La Otra

(Todo lo que hablamos me dejo girando la cabeza, tanto que tengo que sentarme de golpe y no puedo aterrizar ninguna idea, no puedo mi cabeza gira y gira sin parar, siento que hasta me estoy mareando. No puedo creer lo que acaba de venir a decirme. Es mentira, tiene que ser mentira, sí, es una broma, es una broma de muy mal gusto por parte de esa señora y de él, sí, tiene que serlo... Yo casarme con él, yo... Yo... Mi cabeza no puede dejar de pensar en lo mismo y por más que le doy vueltas y vueltas para dejar esto de lado no puedo encontrarle un final, no puedo parar de pensar en eso... ¿Por qué yo? ¿Por qué me propuso a mí casarme con él? No me habla, no me mira, no me ha dirigido ni una carta... Nada, ¿Por qué yo entonces? ¿Qué tengo yo de especial?)

--Diana.

(Mónica me obliga a aterrizar de donde quiera que andaba)

--¿Qué pasó mientras me fui?

--Pasaron muchas cosas y quiero contarte todo en el desayuno.

--Claro que si ya estoy libre así que vamos.

--Si vamos.

--Tienes cara de confusión, de asombro y podría decir que hasta de miedo, lo que te paso tiene que ser algo verdaderamente...

--La señora entro en tu oficina después de que tú te fuiste a la reunión.

--¿Qué te dijo?

--Que Fernando está dispuesto a casarse conmigo.

--¿No?

--Si.

--¿Esto es en serio?

--Sí.

--¿No estás jugando conmigo?

--No.

--O, ya se es una broma de tu parte no, que mala.

--Mónica no es una broma.

--No puedo creerlo.

--pues créelo.

--¿Dime que te dijo palabra por palabra?

--Vino y me dijo que Fernando está dispuesto a casarse conmigo y yo le dije que no lo creía y que si era cierto que viniera él, ¿Cómo manda a su madre a llevar esta clase de noticias?

--Exacto, sigue.

--Ella me dijo que en cuanto hable con él, vendrá a pedirme matrimonio.

--No puedo creer que esté pasando esto, él es un mujeriego empedernido amiga, eso no es fácil de olvidar.

--Lo sé y me dijo que puedo redactar un contrato prematrimonial para asegurarme que él sea fiel y que me darán un millón de dólares por cada año que yo esté casada con él.

--¿Qué?

--Como lo oyes.

--No sé que decirte, esto suena a trampa.

--¿Tú crees?

--Si no para que sería en millón de dólares que te van a dar.

--Es por cada año que estemos casados.

--¿Es para que soportes sus infidelidades?

--Bueno yo entendí que si redacto el contrato, eso no pasaría.

--¿Entonces para qué te van a pagar tanto dinero?

--No lo sé.

--¿Te dijo cuanto tiempo van a estar casados?

--No, de eso no hablamos.

--Esto es raro.

--¿Por qué?

--Bueno, él no te ha mirado en todo lo que has trabajado aquí y ahora sale con que se quiere casar contigo, es raro eso no crees.

--Si lo mismo pensé yo, pero tal vez ese dinero es para compensarme que no nos conocemos.

--No creo, si no ella te hubiera dicho algo.

--Le dije que si él quería casarse viniera a hablar conmigo y le voy a preguntar bien sobre el dinero.

--Si has eso, es buena idea.

--¿Me ayudarás a redactar ese contrato?

--Claro que si y es más, va a ser muy ventajoso para ti ya verás.

--Gracias.

--Ellos tienen muchas empresas de construcción, importación y cosas así aparte de este despacho y del nuevo que va a abrir, dinero es lo que les sobra, así que ese contrato será tu salvación en dado caso que él llegue a fallarte amiga.

--Gracias por ayudarme.

--Me das las gracias cuando el contrato esté listo.

--Ok, regresemos a trabajar... (Regresamos a la oficina y todo sigue igual, él me pasa, por un lado, cuando vamos para la oficina de Mónica y siento su roce al lado mío, me dio escalofríos tan solo sentir su roce, ya me fanatice creo yo, pero es tan guapo y como siempre no me volteo a ver para nada y eso me baja de la nube a la que yo misma me subo cada vez que lo veo, tengo que obligarme a bajar de ella para no darme buen trancazo y ahora me obligó a aterrizar mis ideas porque no lograré cumplir con mi trabajo si no despejo mi mente de todo esto que acaba de pasarme.

PAOLA

(Me siento tan desesperada por verlo ya pasaron varias semanas y nada de él, he estado a punto de marcarle para suplicarle qué vuelva, pero mi razón me dicta qué no, si él no ha llamado es por algo, si él quiso irse así como si nada también es por algo y no debo marcarle yo, pero esta desesperación que siento es horrible. A veces me pongo a llorar en la ducha, siento que así mis hermanas no me escuchan y no ven pues de todos modos ya cae agua por mi cara, pero si me han preguntado por mis ojos rojos y les contesto que me entró jabón. Que más puedo hacer, nada, lo extraño mucho, con el pase horas muy agradables aún qué platicáramos de cualquier cosa, nuestra conexión era muy buena yo no entiendo por qué se fue así, sin importarle nada. Llego al trabajo como siempre y mis compañeras de sisañosas, como las odio, son matices, chismosas, argüenderas, mala vibra y quejosas, tienen todo y no las soporto y más cuando me dicen que mi papacito ya no viene a verme, que ya se cansó de mí, cuando dicen eso no sé si sea cierto o no, él se marchó sin mirar atrás)

--Lista Paola.

--Gracias, señora.

(Llego y me acomodó en mi estación sin fijarme lo que hay a mi alrededor y trato de que sus comentarios se me resbalen, de verdad trato porque ellas me están asiendo mi trabajo detestable siendo que me encanta estar aquí, pero ellas son muy odiosas)

--No les hagas caso ya sabes como son.

--Lo sé, pero se me hace muy difícil soportarías últimamente.

--Solo es envidia, te aseguro que ninguna de ellas ha tenido un novio tan guapo como el tuyo.

--Son odiosas.

--Lo sé, tu tranquila... Ey muchachas ya basta a trabajar que para eso se les paga.

(Todas se clavaron en lo suyo, por lo menos se quedaron en silencio y que bien por qué ya sentía como retumbaba todo lo que decían de mí adentro de mi cabeza y me dedico a lo mío hasta terminar mi horario y hoy me toca quedarme a limpiar pues la que hasta ahora se encargaba de la limpieza se enfermó y cada día nos estamos turnando para limpiar el salón en lo que ella se recupera y en cuanto termino y veo que está todo reduciendo de limpio tomo una foto, quien lo diría que los teléfonos también sirven para tomar evidencias para después, también grabo un pequeño video para mandárselos a la jefa y ella misma pueda constatar qué si limpie como habíamos quedado qué lo haría. Cierro)

--Hola.

(Esa voz yo la conozco y veo en el reflejo de la puerta, me quede paralizada porque he pensado mucho en él y ahora está aquí, es eso, o mi mente me está jugando chueco y aparte estoy alucinando. Tallo mis ojos para comprobar que no sea una ilusión óptica o algo parecido. No, no es una ilusión él está aquí)

--Hola.

--Paola, perdón estos días sin ti fueron horribles y...

(No lo deje ni terminar me le eche encima y lo bese, eran tantas ganas de verlo, tocarlo y tenerlo enfrente que no pude aguantarme y me le eche encima a la primera oportunidad que tuve y él correspondió a mis besos y me abrazo en cuando me tuvo enfrente)

--¿Qué decías?

--Perdóname por haberme ido así la otra vez.

--Te perdono, pero no vuelvas a hacerlo sí.

--Jamás lo haré de nuevo.

--No sabes cuanto te extrañe.

--Yo también te extrañé muchísimo.

--Vamos a cenar algo me muero de hambre.

--Claro que si te llevare a un lugar muy bonito que me recomendó un amigo.

--Sí.

(Nos subimos a su carro y hablamos de como estuvimos extrañándonos el uno al otro, pero él me dijo que estuvo de viaje y por eso no podía venir a verme, pero en cuanto estuvo de vuelta en la ciudad vino a hablar conmigo y claro yo aún no sé donde trabaja)

--¿Ahora si me vas a decir donde trabajas?

--Soy... Empleado en un banco del centro.

--¿En serio?

--Si y tengo viajes para ver inversionistas.

--No sabía que eso hacían en los bancos.

--Hay muchas cosas que pasan en los bancos y la gente lo ignora, para ellos solo les importa que su dinero esté a salvo y que lo puedan gastar en lo que quieran.

--Ok... (Llegamos a un pequeño Diner a las afueras de la ciudad es pequeño, pero es bonito. Al entrar me fijo que casi no hay gente en este lugar, a lo mejor es por la hora ya pasan de las ocho de la noche. Conversamos de muchas cosas y en especial le conté que el abuelo de Liz nos regaló una casa y un auto a cada una, no le pareció mucho escucharlo, pero ni modo son obsequios qué no podemos rechazar. Después de cenar me llevo de vuelta a la estética pues ahí deje aparcado mi carro y le dije que me siguiera para que salude a mis hermanas y me dijo que no podía así que solo verá donde está la casa y después se va a la suya)

...