Una historia con mucho drama, pero llena de amor, unos de los protagonistas más importante en estos tiempos, está basada en Vallolet, una joven que lucha a diario con situaciones muy difíciles dentro de su hogar, le harán tomar decisiones, que no serán muy fáciles de enfrentar, en la preparatoria ella va conocer al amor de su vida.
Enzo Giovanni un joven empedernido, guapo pero con un pasado muy oscuro.
¿QUE LES ESPERA?
Tras una tragedia donde ambas partes se verán afectados.
¿Podrán ellos superar ésto?
Para saberlo los invito a que vengan a leer esta hermosa historia de amor 💌
¡Muchísimas gracias por acompañarme! Les doy la bienvenida a todos.
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Eres mi mujer
Eliot
Llegue a la finca y llame a mis abogados, Lucrecia está equivocada si va a interrumpir mi tranquilidad.
Llamando a Carlos…
—Buenas noches, Eliot dime ¿para qué soy bueno?
—Carlos necesito que te encargues de ver si el hijo de Lucrecia es mío como ella dice, estoy de salida me voy a Inglaterra te veré pronto.
—Eliot… mm, sabes que Lucrecia estuvo con Jack y fue un romance bastante tóxico.
Sonreí negando con mi cabeza, maldita Lucrecia, ella creyó que todo sería fácil.
—No sabes el alivio que siento.
—Sabes que yo imaginé, que ella tendría agallas para querer engañarte, pero tranquilo me encargo.
—Haz todo lo necesario, así tengas que pedir una orden para el ADN, hazlo.
—Bueno así será.
—OK,me voy y quedarás delante de todo cualquier cosa avísame.
—Sí, que tengas un buen viaje.
—Gracias, lo necesito.
Corte la llamada me acosté en mi cama y cerré mis ojos, recordando las palabras de mi Vallolet,”Papá debes venir, yo sé que estás enojado pero debes dar tu cara parecen niños.Papá es urgente, estoy en la finca Lizbeth no está bien la voy a llevar al hospital”
Salí de mi cama, entré a la ducha y recordé la noche con Lizbeth.
“Hay mi amor, porque tiene que ser así”
Pensaba en Lizbeth como nunca, pero qué le estará pasando.
Salí de la ducha me vestí, después tomé mi maleta y salí de la casa, ya el chófer me estaba esperando.
Lisbeth ,se quedó dormida y Laura sé levantó de su sillón, salió de la habitación Arturo estaba afuera con los demás.
—Tía de verdad ¿quieres quedarte? Yo voy con Vallolet, seguro Noelia está preocupada.
—Ah ya vives con Vallolet?
Arturo preguntó viendo a Fernando con tristeza.
—Tío, pasa que Noelia estaba malita y Vallolet me dijo que allá la señora Yolanda, podía cuidar a Noelia.
Arturo sonrió y abrazó a su sobrino.
—Está bien, comprendo hijo Eliot seguro se a de sentir orgulloso de ti.
Fernando sonrió con mucha felicidad, si él tenía alegría en su corazón, más allá que hacía un mes de que se enteró que Eliot era su padre. Tenía esa charla con su padre, se sentía muy apoyado,y eso era lo que tanto necesitaba.
—No sé, pero fue un consejero en este tiempo y me siento tranquilo de tenerlo.
Laura limpió sus lágrimas, ella sentía felicidad por Fernando.
—Que bueno,mi niño ahora debes acompañar a tu mamá.
—Sí tía, lo haré mañana vendré con Vallolet para la ecografía, mi padre llega a las 5 de la madrugada.
Se despidieron todos, Enzo fue con Vallolet hoy se quedaba en la casa de ella, Arturo fue por café para Laura.
Arturo cielo muchas gracias. Oye,amor estos dos terminan juntos ya verás —bebió el café—Sabes, Lizbeth se ve ilusionada.
—Mjum, Eliot tiene que responder por ellos o no?
— No que va amor, déjalos que arreglen sus diferencias, no te metas en sus cosas.
Arturo soltó un suspiro— Sí, mi amor tienes razón, pero Lizbeth está deprimida y no podemos arriesgarnos.
—Mira, amor Fernando, Vallolet ellos van a darle mucho amor y nosotros estaremos allí por cualquier cosa, pero sabes estoy segura que Eliot también se volverá loco.
Ambos sonrieron, Laura apoyó la cabeza en el hombro de Arturo.
—Te amo tanto, sabes que deseo felicidad para tu hermana.
—Lo sé, tesoro te amo y por eso te elegí, gracias por quedarte aquí.
Vallolet estaba sentada abrazada a Enzo, viendo películas en el sillón.
—Te amo hermosa.
—Mjum, yo a ti puedes quedarte conmigo.
Vallolet se sentó sobre las piernas de Enzo y lo besó.
—Preciosa, mm no sigas nena sabes que…
Vallolet volvió a besar a Enzo y no lo dejó terminar de hablar, él se puso de pie con ella en brazos,esta rodeó la cintura de él con sus piernas. Y Enzo sin dejar de besarla la llevó hasta la habitación, la dejó suavemente en la cama.
—Vallolet, amor tu despiertas a mi demonio interior— la beso, comenzó a despojarse del vestido de ella— Sabes que quiero todo de ti.
Vallolet, sonrió apoyándose sobre sus codos—Mm, sí y yo también quiero todo.
Enzo sonrió, se quitó la camiseta y el jeans y volvió a besar a Vallolet,recorrió cada parte de su cuerpo, dejando pequeños mordiscos sobre el abdomen de ella.
—Aaaah, Enzo mi amor…
Vallolet enredó sus dedos en el cabello de él.
—Mm, AAAAH… eres mi tentación Vallolet.
Él estaba dando estocadas suaves y precisas.
—Mm, Aaaah mi amor esto me encanta.
Ellos estaban extasiados,cada beso y caricias iban más allá, ambos se amaban con la misma intensidad, después que llegaron al clímax, Enzo se detuvo, sonrió y dejó muchos besitos sobre el rostro de ella.
—Mi pequeña, robaste mi aire, sabes tenerte de esta manera es un sueño.
Vallolet sonrió mordiendo su labio inferior.
—Me alegra saber eso mi amor.
—Mm, dormimos un poquito tenemos clases en la mañana.
Enzo se puso de pié, le extendió la mano y llevó a la ducha, después de salir del baño fueron a la cama, ambos se quedaron dormidos.
Al siguiente día, llegó Eliot al aeropuerto, y Tahiel lo fue a esperar.
—Señor Eliot, bienvenido.
—Tahiel, muchas gracias.
Eliot subió a la camioneta, Tahiel puso las maletas en el asiento trasero.
—Tahiel, mi hija está en la casa?
—Sí, Señor están descansando anoche se quedó el jóven Enzo.
Eliot sonrió— Esta niña…
—Señor,no se preocupe que ella no se quedó muchas veces con él.
Tahiel siempre le informaba de todo a Eliot.
—Es una bomba de tiempo ,Tahiel los jóvenes tienen la mente más abierta que antes.
—Sí,señor.
Cuándo eran las 7:30 bajaron los jóvenes y para su sorpresa Eliot, ya les estaba esperando, todos los saludaron.
—¡papá!
—mí niña…
Eliot, abrazó a Vallolet y dejo un beso en la frente, miró a Fernando y este se acercó.
—Hijo…
Fernando lo abrazó en silencio.
—Papá te presento a mi novia Noelia.
Eliot sonrió tomó la mano de Noelia y dejó un beso en el dorso de su pequeña mano.
—Un gusto Noelia.
—El gusto es mío Señor Eliot.
Enzo también saludo a todos y sonrió se acercó a su suegro.
—Señor Eliot…
Eliot lo miró entrecerrando sus ojos.
—Enzo, ¿cómo estás?
Sonrieron y Enzo sintió como su rostro se le ruborizo.
—Papá no avergüences a Enzo.
Eliot sonrió,todos desayunaron para después ir a la clínica, aunque Eliot indagó nadie quiso decir nada, ellos esperaron el elevador.
TIN… se abrió las puertas y ellos entraron, Fernando marcó en el número 8 las puertas del elevador se cerraron.
—Vallolet hija dime qué le pasa a Lizbeth?
Susurraba Eliot.
—Papá no puedo decirte.
Eliot, la miró entrecerrando los ojos.
—No te lo diré, ve con tus propios ojos.
TIN… Sonó la puerta del elevador se abrió y todos bajaron.
Al llegar a la habitación donde se encontraba Lizbeth, estaba Laura en el pasillo.
—Buen día tía, te trajimos café ¿Como se encuentra mi madre?
Laura sonrió.
—La estaban preparando, apenas terminen los van a llamar.
Laura saludo a Eliot con un abrazo.
—Que bueno verte, le hará bien a Lizbeth.
—Laura ¿cómo estás? Me vas a decir que pasa con Lizbeth.
Justo cuando Laura estaba por decirle a Eliot, la puerta de la habitación se abrió y la enfermera llamó.
—Familia de la señora Lizbeth.
Todos estaban por entrar ,pero Eliot pidió para él pasar solo.
—¿Me permiten?
Los demás asistieron y se sentaron a esperar Eliot caminó a pasos firme hasta donde se encontraba Lizbeth.
—Lizbeth…
Ella levantó su mirada enseguida, sus ojos ardieron.
—Eliot, viniste.
Murmuró ella bajando su mirada . Eliot se acercó y levantó el rostro de ella, la mirada de ellos se conectaron, él se acercó a poco centímetros de sus labios.
—¿Por qué estás enferma?
Ella tragó saliva, cerró sus ojos sintiendo una inmensa necesidad de abrazarlo y besarlo.
—Eliot, esa noche que pasamos juntos—Ella hizo una pausa,sus lágrimas deslizaron por la mejilla de ella— Bueno nos dejo un regalo.
Eliot, pensó que estaba muy cansado y escuchó mal.
—¿Qué dijiste?
—Estoy esperando un bebé y es tuyo.
Eliot se acercó más a ella—¿un bebé?
Él la besó con ternura y delicadeza.
—Mm, Eliot.
Él se separó de ella, por falta de aire.
—Lizbeth me dejas quedarme ahora contigo.
Ella asintió limpiando sus lágrimas.
—Pero Vallolet y Fernando quieren estar.
Eliot levantó la mirada, y el doctor asintió.
—Chicos vengan.
Poco minutos en una pantalla aparecía un punto que parecía un porotito.
—Muy bien son 3 semanas y 3 días para ser exacto ,se muy fuerte esta en muy buena ubicación, saben que muy pocas veces se ven estas formas peculiares, de que un embarazo está en perfecto estado.
—¿Está bien entonces?
— Sí, pero no te vas aún Lizbeth, es un embarazo complicado puede ser de alto riesgo, aunque este bien ubicado y perfecto estado tengo que mantenerte, en observación por 48 horas.
—Entiendo, gracias.
Vallolet y Fernando dejaron solos a Lizbeth ello entraban a clase en 30 minutos.
—papá nosotros nos vamos con Fernando.
—Mm, si mamá quedas en buenas manos.
Eliot se sentó junto a Lizbeth y charlaron bastante.
—Lizbeth ese tipo aquella noche.
Ella lo miró entreabriendo sus labios.
—Hernán no es nada solo aprovecha el momento, está interesado en mí…
Eliot moría de celos por dentro, se acercó a ella dejando un beso con intensidad.
—No lo quiero cerca de ti.
—Eliot…
Él negó con la cabeza, estaba muy enojado.
—Solo no lo quiero cerca de ti,eres mi mujer.
—Mjum ¿desde cuándo?
Eliot sonrió tomó el mentón de Lizbeth y la miro a los ojos — Te lo digo ahora, Lizbeth comencemos desde cero— ella miró a Eliot, sonrió dejando salir un suspiro.
—Sí, yo quiero pero necesito tiempo.
Eliot se sorprendió y miró a Lizbeth con curiosidad.
—Es que me gustaría que vayamos despacio
Paso a paso.
Eliot sonrió acarició el rostro de Lizbeth — Esperar más, con un hijo de casi 18 años, además de estar otro en camino, te parece .
Lizbeth comprendió que Eliot le estaba diciendo que la quería a su lado.
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LES DESEO UN FELIZ FIN DE SEMANA 😊
Es jodidamente doloroso,
Gracias por sus novelas