Extraños

Nit

Al despertar y ver aun Alessandro desnudo en la cama, fue fantástico, aunque lo imagine, fue más excitante la realidad. Me vesti, pero sin la ropa interior esa la guardé en mi bolso y solo me puse el vestido. No sabía que hacer, él aún sigue dormido, si me voy o espero que se despierte, decidí salir de esa habitación.

Decidí esperarlo mientras observo su casa y la vista hermosa de su sala, pero fui a la cocina para preparar el desayuno, me recogí el cabello que estaba hecha un desastre y sonreí al recordar que él que me dejo hecha un desastre esta dormido en esa habitación.

Huevos revueltos con jamón queso y unas tostadas, no es lo mejor que se puede hacer, pero si lo mejor que me queda, también hice café, espero que no se moleste por usar sus cosas. Ya casi terminando y alistando la bandeja para llevarle el desayuno a la cama, tal como si fuera de película, pero se me adelanto y lo vi llegar a la cocina con un rostro de preocupación.

-Buenos días- salude y me regalo una sonrisa- ¿Pasa algo? ¿Por qué esa cara? - un poco de preocupación paso por mi mente, ¿será que si le molesto que cocine?

-Creí que te habías ido sin despedirte, salí corriendo al notar que no estabas a mi lado- no pude evitar reír, exactamente eso quería hacer, pero esto no es una película y decidí quedarme.

- ¿Al estilo película? - pregunte con ironía dándole el café recién hecho, puedo darme cuenta que solo anda en ropa interior y es sexi verlo así.

-No te juegues, ¿de verdad te irías? – lo miré fijamente por unos segundos y le sonreí.

Negué.

-Solo hice el desayuno- le di el plato y me senté frente a él con mi taza de café.

Desayunar con él es otra experiencia hermosa que disfruto mucho, me alegra haberme quedado y no huir, pero siento cada vez mas que es cuestión de tiempo que se entere sobre lo que hice en el pasado y no sé si lo tome tan bien como espero.

Ahora siento que todo esta fluyendo demasiado bien, mi carrera esta por terminar, mi hermana esta con Claudio después de tanto que lucho y están en su mejor momento, mis padres por fin aceptaron mi carrera y ya no sufro por esas cosas y mi vida amorosa esta dando un giro de 180º para bien y realmente hoy me siento bien conmigo misma. Es un maravilloso momento y no quiero que el pasado de Alessandro ni el mío dañen esto tan bonito que está iniciando.

Regrese a casa y aunque me pidió que me quedara no podía ya que tengo que seguir trabajando en mi proyecto final que casi está terminado. Mi hermana se encontraba en la mesa con sus miles de papeles sobre lo que me imagino es el caso del chico acusado de violación.

-Este caso te va a dejar mal- llame su atención. Levanto su mirada y me observo.

-La que me va a dejar mal eres tu con lo que me vas a contar de lo que sucedió anoche- saca una silla y me hace seña que me siente, le hago caso y me siento frente a ella, tomo un poco de la bebida que tiene en la mesa, aunque no sé qué es.

-Me llevo a su casa…

Ella levanto sus cejas y pidiéndome que siguiera hablando.

-Preparo una cena italiana- hice una pausa para que ella se molestara, ella odia que haga eso.

-¡Vamos Nit dime!- me alzo la voz.

-Ya, ya, después de comer hablamos un rato y hablamos y paso, tuvimos sexo y fue glorioso- ella salto de la silla y me hizo levantar para que celebrara con ella.

-Es que no dudaba que tiene que ser un Dios griego en la cama, por fin nena después de tiempo- me abrazo y no me quería soltar.

-Val, fue increíble, pero debo mantener los pies sobre la tierra y tratar de seguir ocultando el pasado- me senté un poco desanimada por recordar eso.

-No te preocupes, no es malo lo que hiciste, solo fue de alguien enamorada y si se quiere alejar de ti es porque no te quiere de verdad, aunque hacer la cita perfecta y con sexo demás, créeme claro que le gustas y estoy feliz por ti, tenia tanto tiempo sin verte con ese brillo de una buena cogida que hasta quiero celebrar- no pude evitar reír ante su comentario.

Mi hermana y yo tenemos este tipo de confianza y la adoro por eso, no permite que me guarde las cosas para que no me afecte a tal punto de llegar a ponerme mal, ella ha sido mi gran ayuda desde que murió mi abuelo.