Diana es una chica que fue criada en un orfanato, donde al cumplir la mayoría de edad debe emprender su camino. Mientras tanto fue ocultada del sacerdote del orfanato por una monja, ya que aún no era capaz de alzar el vuelo sola. Veremos qué le dejará el futuro a la joven Diana
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Capítulo 24
¿ Qué harás en la noche? Preguntó Diego.
- Tenía pensado ir a visitar a la hermana sol Inés y al sacerdote al orfanato. Fueron buenos conmigo y me ayudaron con la mudanza, sin mencionar que antes me dieron alojamiento.
Diana notó que luego de su comentario Diego cambio de actitud al instante, como si le molestara que fuera a visitar el orfanato.
- No vayas hoy, promételo. Insistió él.
Fue tanta su insistencia y su exaltación que Diana prometió no ir para que él se calmara. Al ver que lo prometía se quedó más tranquilo. Luego de un rato le informó a Diana que se iría. Antes de marchar la hizo prometer que no sabría y tampoco le habría la puerta a nadie sin comprobar quien era y mucho menos al sacerdote.
Esta última petición le pareció extraña. Acaso sospechaba de los gustos del sacerdote por ella, suponía Diana para darle una respuesta lógica a su exigencia. Así lo hizo. Una vez que Diego se fue mi ella solo tenía cabeza para reflexionar sobre que era su novia, que lo había besado y que todo iba muy rápido.
Diego salió cómo alma que se lo lleva el diablo hacia el orfanato, entró hecho una furia por la recepción exigiendo ver al sacerdote. Fue grande si decepción cuando le informaron que ya no radicaba allí, había sido trasladado esa misión mañana hacia otra parroquia lejana.
El inconforme con que no pagara sus actos exigió ver a un superior para informarles su comportamiento. Le concedieron una reunión con el sacerdote mayor que se encontraba en el lugar en espera del sustituto que llegaría en la tarde. Allí dejó dicho lo que vio, mencionar lo ocurre hacía que la ira se apodera de él, notando como alteraba sus puños con cada palabra.
El sacerdote en jefe le agradeció su testimonio, lo acompañó a la salida prometiendo que haría justicia y sería retirado de su cargo. Diego marchó complacido a casa, pero en realidad el sacerdote en jefe no pretendía desenmascarar a Alexandro. Iba a dejar todo así, no quería perderlo y eso pasaba frecuente en la comunidad religiosa.
Alexandro llegó a su nuevo hogar. Era una pequeña comunidad rústica, abundaban los aldeanos y la parroquia no era muy grande, había pocos habitantes. Por dentro estaba feliz de haber salido ileso, de ser descubierto los hubiera perdido todo. Eso no lo deseaba.
Diego fue hasta su casa más calmado, pero la tranquilidad le duró poco. Justo en la entrada tenía una sorpresa. Era Carlotta que lo esperaba vestida de conejita para pasar un rato. Carlota era alguien con quien practicaba sexo casual desde hacía un tiempo, pero sin compromiso, era solo sexo.
Verla así en la entrada lo hizo sudar y dudar. Con Carlota lo pasaba realmente bien y luego de la tención sexual que traía no le vendría nada mal aliviarse un poco. Carlota tampoco ayudaba a que no cediera, ya que en cuanto lo vio se le acercó y en tono provocador le dijo al oído que era toda suya, acompañado de un beso en el cuello.
Casi se iba a dejar llevar cuando di móvil sonó. Tenía a Carlota flotando su trasero con su intimidad mientras él abría la puerta apresurada. Al ver la llamada era Diana. Esto hizo que volviera a su realidad de lo que había prometido en la mañana, sería fiel por ella. Tomó a Carlota de la cintura y la separó de su cuerpo.
Ella no entendía lo que ocurría, era la primera vez que se negaba a un encuentro con ellos. El era un gran amante y lo pasaban bien juntos. El la invitó a pasar y le confesó que estaba comprometido y esas cosas no podrían seguir ocurriendo. En un inicio ella
sonreía pensando que era broma y cuando entendió que no era así lo inspeccionó buscando fiebre.
Sólo una enfermedad podría justificar si actuar. Una mujer, que mujer. Hasta el momento por si cama habían pasado mil bellas mujeres y nada, era duro de creer. El se mantuvo firme hasta que ella comprendió que iba en serio y se marchó. No muy contenta pero lo hizo. Fue sólo así que el llamó a Diana.
Que quedarce con el sacerdote siempre algunos siempre les gana la tentación.
esta buena la novela