En La Trampa De Un Mafioso

Osiris sonrió al ver la expresión de René, quien creía estar saliéndose con la suya. Victor por su parte no dejaba de mirar como Osiris actuaba tan presuntuosamente y sin una pizca de vergüenza.

René clavó la mirada en Osiris cuando vio como ella tocaba el brazo de Víctor mientras ella sostenía la mirada en él.

— Una mujer llamó mientras dormías— Dijo Osiris mostrándose curiosa.— Tal parece que no soy la única en tu vida.

René abofeteo a Osiris, por hablarle de ese modo.

— ¡Recuerda cuál es tu lugar!— grito

— Si, amo — contestó Osiris.

La escena es intensa y llena de tensión. René está perdiendo el control y su ira hacia Osiris es palpable. El abofetón que le da es un claro indicio de su frustración y su deseo de mantener el control sobre ella.

Osiris, por su parte, parece estar disfrutando del juego de poder que está jugando con René. Su respuesta, "Si, amo", es una clara indicación de que ella está jugando con fuego y que está dispuesta a llevar la situación hasta el límite.

Víctor, que ha estado observando la escena, parece estar cada vez más intrigado por la relación entre René y Osiris. Su mirada intensa y curiosa sugiere que está tratando de entender qué está pasando entre ellos.

La tensión en la habitación se volvió palpable. Víctor observó a Osiris con una mezcla de admiración y desconfianza, mientras que René, furioso, no sabía cómo reaccionar a esa insolencia.

— No te atrevas a jugar conmigo — dijo René, acercándose a Osiris con el ceño fruncido. — Te lo advierto, no tienes idea de lo que soy capaz.

Osiris sonrió, y con un destello de desafío en su mirada

—¿ Quieres que te tenga miedo?— preguntó Osiris.

Víctor, intrigado por la interacción, se cruzó de brazos y observó el juego de poder entre ellos.

— Interesante... — murmuró Víctor, sin apartar la vista de Osiris. — Tal vez deberías dejar de subestimar a tu amante, René. Ella parece tener más agallas de las que pensabas.

René, sintiendo la presión de la situación, se volvió hacia Víctor.

— ¿Tú qué sabes de ella? — preguntó con desdén. — No te engañes, ella es solo un objeto sexual, y como tal, debe cumplir su propósito.

Osiris se rió suavemente, disfrutando de la tensión que había creado.

— Un objeto que no puedes dominar — dijo.

René apretó los dientes, furioso ante la insolencia de Osiris. Ella lo miraba desafiandolo, algo que no pudo soportar y termino golpeandola frente a Victor.

— ¡Maldita perra!— Exclamó mientras la golpeaba en el suelo.

Víctor observa la escena con una mezcla de horror y fascinación.

Osiris, por su parte, no se rinde. A pesar de los golpes, sigue mirando a René con desafío y odio. Su mirada es intensa y parece estar diciendo que no se rendirá.

— Esa mirada que tienes voy a quitartela — Dijo René.

De repente, Víctor se acercó a René y lo detuvo.

—Basta—Dijo, con su voz firme y autoritaria— Vas a matarla.

René se vuelve hacia Víctor, su rostro enrojecido por la ira.

—¿Por qué te importa?— preguntó, molestó.

Víctor miro a Osiris, que seguía en el suelo, sangrando y dolorida.

René se rió, mientras golpeaba con brutalidad a Osiris.

— siéntete culpable por ver cómo mi amo, me golpea— dijo Osiris con voz fuerte — Tengo que sufrir diez veces más que esto.

Víctor sorprendido le quitó de encima a René. Recordando la llamada que había tenido hacía pocas horas, sintió como Osiris parecía estar detrás de esa llamada.

—¿Qué has hecho? —dijo Víctor, su voz vibrante con preocupación. Se agachó junto a Osiris, ignorando la furia que emanaba de René.

Osiris, con el rostro marcado por la brutalidad, levantó la vista y sonrió con una mezcla de desafío y resignación.

Víctor sintió una punzada de rabia. Miró a René, cuya expresión era de pura furia y desdén.

— Esto no es un juego —dijo Víctor, sus palabras cargadas de una gravedad que resonó en la habitación— Mírala, la golpeaste demaciado.

René soltó una risa burlona, la ira aún chisporroteando en su mirada.

— ¿Y tú qué harás al respecto? —replicó, desafiándolo—. ¿Acaso crees que puedes salvarla? Ella es solo una herramienta para mí.

Osiris, aún en el suelo, miró a Víctor con una mezcla de esperanza y desesperación.

—Vete —dijo, aunque sus ojos mostraban la fragilidad de su situación.

Víctor, sin embargo, no podía ignorar la injusticia.

— Esto tiene que parar, René. Te estás perdiendo en tu propia locura —dijo, su tono firme pero preocupado.

René se acercó a Víctor, su rostro a centímetros del suyo.

— ¿Y qué? ¿Vas a ser el héroe que salve a la damisela en apuros? —su voz era un susurro amenazante—. No tienes idea de lo que soy capaz.

Pero Víctor, en ese momento, no se sintió intimidado.

—La llevaré al hospital —dijo, señalando a Osiris en el suelo— No te sirve de nada una mujer que está llena de sangre y moretones.

Osiris, aún en el suelo, tomó un profundo aliento y se puso de pie, cubriendo las heridas con una dignidad que parecía inquebrantable.

— Llévatela, no quiero verla ahora — dijo René acercándose a Osiris.

— René lo siento, creí que tenías a otra mujer — contestó Osiris— Me excedí y termine provocando esto.

Víctor, aún furioso por la situación, tomó a Osiris del brazo y la llevó hacia la puerta.

— Vamos, te llevo al hospital —dijo con determinación, sabiendo que necesitaba actuar rápido.

Mientras caminaban, no pudo evitar mirar a Osiris de reojo, preocupado por su estado. Ella, aunque herida, se mantenía erguida, mostrando una fortaleza que sorprendía.

— ¿Por qué hiciste eso? —preguntó Víctor, su tono serio. — Eres tonta o te gusta que te traten así.

Osiris suspiró.

— Tengo mis razones— contestó.

Víctor frunció el ceño, tratando de entender su lógica.

— Pero enfrentarlo de esa manera… ¿no sabías que solo iba a empeorar las cosas? —dijo, inquieto.

Osiris sonrió débilmente.

— No eres tan diferente a él, recuerda que mataste a ese hombre ... Mi hombre — contestó.

La respuesta de Osiris resonó en Víctor.

— Así que eras tú... La persona detrás de esa llamada— dijo Víctor.

— Bingo— contestó Osiris— Por poco muere tu hermanita.

Continuaraaaa