INSACIABLE

...KATHERIN...

Los rayos del sol entran por mi ventana destellando en mis ojos, los abro lentamente hasta adaptarme poco a poco a la luz, unos fuertes brazos me mantienen prisionera y el lento sonido de su respiración en mi oido me da tranquilidad. Siento que la alarma en mi mente se activa y mi parte racional desea huirle a los latidos ensordecedores de mi corazón.

El timbre del teléfono me trae de vuelta, retumba por todos lados, hasta que al fin con mucho esfuerzo logro liberarme de los brazos de Alexander y puedo contestarlo.

-ola?- digo con voz ronca aún medio dormida.

-donde carajos estás Katherin?- me reclama la voz de una mujer enojada al otro lado de la línea.

-Quién habla?- restriego mis ojos, para tratar de despertarme totalmente.

-Pues tú prima Sofia tonta- replica- veo que todavia estas dormida... sabes que hora es?

-Sofia?- miro hacia el relog de la pared. -Carajo!! -me levanto de un tirón, sacandole un respingo al hombre a mi lado.

-Si.. carajo!!... llevo una hora esperándote aquí en el aeropuerto como una tonta... se suponía que me recogerías- gruñe molesta -acaso te entretuviste mucho con algún cliente?- me pregunta. Miro alrededor de toda la habitación, está echa un desastre, no puedo evitar sonreír esta suite se nos ha quedado pequeña.

-lo siento... lo siento cariño... voy por ti... te veo allá -cuelgo el teléfono mientras corro hacia al baño a toda prisa - Mierda!!  

Dormí tan plácidamente que había olvidado por completo que mi prima Sofía llegaba de Europa hoy, para el cumpleaños de mi padre y le prometí semanas atrás recogerla sin falta. Mi padre debe estar furioso por no saber donde estoy. Por suerte, mi prima conoce mi secreto al igual que Jake mi empleado de confianza, será fácil explicarle las cosas.

-Todo esta bien?- pregunta Alexander tocando a la puerta del baño. 

-si... solo vístete y vete.- le ordeno desde adentro

...ALEXANDER...

Qué me vista y me vaya? enserio? Busco el paradero de mi ropa de mala gana. Me pongo el interior y el pantalón. Miro mi teléfono, miles de llamadas perdidas de Thomas y mi madre.

Qué querrán? tomo mi camisa y recuerdo que esta completamente rota y sin ningún botón.

-Maldición!!- mascullo entre dientes.

Ruedo mis ojos aún lado, ella ya salió del baño y se burla de mí con picardía.

-Tranquilo -susurra mientras toma su teléfono y hace una llamada -Jake estas abajo?... ok... sube el paquete...si ese mismo... no tardes - la miro totalmente intrigado y deseoso pues puede deleitar mi vista con su desnuda figura recién salida de la regadera... aún empapada.

Ella observa el armario divagando sobre qué usar, al final opta por un vestido negro manga larga con un escote en la espalda. Se ve demasiado sensual. Me acerco para besarla y me evade. Gruño molesto.

-Que pasa?-Pregunto algo cabreado

-no confundas las cosas Taylor. Lo de nosotros fue una noche de placer y nada más. Cada cual en sus vidas ahora. Tú solo eres un cliente mas- me responde ella fríamente dándome la espalda para disponerse a maquillarse. La jalo del brazo y la pego a mi cuerpo de una manera salvaje. La beso con pasión y ella me corresponde.

-Cuantas veces tendré que hacerte explotar de placer..- la beso por el cuello y muerdo su oreja - ...para que entiendas que no me interesa ser un cliente mas.- la alzo y descargo sobre la cama, mientras nuestras lenguas danzan sin parar, le subo el vestido y meto mi mano por debajo de su ropa interior, la toco con deseo y ella disfruta de mi toque. Gime ante la entrada de uno de mis dedos en su cavidad, y ante el vaivén que amenaza con hacerla explotar en cualquier instante. Me corresponde introduciendo su mano en mi pantalón aún desabrochado,  tocando también mi miembro de una manera experta, haciendo que sacuda mi cabeza y gruña entrecerrando mis ojos - Sé muy bien como te hago sentir Katherin, tú causas la misma sensación en mi...

- digo entre jadeos -...me vuelves loco...

El golpe de la puerta nos frena en seco.

-Mi señora traigo el paquete que me mando - dice desde afuera la voz de su empleado de confianza.

Ella se levanta y yo no me siento muy gustoso.Detesto ser interrumpido en momentos así. Katherin baja su vestido y se acomoda un poco el cabello para abrir la puerta.Del otro lado su empleado trae una caja ancha que es depositada en sus manos. Jake se marcha rápidamente ante mi mirada asesina cargada de frustración. Ella por su parte cierra la puerta y sonríe al ver mi entrecejo fruncido.

-Polvo arruinado..- me dice bromeando sin parar de reír. se acerca a mi y me entrega la caja. La recibo y al abrirla me doy cuenta que es una camiseta Lacoste blanca. la miro confundido.

- te debía una camisa o no? no se si es de tu talla... fue algo de último minuto... la tenia para alguien mas.- me dice. Para alguien mas? suelto la caja y me levanto enojado hacia ella.

- Hmp ...Ya te dije que no seré uno de tus amantes de turno... Dale esa camisa al que se la hayas comprado... yo me llevo la mía-ella vuelve a reír. Maldición!! Se ve hermosa riendo.

-Pues.. no era para uno de mis amantes cariño... normalmente soy yo la que recibe obsequios.. no los doy - continuo enojado poniéndome los zapatos. Esta mujer me descontrola, la deseo muchísimo, pero nunca me ha gustado compartir.

- Era el regalo de mi padre... hoy es su cumpleaños.- clavo mis ojos en ella buscando alguna pizca de mentira en ellos, pero no encuentro nada - esa camisa es para ti, yo compraré una para mi papá de camino a casa.- me deja la camisa a un lado y se va a terminar de arreglarse.

...KATHERIN...

Éste hombre es una caja de sorpresas, y no lo niego su afán por no querer ser uno más de mi lista, es encantador. Sonrío al espejo mientras me pongo el rubor.

Al terminar me doy cuenta que él se puso mi obsequio y que es perfectamente de su talla. Beso su mejilla, luce muy guapo. Me pongo mi antifaz y ambos salimos de la suite . Tomamos el ascensor hasta la planta baja. Él me toma de la mano, entrelazando nuestros dedos, no pongo resistencia, por alguna razón sus manos me transmiten seguridad...Y... Dios!! no me puedo engañar a mi misma, este hombre me ha movido el piso y de que manera. Me gusta y mucho... pero no puedo permitirme llegar mas allá. Bajamos del ascensor al tiempo y nos dirijimos a la calle.

-Me debes una- me dice perversamente susurrándome al oído - y pienso cobrarmela con intereses- le sonrío para luego subirme a la limosina.

- Nos veremos de nuevo- me dice muy seguro mostrando su hipnotizante sonrisa

- Adiós Alexander Taylor- respondo cerrando rápidamente la puerta y asegurándola. Él me observa fijamente y yo esquivo su mirada.

"Es mejor así " me dijo asi misma tratando de convencerme mientras el auto arranca a toda velocidad. Durante la marcha no puedo evitar voltear a verlo marcharse en un taxi. Suspiro sin poder evitarlo...

- Alexander...