Elody dalton es una chica millonaria y soltera más codiciada desde que rompió con su novio Ethan Robles el más grande influencer de Atlanta, ella trata de vivir la vida a su manera, pero al cumplir sus 24 años su papá comienza a buscarle un prospecto para el matrimonio, desde su primer amor decidió no crees más en eso porque los cuentos de hadas solo son fantasías.
Por otro lado, está Gabriel Montalvo, el hombre más codiciado de toda la ciudad de Atlanta y el multimillonario que todas desean, pero es una persona fría y sin corazón que no le interesa nada el matrimonio o el tener una relación y tampoco es de los que se mezcla con cualquiera.
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Capítulo #24
Gabriel llegó a la empresa y ya todos estaban trabajando, pues, el desayuno, aun intentando que terminara, se retrasó un poco más de lo que él tenía planeado, así que entró en el ascensor mientras todos lo miraban y murmuraban que el mismo había roto una de sus normas al llegar tarde.
—Leonor: buenos días, señor. (Dijo levantándose de su silla detrás de su pequeño escritorio)
—Gabriel: vamos a mi oficina. (Dijo mientras caminaba)
Entraron en la oficina y comenzaron a discutir cosas sobre el trabajo preparándose para una reunión, así que Leonor salió de la oficina para ver que todo estuviera en orden y para recibir a los inversionistas.
📲—Gabriel: necesito que nos veamos, tengo algo que decirte.
📲—Alonzo: está bien, si estás en la empresa puedo ir ahora.
📲—Gabriel: ahora tengo mucho trabajo, pero iré a tu apartamento esta noche.
📲—Alonzo: está bien.
Toc Toc
—Gabriel: pasa. (Dijo poniéndose de pie y tomando sus documentos para la reunión)
—Leonor: ya todo está listo, señor. (Dijo mientras esperaba en la puerta de la oficina)
…………………………………
—¿Lulú: ya estás dispuesta hablar? (Pregunto mientras salían de clases)
—Elody: realmente no hay nada que decir más que es un cretino. (Dijo mientras caminaba con enojo)
—¿Lulú: porque estás tan enojada? (Pregunto mientras le miraba caminar a toda prisa)
—Elody: no estoy enojada. (Dijo intranquila)
—Lulú: bueno, en ese caso dime que está pasando porque se nota que algo te pasa Ely eres mi mejor amiga y te conozco bien. (Dijo mientras la tomaba del brazo y le daba la vuelta para mirarla a la cara)
—Elody: no me volvió hablar después de lo que pasó en la casa de campo y hoy fui a desayunar con su mamá y resulta que invitó a una chica a cenar con ellos. (Dijo mientras bajaba la mirada)
—¿Lulú: quién es esa chica? (Dijo mientras la miraba con enojo también porque comprendía lo que a su amiga le pasaba)
—Elody: supuestamente es una inversionista de su empresa, se llama Adriana Dalton, pero no se cansó de hablar con su doble sentido y sonreír como toda una hipócrita. (Dijo mientras trataba de calmarse)
—Lulú: espera….. ¿Estás celosa? (Pregunto preocupada)
—Elody: no, pero me molesta que ella haya dormido en casa de su mamá, él estando comprometido conmigo y que para el colmo después de haberme ignorado quería que me subiera al auto con el cómo si nada hubiese pasado. (Dijo tratando de sacar lo que le molestaba con su amiga)
—¿Lulú: y si vamos a su empresa y lo enfrentamos? (Preguntó firmemente)
—Elody: no podemos ir a su empresa y armar un escándalo, sería la primera plana de mañana, la prometida del magnate de los Montalvo le arma un escándalo en su empresa. (Dijo sin tener idea de que hacer)
—Lulú: en ese caso podemos hacer una cita y entras a su oficina y hablan en privado, quizás te sientas mejor y no armamos un escándalo. (Dijo tratando de ayudarla)
—Elody: eso suena mejor, pero llama tú. (Dijo mientras se sentaba en un banco fuera de la universidad)
Lulú llamó a la empresa y habló con Leonor, la cual le había apartado una cita para ver a Gabriel después de la reunión, así que Elody y Lulú salieron con destino a la empresa.
Al llegar todos se quedaron mirándola y murmurando sobre lo que le sobraba y lo que no para ser la prometida del más grande magnate de la ciudad, pero lo que todos se preguntaban era que hacía en la empresa.
—Elody: es impresión mía o todos me están mirando? (Pregunto mientras miraba a todas partes disimuladamente)
—Lulú: claro que tienen que mirarte y murmurar, eres la prometida del jefe, y por eso te criticarán sin piedad. (Dijo mientras llegaban a recepción)
—¿Recepcionista: hola en qué podemos ayudarle? (Pregunto sonriendo y cortésmente)
—Lulú: tenemos una cita con el señor Montalvo. (Dijo tranquilamente y sonriendo)
—¿Recepcionista: sí, ustedes son las señoritas Elody Dalton y Lulú Matos? (Pregunto respetuosamente)
—Lulú: sí. (Dijo tranquila)
—Recepcionista: suban hasta el último piso, allá la llevarán a la oficina del señor Montalvo, también tengan estos gafetes para que puedan reconocerlas. (Dijo muy profesional)
—Elody: muchas gracias. (Dijo nerviosa)
Así que tomaron el ascensor y mientras subían hasta el último piso, Elody no dejó de estar nerviosa y sus manos comenzaron a sudar y fue entonces cuando el ascensor sonó para detenerse.
—Lulú: respira, no te pongas nerviosa o él lo notará, debes actuar con tranquilidad. (Dijo mientras le acomodaba la ropa)
—Leonor: buenos días, señoritas, ahora mismo el señor Montalvo está en una reunión, pero no tarda por favor, señorita Dalto acompáñeme y usted señorita puede esperar aquí. (Dijo mirando a Lulú y llevando a Elody hacia la oficina del Gabriel)
Cuando la puerta de la oficina se abrió los ojos de Elody se iluminaron, pues aquella oficina era como un sueño, todo era delicado y cada cosa encajaba en su lugar, ese ventanal con vista a la ciudad deslumbró sus ojos.
—Leonor: señorita, usted puede esperar aquí, el señor Montalvo no tarda. (Dijo saliendo de la oficina sonriendo)
Mientras esperaba se quedó mirando por el gran ventanal estaba tan sumida en sus pensamientos observando la hermosa vista a la ciudad que no se percató de que Gabriel había entrado en la oficina, así que le llegó ese olor tan peculiar que había olido aquella noche y que no salía de su sistema, pero aún seguía pensando que eso solo estaba en su cabeza.
—¿Gabriel: es una hermosa vista, no crees? (Pregunto tranquilamente mientras estaba parado detrás de ella, habiendo que ella se exaltara del susto)
—Elody: oh santo cielo, quieres que me dé un infarto al corazón. (Dijo respirando agitada y poniéndose la mano en el pecho)
—¿Gabriel: no fue mi intención asustarte, que haces aquí? (Pregunto con frialdad y sin ninguna expresión en su rostro)
—Elody: necesito hablar contigo de lo que pesó aquella noche en la casa de campo. (Dijo mientras bajaba la cabeza con vergüenza)
—Gabriel: no te preocupes, por eso estábamos ebrios, no es nada. (Dijo mientras miraba documentos)
—Elody: en serio, qué ridículo fue pensar que podía hablar contigo, quizás tu tipo sea la chica que estaba en casa de tu madre. (Dijo mientras intentaba salir de la oficina, pero era detenida por Gabriel, quien la tomó del brazo y la acercó hacia él)
Hola chicas gracias por todo el apoyo brindado en todas mis novelas, espero que esta novela les esté gustando y el día de mañana les tengo un maratón de capítulos así que no se lo pierdan.
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Los quiero 🧡