LA VIDA DE LA SOMBRA DEL VILLANO

La repentina muerte de Número Dos hace dos meses a manos de esos asesinos, seguida por las pérdidas de Seis, Nueve y Diez durante un segundo ataque contra el joven maestro, generó una división entre los demás guardias sombra y yo, al punto de que ahora no existe ninguna comunicación entre nosotros.

Esto llegó al punto en que incluso dejaron de enviarme provisiones.

Sin órdenes que seguir y alimentándome únicamente con las raciones que tomo del joven maestro, lo único que he hecho en este último mes es buscar un lugar adecuado para enterrar a Seis, Nueve y Diez.

Hoy es el día en que el joven maestro se dirige a la montaña de los mil fantasmas, razón por la cual no puedo evitar sentirme nerviosa.

Verificando si no he olvidado nada, noto que mi bolsa de raciones está vacía. Me pregunto si Tres está cumpliendo con la orden del joven maestro.

Negando con mi cabeza siento que eso es demasiado absurdo, “¿Debería preguntarle a Tres?”.

Dando un leve suspiro, hago a un lado esa idea. Tres es el guardia sombra en quien más confía el joven maestro, por lo que siempre está a su lado. Si me acercara después de recibir la orden de mantenerme distante, sería una clara señal de desobediencia.

Suspirando, me coloco de cuclillas, mirando a la distancia al joven maestro que se adentra a la montaña de los mil fantasmas.

Ya que no tengo raciones lo mejor será guardar energía hasta que encuentre algo que pueda ingerir.

[Treinta minutos después].

—¡Esto es simplemente patético! ¡Como pueden enviarme a un lugar así!

Sintiéndome sorprendida, los gritos repentinos del joven maestro me hacen levantarme rápidamente. Sin embargo, al instante dejo escapar un suspiro.

“El maestro parece muy molesto, si sigue gritando así... temo que si sigue gritando así, podría atraer a una bestia demoníaca.” pienso internamente, volviendo a tomar asiento.

Sintiendo como si mi respiración se detuviera, miro aterrada hacia el joven maestro, quien camina molesto, quejándose abiertamente en voz alta.

“Esto es malo...”

—¡Roar!

Interrumpiendo mi línea de pensamiento, un fuerte gruñido resuene a la distancia, helando el aire a nuestro alrededor.

Rápidamente me levanto, viendo a la distancia cómo la bestia demoníaca de tercer nivel se acerca rápidamente. Desplazando mi mirada hacia el joven maestro para verificar su situación, observo incrédula cómo acaba de despertar a un demonio planta de nivel uno.

La planta demoniaca que acababa de ser despertada lanzó un ataque rápido dirigido hacia el joven maestro el cual permaneció aturdido en su lugar.

Tres, que ya se encontraba alerta, saltó sin dudarlo para cubrir al joven maestro, resultando herido en el proceso. Sin perder tiempo, Tres toma la delantera para atacar a este demonio tipo planta, mientras Cuatro, Cinco, Siete y Ocho luchaban contra el gran demonio tigre, que había sido despertado por los gritos del joven maestro.

Dirigiéndome hacia ellos, intento ir a ayudar, pero me detengo al ver al joven maestro, recordando las órdenes del ama de llaves y de Cero.

Retrocedo, impotente, mientras una ola de frustración me invade al observar la escena que se desarrolla frente a mis ojos.

“¡Estúpido!”, es lo único que puedo pensar al ver al joven maestro.

Tomando varias hojas cercanas, infundo en ellas una porción de mi energía y las lanzo hacia el demonio tigre.

Lo que antes eran simples hojas verdes y frágiles se transforman en afiladas cuchillas, impregnadas con mi energía que al impactar en el demonio, logran distraerlo momentáneamente, obligándolo a recibir los ataques en conjunto de Cuatro, Cinco, Siete y Ocho.

—¡Grrraaaooo!, —Rugio con dolor el demonio tigre.

Al percatarse de mi presencia, el demonio tigre, envuelto en llamas, corrió hacia mí con la intención de atacarme.

“Perfecto”, pensé, mientras una fría determinación recorría mi cuerpo.

Desenvainando rápidamente mi espada, me dirijo hacia un lugar apartado, lejos de la vista del joven maestro, asegurándome de que no descubra que he desobedecido su orden.

Observando la gran montaña, intento perder al demonio tigre que corre frenéticamente detrás de mí, el cual lanza ataques de fuego mientras me desplazo rápidamente para evitar sus embestidas.

—¡Cling!

Al bloquear el ataque de sus garras con mi espada, el sonido metálico retumbó en el aire. La fuerza detrás de su golpe fue tan brutal que sentí una presión intensa sobre mi cuerpo, como si tres enormes piedras se estuvieran apilando sobre mí.

“El joven maestro es realmente sorprendente, solo necesito unos minutos para llamar a una bestia demoniaca de alto nivel”. Pienso internamente con frustración.

Canalizando mi energía en mi espada, esquivo rápidamente y dirijo un ataque que logra herir gravemente al tigre.

En respuesta a esto, el tigre que se encontraba moribundo movió sus grandes garras contra mi.

Acababa de perder toda mi energía en ese último ataque, haciendo que mi cuerpo se sintiera tan rígido qué fuera imposible para mi moverme de mi lugar.

Era tan frustrante, no puedo creer que terminaría en la misma situación una y otra vez. Solo puedo culpar a mi propia incompetencia.

Reuniendo mismo últimas fuerzas, me muevo ligeramente a un lado esquivando uno de sus ataques.

Al mismo tiempo puedo escuchar el sonido de una flecha disparada pasar a mi lado impactando contra el gran demonio tigre, logrando bloquear el segundo ataque.

—¡Sssshh! ¡Plof!

“¡Siete!”, pienso con urgencia, girando la cabeza hacia la dirección de la flecha disparada. Ahí, veo a Siete, con su rostro oculto tras una máscara de demonio, sosteniendo un arco. A su lado, Cuatro, Cinco y Ocho se lanzan al ataque, coordinando sus movimientos para embestir al demonio al mismo tiempo.

“¡Uff! Eso estuvo cerca”, digo internamente, tocando mi pecho agitado mientras trataba de calmarme. Mi mirada, llena de temor, se posó en el gran demonio tigre que yacía inerte, víctima del ataque combinado de los cuatro.

—¿Uno?

Puedo escuchar la voz de Tres preguntar detrás de mi, razón por la que me giro sorprendida para verlo.

Cubriendo su hombro herido, observó a Tres el cual me observa con ojos abiertos.

En respuesta, asiento débilmente mirando con confusión a todos, los cuales permanecieron en silencio mirándome fijamente.

Tosiendo, Tres dijo con indiferencia, —Creí qué habías muerto.

“Eso explica muchas cosas”.

Hace un mes casi muero en ese ataque de asesinos, no... morí, pero por alguna extraña razón estoy viva. Era algo normal que Tres qué me miró recibir una apuñalada creyera qué había muerto, además de que no mandé ninguna alerta, ya que no hubo un tercer ataque.

Volviendo a mis sentidos, miro a mi alrededor en busca del joven maestro sin encontrar rastro de su presencia.

—¿Donde esta el joven maestro? —Pregunto confundida.

Con un tono indiferente, Tres respondió, —El joven maestro temía que el tigre volviera, por esa razón nos envió a acabar con él, ya que la misión fue cumplida entonces volvamos.

“¡Eso debe ser una broma! ¡¿Que hacemos si despierta a otro demonio?!”.

Tomando una pildora dada por Tres corro rápidamente hacia el lugar en el que podría estar el joven maestro que se encontraba sin supervisión.

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...Clases Con Uno...

...Niveles de las bestias demoniacas...

Las bestias demoniacas, después de que pudieron formar su núcleo avanzarán a:

Bestias demoníacas de bajo nivel (1-3)

Bestias demoníacas de nivel medio (4-6)

Bestias demoníacas de alto nivel (7+)

Etapa de la Transformación (10)

Una vez que una bestia demoníaca superaba el décimo grado, se le asignarían los mismos títulos de base de cultivo que a los cultivadores humanos.

Aunque cultivo es más lento, obtienen una gran cantidad de poder y fuerza con cada nivel que avanzan. Por esa razón un cultivador en el reino de Erudito de noveno nivel no podría ser suficiente para vencer a una bestia de tercer nivel incluso se ambos se encuentran en el tercer nivel.