La Hija Fea

Eleonor esta en la mansión Robert le ha entregado su sello y su oficina, así como las joyas del marquesado.

-Son bastante.

-Mi madre casi no las uso, puedes hacer cambios si gustas, jaja la casa sigue decorada como la tía Susan la dejo

-En serio?

-Si, mi madre no modifico nada pues le gustó como estaba ordenada, solo las cortinas han cambiado, Pero ningún mueble ha sido renovado.

-No puedo creerlo, bueno a mí también me gusta, solo algunas pinturas ya están con humedad, de ahí no se ve nada en mal estado.

-Puedes cambiar lo que desees.

-Gracias.

-Bueno me voy, no vemos para comer.

-Robert... Solo una pregunta.

-Dime.

-No hablamos de los niños, quieres que me cuide o quieres que me embaracé.

-Amor, sería feliz con nuestro hijo, Pero tú cómo te sientes, quieres esperar?

-Si no te molesta quiero esperar un poco.

-Entonces así será, cuando estés lista, tú eres quien llevará el embarazo, estaré a tú lado consintiéndote.

-Eso espero, ahora ve, nos vemos más tarde.

Robert le da un beso y se va, ella organiza sus actividades y revisa la casa, en realidad él tiene razón, los muebles están en buen estado, los salones también, solo algunas pinturas y las cortinas deben ser renovadas.

-Esta casa es muy bonita.

-Si señora, la abuela del marqués sacó muebles muy viejos y dejó que la Sra. Susan decorara a su gusto, ella nunca se imaginó que ese matrimonio acabaría en divorcio.

-Sin ese divorcio, Robert y Michelle no estaría aquí.

-Si tiene razón.

Eleonor recorre la casa con el mayordomo, él le muestra todo.

-Está bien por hoy, iré a mi oficina.

-Señora, yo solo esperaba que el joven se casara para pedir mi retiro, este mayordomo ya está muy viejo, mi familia ha servido al Marquesado siempre, mi nieto está listo si usted así lo desea, yo mismo le he enseñado todo.

-Oh! Robert lo sabe?

-Si mi señora.

-Bien, entonces que venga mañana, confío en ti, que has servido a esta casa.

-Gracias mi señora, seguiré viviendo dentro del territorio.

Robert llega para comer con Eleonor, sus días en el Marquesado son felices y poco a poco se van acostumbrando a estar juntos, cuando viajan al puerto Eleonor aprovecha para visitar a su familia, ahí ella empieza a socializar, solo con ciertas damas, su madre le ayuda con eso

Sofía solo ha estado en su casa, pues su reputación quedó en el suelo y cada día está peor, espera una venganza.

-Ellos pagarán, sobre todo él, se atrevió a rechazarme, a ponerme en evidencia y todo por ella, una simplona que ahora presume por ser marquesa.

-Calma, nuestro plan va en marcha, ellos van y vienen del marquesado, poco a poco se confiarán y entonces actuaremos.

-Pero cuando, ambos están felices.

-Y eso será mejor, el marqués se ha enamorado, solo imagínate cuando le quitemos lo que más ama.

-Yo quiero matarla, le borraré esa sonrisa.

-Así será.

Sofía se va y aquella joven se queda con su cómplice.

-Esa mujer está loca.

-Es mejor, así la culparán solo a ella, como vas con los mercenarios.

-Ya está listo, hace un mes logré sacar uniformes del marquesado, mi tía trabaja en la lavandería del cuartel.

-No sospecharon?

-No, el paquete salió para ser destruido, yo saqué los uniformes y llevé el paquete parque fuera quemado.

-Bien, entonces cuando lo haremos, quiero a Robert implorando por su delicada esposa.

-Eres cruel, ella no tendrá oportunidad, se la darás a ella.

-Si, ella que se encargue de la marquesa.

-Preparare todo, no tardan en regresar al marquesado, la próxima vez que regresen al puerto atacaremos

Ambos se ponen de acuerdo, después le avisarán a Sofía quien es perfecta para que ella sea culpable de todo.

Robert va con Eleonor de regreso al marquesado, ambos van a caballo y es más rápido.

-Ir a caballo me recuerda cuando te Vi por primera vez como Zafiro.

-Jaja, cuando querías a Zafiro de amante.

-Es jamás lo pensé...

-Si claro.

-Bueno si, pero me enamore de ti y de ella jaja

-Mejor no digas nada.

Ambos apresuran el paso para llegar a su casa, solo es un par de días en caballo, todo en su vida parece estar en orden, Eleonor lleva sus actividades a la perfección, en las mañanas entrena con Robert.

-Eres muy buena.

-Lo sé.

-No seas presumida.

-Robert quien te entreno?

-Mi mamá y después el tío Noah.

-Porque le dice tío

-Solo es costumbre, lo conozco desde niño, él estuvo con nosotros y también crecí con Edward y Lisa.

-Ellos ahora están en Terán, son felices.

-Si, ver la transformación de Edward es impresionante.

-Nunca lo vi, no tuve la oportunidad.

-Algún día talvez.

-Sí, ojalá.

Ambos van a la casa se bañan y desayunan.

Iremos a ver a mi hermana, dará a luz.

-Bien, le compraré un regalo.

-Que sería bueno.

-No tengo idea, le preguntaré a mi mamá, ella me ayudará.

-Tienes razón, está es la lista de caballeros que fueron asignados al Marquesado.

-Esta Liam, por qué?

-El lo solicito.

-Estas de acuerdo.

-Si, sé que tiene una relación con Jade, no sé cómo acabará eso, pero si el quiere seguir aquí no hay problema.

-Pensé que iría a Terán.

-Creo que más adelante.

-Bien, por cierto mandé llamar a la modista, necesito unos vestidos y mi madre me dio muchas telas que trajo de la capital.

-A que modista?

-El mayordomo me dijo con quién mandas a hacer tus trajes, es la misma.

-Puede ser otra si gustas...

-Hay algún problema con ella.

-Mmm no.

Eleonor solo lo ve y se pone nervioso

-Ya dímelo...

-Bueno... Su asistente fue cercana a mi, se llama Irene.

-Ya veo -Le da un golpe en el brazo- Ya la mandé a llamar, así que veré su trabajo, si tu conocida da problemas, las mandaré de regreso.

-Me dolió, no creo, bueno me voy, tengo trabajo.

-Cobarde no huyas.

Robert salió corriendo y se fue a trabajar, al día siguiente la modista llegó muy emocionada pues si la marquesa es su clienta será bueno para ella, obviamente no sabe de los planes de su asistente.

-Marquesa que gusto, le mostraré mi trabajo.

-Gracias por venir.

La joven le pasa los catálogos, se ve nerviosa, pero Eleonor no la mira para no incomodar la

-**Pero Sofía decía que era fea y simple, si bien no viste muy colorido, ella es bonita**

Eleonor la ve y la recuerda, es la joven que llevaba unos trajes aquel día que le dijo que era una grosera.

-*No sabe que somos la misma persona* Madame, me gustan estos modelos, estás son las telas.

-Son muy bonitas, tiene buen gusto, la señorita Irene la medirá.

Eleonor con ayuda de su doncella se quita el vestido y quedó en bata, Irene solo la ve, ve su cuerpo esbelto muy bien proporcionado, toma las medidas y Eleonor vuelve a cambiarse.

-Sus medidas son perfectas, es usted una mujer muy hermosa.

-Gracias mándame, entonces le encargó mis vestidos.

-Claro, nos vamos.

Irene solo se despide, no puede creer que ella es hermosa, con ese cuerpo es lógico que Robert haya perdido la cabeza.

-*Esa felicidad no durará mucho*

Eleonor solo las ve desde lejos.

-Todo en orden?

-Sí, manda a llamar al capitán.

-Si señora.

Ella en su despacho ordena algunos documentos.

-Señora me mandó a llamar?

-Si, el caballero Liam ya se reportó?

-Si, el día de hoy.

-Podría llamarlo, él quedará bajo mis órdenes

-Como ordene, me retiro.

-Gracias.

Liam fue corriendo a verla, entra al despacho y ella está viedo el gran ventanal.

-Marquesa...

-Liam, te tengo una misión

-Lo que pida.

-Quiero la información de Irene la asistente de la modista.

-Claro.

-No preguntarás por qué?

-No.

-Bien, fue amante de Robert, nadie puede ser tan calmado, ella no hizo ningún gesto, su mirada era externa.

-Piensa que sigue viendo al marqués?

-No, Pero ella no es de fiar, llámalo sexto sentido si quieres, solo averigua lo que pedí.

-Como ordene mi señora.

Liam sale y sabe lo que tiene que hacer, Eleonor, solo supone que talvez aquella joven planea algo como intentar regresar con Robert, aun así debe saber todo de ella.