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Yo Soy La Madre Del Heredero.

Yo Soy La Madre Del Heredero.

Status: En proceso
Genre:Romance / Amor tras matrimonio / Arrogante / Matrimonio entre clanes / Secretos de la alta sociedad / Viaje a un mundo de fantasía / Reencarnación / Mundo de fantasía / Amante arrepentido
Popularitas:150.5k
Nilai: 5
nombre de autor: EllenPerez

La vida de Aura da un giro inesperado cuando, tras un trágico accidente, despierta en el cuerpo de una dama noble destinada a un matrimonio sin amor con el Duque Desmon. Con el recuerdo de su vida pasada, aún fresco en su mente, Estela, ahora Aura, lucha por encontrar su lugar en este nuevo mundo mientras enfrenta la hostilidad de criadas groseras y la indiferencia de su esposo.

Pero los desafíos no terminan ahí. Pronto, Aura descubre que está embarazada como resultado de su primera noche con su esposo. La noticia del embarazo sacude aún más su mundo ya complicado. En un castillo lleno de murmullos y sospechas, la gente a su alrededor cuchichea y especula sobre las circunstancias de su embarazo, cuestionando la lealtad de Aura y la fidelidad a su esposo, especialmente ahora que Desmon se encuentra en la guerra, lejos de su lado.

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Reconocimiento.

El regalo de Thomas, el hijo del mayordomo, llegó como un rayo de luz en la rutina de Aura, quien había visto su tiempo libre multiplicarse desde que se había retirado de las responsabilidades del ducado. Pasaba sus días dedicada por completo a su hijo, sumergida en libros y disfrutando de las pausas para tomar el té en soledad.

Un día, mientras estaba inmersa en la tranquilidad de su habitación, llegó el obsequio de Thomas: un cuadro impreso de Aura en una fiesta de té, capturando un momento de gracia y elegancia antes del nacimiento del joven heredero. El gesto de Thomas conmovió a Aura, recordándole los lazos afectuosos que había tejido en el castillo.

Las damas de compañía de Aura, emocionadas por el regalo, decidieron tomar una iniciativa audaz. Con el permiso del mayordomo, colocaron el retrato en uno de los pasillos principales del castillo, donde todos los residentes y visitantes pudieran apreciarlo al pasar. El retrato se destacaba como una joya en el corazón de la residencia, irradiando la belleza y la gracia de Aura para que todos pudieran admirarla.

Con gran emoción, las damas llamaron a Aura para que presenciara la sorpresa que le habían preparado. La duquesa, intrigada por la insistencia de sus damas, se dirigió hacia el pasillo principal, donde se detuvo en seco al ver el cuadro que ahora ocupaba un lugar de honor. Sus ojos se iluminaron al reconocer la imagen reflejada en el lienzo, y una sonrisa sincera iluminó su rostro.

Emocionada y agradecida, Aura se acercó al retrato, admirando los detalles capturados por el artista. La imagen la transportó de vuelta a aquel día especial, llenándola de nostalgia por los momentos compartidos con sus seres queridos. Se volvió hacia las damas con gratitud, sintiendo el cálido abrazo del afecto que las rodeaba.

Emocionada y agradecida, Aura se acercó al retrato, admirando los detalles capturados por el artista. La imagen la transportó de vuelta a aquel día especial, llenándola de nostalgia por los momentos compartidos con sus seres queridos. Se volvió hacia las damas con gratitud, sintiendo el cálido abrazo del afecto que las rodeaba.

La cálida luz del sol se filtraba a través de las altas ventanas del pasillo principal del castillo, iluminando el espacio con un resplandor dorado. En medio de esa luz, un cuadro recién colgado ocupaba un lugar de prominencia en la pared, atrayendo la atención de todos los presentes.

Aura, con una mezcla de emociones en su interior, se acercó al retrato, sus ojos explorando cada detalle con una mirada intensa. La imagen la transportó a un momento pasado, cuando la armonía reinaba en el castillo y su corazón no estaba tan pesado por las tensiones que la rodeaban. Se volvió hacia las damas con una sonrisa forzada, tratando de ocultar su incomodidad frente a la presencia de Iliana.

En ese momento, Iliana pasaba por el pasillo y se detuvo al ver la conmoción que rodeaba al cuadro. Con una sonrisa que no llegaba a sus ojos, se acercó con cautela, consciente de la tensión en el aire.

"¿Qué está pasando aquí?", preguntó Iliana con voz suave pero cargada de intriga.

Las damas de Aura intercambiaron miradas nerviosas, mientras que algunas de las personas presentes murmuraban entre sí, dejando escapar sus opiniones sobre la situación. La división en el castillo era evidente, con aquellos que apoyaban a Aura como la legítima duquesa y otros que se alineaban con Iliana, alimentando los rumores y la discordia.

Aura, luchando por mantener la compostura, se dirigió a Iliana con una frialdad apenas disimulada. "¿Qué estás haciendo aquí, Iliana?", preguntó, su tono cargado de desdén.

Iliana mantuvo su compostura, aunque su mirada reflejaba una mezcla de incomodidad y desafío. "Solo pasaba por aquí y noté la conmoción. No tenía intención de interrumpir", respondió con calma, aunque su voz temblaba ligeramente.

Las damas de Aura observaban la interacción con atención, conscientes del conflicto latente entre las dos mujeres. Algunas de ellas murmuraban entre sí, compartiendo chismes y especulaciones sobre la relación entre Aura e Iliana, alimentando el fuego de la discordia.

La tensión en el pasillo era palpable, y Aura luchaba por contener su ira mientras enfrentaba a Iliana. Las palabras no dichas resonaban en el aire, cargadas de resentimiento y desconfianza.

En ese momento, uno de los sirvientes anunció la llegada del mayordomo, trayendo consigo una distracción bienvenida para aliviar la tensión en el pasillo. Aura aprovechó la oportunidad para alejarse de Iliana, aunque sabía que el conflicto entre ellas estaba lejos de resolverse.

Con el pasillo ahora en calma, Aura se retiró, dejando atrás el cuadro y las miradas de desaprobación que la seguían a cada paso. Mientras tanto, Iliana permaneció en su lugar, su presencia una constante recordatoria de las tensiones que dividían al castillo.

La discordia entre Aura e Iliana seguía latente, alimentada por los rumores y las sospechas que envenenaban el aire del castillo. Y mientras las dos mujeres continuaban su lucha silenciosa por el control y el poder, el destino del ducado colgaba en el equilibrio, pendiente de un hilo que amenazaba con romperse en cualquier momento.

Más tarde, en la habitación de Aura, el dolor palpitante en las sienes de Aura se intensificaba con cada latido de su corazón, envolviéndola en una neblina de malestar. Cerró los ojos con fuerza, sintiendo cómo la presión en su cabeza se hacía insoportable. ¿Cómo había llegado a este punto, se preguntaba? ¿Cómo había pasado de una vida tranquila a un torbellino de conflictos y tensiones?

Desde el momento en que despertó en este nuevo cuerpo, Aura había sentido como si estuviera atrapada en una pesadilla interminable. Las expectativas y responsabilidades que recaían sobre ella como la nueva Duquesa del ducado eran abrumadoras. Cada día traía consigo un nuevo desafío, una nueva crisis que resolver, y la presión de mantenerse firme ante los rumores y las intrigas que la rodeaban era agotadora.

La jaqueca que ahora la afligía era solo el último síntoma de la tensión acumulada en su interior. Aunque intentaba mantenerse firme ante los demás, había momentos en los que la duda y el miedo la consumían por completo. ¿Estaría haciendo lo correcto al luchar por el control del ducado? ¿O sería mejor rendirse y buscar una vida más tranquila y pacífica?

Mientras la jaqueca seguía su curso, Aura se obligó a respirar profundamente, tratando de calmar su mente atormentada. Sabía que no podía permitirse debilidades en este momento crucial. Debía encontrar una manera de enfrentar los desafíos que se avecinaban, de superar las adversidades que amenazaban con consumirla.

Con determinación renovada, Aura se obligó a abrir los ojos y enfrentar el día que se extendía ante ella. Aunque seguía atormentada por la incertidumbre y el dolor, se negaba a rendirse ante la adversidad. Porque, a pesar de todo, seguía siendo la Duquesa del ducado, y haría todo lo que estuviera en su poder para proteger a su gente.

Con ese pensamiento reconfortante en su mente, Aura se puso en pie, lista para enfrentar lo que sea que el destino le deparara. La jaqueca aún persistía, pero ahora estaba armada con una determinación férrea y una voluntad inquebrantable. Y con eso, se dirigió hacia el futuro incierto, lista para enfrentar lo que sea que la vida le lanzara a su manera, pero no estaría sola, las damas entrarían junto a la Sra. Thompson para cuidar de ella y del joven amo.

En cuanto al duque, Desmon frunció el ceño mientras el mayordomo insistía en la importancia de otorgar un nombre al joven amo. Sus palabras resonaban en su mente, pero su atención estaba dividida entre los documentos que tenía frente a él y los rumores que circulaban por el castillo.

"¿Un nombre para el joven amo?", repitió Desmon, sin apartar la mirada de los papeles. "Para lo que he escuchado de los sirvientes, ese niño ni siquiera podría ser mío."

El mayordomo, sorprendido por la acusación, sintió un fuego ardiente arder en su pecho, pero sabía que debía mantener la compostura. Con una calma que apenas podía contener, respondió: "Duque, he servido a esta familia durante décadas y siempre he observado la honestidad y la integridad de la joven Duquesa. Puedo asegurarle que el niño es suyo."

La acusación de Desmon desató una furia incandescente en el interior del mayordomo, pero su lealtad hacia el duque le impedía expresar su enojo de manera inapropiada. En su lugar, apretó los puños con fuerza y buscó mantener la calma.

Desmon, irritado por lo que percibía como un cambio en la actitud del mayordomo, se quitó los lentes con brusquedad y lo enfrentó con una mirada llena de desconfianza. "¿Por qué actúas así?" gruñó, sintiendo una punzada de dolor por la aparente traición de su fiel sirviente. "Nunca esperé que fueras a dudar de mí de esta manera. ¿Qué ha cambiado?"

El mayordomo, sintiendo la acusación pesar sobre sus hombros, se acercó a Desmon con una expresión de disculpa en su rostro. "Duque, lamento si he causado alguna preocupación. Mi único deseo es servirle de la mejor manera posible", dijo con humildad, extendiendo una mano en un gesto de reconciliación. "Permítame disculparme si he malinterpretado la situación."

Desmon, aunque aún afectado por la tensión entre ellos, reconoció la sinceridad en las palabras del mayordomo. Suspiró profundamente, sintiendo el peso de la responsabilidad descansar sobre sus hombros. "Acepto tus disculpas", respondió finalmente, devolviendo el gesto de reconciliación. "Sigamos adelante y asegurémonos de que el ducado esté en orden."

El mayordomo asintió con gratitud, aliviado de que la disputa se hubiera resuelto sin mayores complicaciones. Sabía que su lealtad hacia el duque seguía siendo inquebrantable, y haría todo lo que estuviera en su poder para asegurar el bienestar del ducado, incluso si eso significaba enfrentar momentos de tensión con su señor.

Desmon chasqueó la lengua con pesar mientras se esforzaba por contener su frustración. "¿Dónde está la criatura?" preguntó con voz grave, su preocupación evidente en cada palabra.

El mayordomo, aunque sintió un atisbo de alegría por la pregunta de Desmon, mantuvo su expresión serena y le agradeció con cortesía. "Gracias por su interés, Duque", respondió. "La Duquesa y la Sra. Thompson están cuidando al joven amo en su habitación".

Desmon se quedó atónito al escuchar el nombre de la Sra. Thompson. Recordó vagamente a la anciana mujer, quien había sido su niñera desde que era un bebé. Se preguntó por qué estaba aquí, cuando la última vez que la vio estaba retirada. La idea de que Aura la hubiera obligado a trabajar a pesar de su avanzada edad le enfureció aún más.

Sin esperar más, Desmon salió disparado en busca de Aura y la Sra. Thompson. El mayordomo lo siguió apresuradamente, guiándolo hacia la habitación de la Duquesa. Al llegar, Desmon abrió la puerta de un tirón, causando un estruendo que dejó a todos en la habitación sorprendidos y alarmados.

Damas de compañía y sirvientes se sobresaltaron ante la repentina entrada de Desmon, y Aura y la Sra. Thompson se levantaron de sus asientos con expresiones de sorpresa y confusión.

"¿Desmon, qué significa esta interrupción?" preguntó Aura con firmeza, aunque su tono también mostraba un toque de preocupación.

Desmon, respirando agitado por la prisa y la tensión, miró directamente a la Sra. Thompson, su rostro mostrando una mezcla de enojo y consternación. "¿Por qué está aquí?" exigió, sin contener su irritación. "¿Qué está haciendo?"

La Sra. Thompson, tranquila y compuesta a pesar del alboroto, respondió con voz suave pero firme. "Duque Desmon, he vuelto para ayudar en el cuidado del joven amo, como lo hice cuando usted era apenas un bebé", explicó con amabilidad. "He desidido ayudar a tu esposa en esta tarea, y estoy más que dispuesta a hacerlo, pero por otro lado tú, me averguenzas, yo no te críe así".

El llanto del bebé resonó en la habitación, y Desmon se sintió incómodo por el estrépito que había causado con su entrada abrupta. Aura, con una expresión serena y maternal, tomó al bebé entre sus brazos con delicadeza y amor. Comenzó a acunar al pequeño mientras entonaba una melodía suave, una nana que la Sra. Thompson le había enseñado. Con movimientos suaves, Aura caminó por la habitación, balanceando al bebé hasta que poco a poco el llanto se fue apaciguando.

Desmon observaba la escena con un nudo en la garganta, sintiéndose abrumado por la ternura y el amor que irradiaba Aura hacia el pequeño. Se acercó lentamente a la cuna, donde el bebé yacía tranquilo ahora. Al verlo de cerca, Desmon se quedó perplejo al notar la sorprendente similitud entre el niño y él mismo. Los mismos rasgos, la misma mirada penetrante que parecía explorar el mundo con curiosidad.

Un atisbo de incredulidad y confusión se reflejó en el rostro de Desmon mientras su mente intentaba procesar lo que veía. ¿Podía ser posible que el niño no fuera suyo? ¿Podía haber algún error, alguna explicación lógica para esta extraña coincidencia? Pero en el fondo, sabía que era absurdo dudar de su paternidad. Era su hijo, de eso no cabía duda alguna la apariencia era exctamente a la de el, los mismos ojos y el cabello, mientras que los rasgos de la nariz y los labios parecian ser de parte de Aura.

Se sintió como un idiota por haber sugerido lo contrario, por haber dejado que la paranoia y la inseguridad nublaran su juicio. Con un suspiro resignado, Desmon se acercó a Aura y al bebé, sintiendo el peso de su responsabilidad como padre. Era hora de aceptar la realidad y asumir su papel en la vida de aquel pequeño.

Finalmente, con un gesto de determinación, Desmon miró a Aura con una mezcla de admiración y gratitud. "Creo que es hora de que le demos un nombre", dijo con voz suave pero firme. "Theodore Des Hasting".

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Eliana Galann
quedé intrigada por el futuro de esta historia que está muy interesante.
Blanca Ramirez
Excelente
Priscy Agudelo
vaso
Yelbama Acosta
Excelente
Nicky C May
espero que pronto actualices y por otra parte un consejo tienes muchos párrafos repetidos y es algo tedioso leer varias veces lo mismo . saludos
Jharumy Liviapoma manchay
Excelente
LeLe
Lamento mucho la falta de actualización, últimamente la universidad no me ha dado el tiempo de continuar actualizando. Lo lamento mucho a quienes esperan con paciencia las actualizaciones.
Mitsuki G: Tranquila uno será pasiente la novela vale mucho la pena
total 1 replies
johana parodi loureiro
hubiera preferido que se quedara con kael
Nqr
ay no😔 por favor que no le pase nada malo a Theo, que los guardias estén ahí para el intervenir en el momento preciso
Caridad Gallardo
Excelente
Nqr
no entiendo, ¿cuál siempre, si a penas y se han visto un par de veces, cuál es el odio que le tienen a aurora?
pensé que era porque desmon no la había matado aún, pero veo que las mujeres de la familia real están es locas al punto del delirio 😁
Mónica Aulet
Loca pervertida, a partir de ahora Aura debería de cargar un cuchillo y usarlo si esa loca reina quiere acercarse a su hijo. Es más ya se lo advertirá a ella y a su hijita
Tina Ixchiel Puthod
naaaaaa con los chicos no!!!! x favor autora!!!que vemos a diario horrores!!!!
Mitsuki G
Siiii que alegría ya iba a decirte autora que estaría bien que está Helena es tan buena como Aura es como una hermana una copia de ella con bondad sería genial para alguien tan bueno como el sería un gran compañeros en verdad me encantó ver qué Kiel tampoco fue tan indiferente con ella en verdad me encantó esa pareja ya que ambos merecen buenas personas y la malvada de su media hermana lo merece a Kiel y al menos el pequeño Theo nota que su padre no es tan malo es algo torpe y brusco pero no malo es que no sabe cómo expresarse a ver si ambos niños le dan una oportunidad a su padre que no sabe cómo tratarlos
Tatiana Aricapa
/Grievance//Cry/ hay no que no le pase nada malo al pequño theo me sentiría muy triste/Sob/
Joseling Vanessa Sancho Pineda
Excelente
Michell Ordóñez
No justifico las red falgs qué Desmon a manifestado durante la mitad del libro, y espero que recapacite, en el libro es posible, en la vida real no, aun así mi "yo" lectora ansia qué Aura y Desmon estén juntos y ambos sanen 😩❤️‍🩹
Mariela Gonzalez
esta buenasa.esta novela
autora actualizar cuando puedas.
gracias.
Cari Raziel
Me encanta es muy bueno
Cari Raziel
Ja en tu cara chusma jum
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