El Diario De Supervivencia

Traumático, esa es la palabra que utilizaría para definir todas las cosas que el verdadero Niwedd pasó. Este hotel fue la creación de sus traumas, o también, el no pedir ayuda a tiempo puede ser otra razón. Soy el que tiene los recuerdos. Hay partes que están borrosas, pero creo recordarlas. Supongo que fue hace menos de veinte años atrás la raíz donde surgió todo esto. En ese entonces, la organización del hotel estaba a cargo del padre de Niwedd. El hotel, al ser un lugar de hospedaje en medio de la nada, era también el hogar del Niwedd de nueve años. Había habitaciones apartes en el hotel, que era para ellos y quien sabe quien cuidaba de su verdadero hogar, el cual, no sé donde está, no recuerdo su verdadera casa. Igualmente, no es tan importante el saberlo o no.

El padre de Niwedd, podría volverse algo violento, o más bien, era una persona muy impulsiva, que en lugar de querer resolver los problemas de la mejor manera, los resolvía a golpes, que eran más que nada dirigidos hacia aquella mujer a la que Niwedd tanto cariño y aprecio le tenía, su madre, Wendy. Esa mujer, siempre se veía golpeada, claro, como vivía en el mismo hotel en el que se hospedaban muchas personas, no se le era permitido salir por las marcas y cicatrices de los golpes. Mientras aquel hombre atendía a las personas con una gran sonrisa en su rostro, Wendy lloraba destrozada en un cuarto del cual no puede salir. Niwedd, al menos la visitaba todos los días, y le daba comida, siempre le daba albóndigas, ya que era alimentos que no le gustaban a los clientes y eran los que más se desechaban, entonces Niwedd aprovecho eso para que en lugar de que sean tirados, sean comidos por su madre y así no muera de hambre. Siempre Niwedd le insistía a su madre que coma cuando su madre era terca al comer por la depresión guardada en sus adentros, llegaban puntos en los que ni siquiera comía, y eso hacía romper al pobre niño desde adentro. Por más que su madre lo abrace con cariño, por más que bese su cabeza, por más que ella besara su cuello a causa de la confusión por los maltratos vividos, o por más que le estrechara la cabeza contra la pared por ser igual que su padre, él no quería que su único ser amado muera, su mamá era lo único que le quedaba y siempre quería verla comer para que se mantenga viva.

Lastimero fue el día en que todo pasó. Un hombre ardido en furia, una mujer indefensa y mentalmente inestable, un niño llorando por piedad. Todo, de todo paso ese día. El hombre se pasó con los golpes ese día, recuerdo el sonido del crujir de los huesos rotos retumbar por toda la habitación reducida, los gritos de Wendy antes de morir por lesiones graves, los insultos que daba hombre al cada vez dejar una nueva marca en la piel de Wendy, y los golpes que aquel niño recibió al interferir en tales actos demacradores. Los gritos del niño por todo el hotel, fueron los que alertaron a las personas al saber que situación es la que provocaba tanto alboroto. Recuerdo las miradas de espanto de las personas que miraban el cuerpo inerte de la mujer, junto con el cuerpo de aquel hombre, que le hizo tanto daño, estando también el suelo y con una herida de bala en la cabeza, que él se provocó así mismo, presa seguramente de un pánico ridículo, ya que aquel hombre sabía en lo que se estaba metiendo en el momento en que empezó a ser violento con su mujer.

Desde ese fatídico día, donde las autoridades pisaron el hotel de tres estrellas, la familia Dyclou se volvió una de las más conocidas por su escalofriante historia, de la cual, poco se conoce, la única persona que sabe la verdad tras las paredes de aquel horroroso hotel, era el menor de toda la familia, Niwedd Dyclou, mismo niño, que terminó siendo llevado a un lugar de adopción, del cual, nunca salió hasta que cumplió la mayoría de edad. Era de esperarse que eso sucediera, ¿Quién adoptaría a un niño con toda esas cantidades de traumas vividas?, un niño que era golpeado algunas veces por sus padres, pero las peores, era cuando su madre lo golpeaba o abusaba sexualmente de él, luego tenía que ser espectador de los golpes violentos que su padre le daba a Wendy, por último, tuvo que vivir con la imagen de su madre muerta en el suelo y un poco del cerebro sobresaliente de su padre. Una imagen que era repugnante para un pobre niño de esa edad, y cruel a la misma vez. Nadie, absolutamente nadie quisiera lidiar con aquellos problemas que el niño tuvo que cargar día a día, mediante preguntas que se hacía sobre lo que estuvo bien o lo que estuvo mal, mayormente, la pregunta que más rodeaba en su cabeza, era si todo era su culpa.

Niwedd, una vez que ya era un chico mayor de edad, salió de aquel orfanato en el que se encontraba y camino sin parar. Parecía una caminata ridícula de dar, hasta que la caminata de aquel chico se detuvo en el hotel, el hotel abandonado del que todos se olvidaron. Estaba hecho un desastre, pero a Niwedd no le importaba, solo se adentraba a el y miraba todo el lugar recordando aquellas escenas fatídicas que no logro quitar de su cabeza, justo en ese momento, fui yo el primero en aparecer, luego aparecieron los demás, la última personalidad en aparecer, fue Niwedd.

A pesar de todas las cosas que sufrió el verdadero Niwedd, no tengo el porqué cambiar para mejor, solo hago lo que hago por diversión y porqué este es mi cuerpo ahora, ya no es perteneciente a ese Niwedd, lamento mucho lo que vivió, puesto que lo tengo en mi memoria y los demás no lo saben, pero creo que todo es mejor así, todos estamos bien de este modo y decidimos dejarlo así. El único que tiene un problema con compartir este cuerpo, es Niwedd. No dejo de pensar que si el verdadero hubiera sido consiente, seguramente estaría igual de mal que lo está Niwedd ahora, pero bueno, que se le va a hacer, nada se puede hacer ahora y nada se hará nunca.