer entre la pared y la gran puerta de madera se abrió, permitiendo el paso.