Julieta, se verá envuelta en una relación prohibida, pues se ha enamorado del padre de su esposo.
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Mientras Nelly disfrutaba su momentánea victoria y plan de escape en casa del general Dionisio se encontraba en una lamentable situación.
Se había encerrado a beber, el dolor de la traición de parte del amor de su vida habían destruido su confianza y orgullo.
Nunca imagino que aquella mujer con la sonrisa más inocente que ha conocido tenga el alma podrida.
No escucho a su padre cuando este intento hacerlo entrar en razón, no se dio la oportunidad de conocer a su esposa y él destruyó su matrimonio en el cual pudo ser muy feliz, pero no la barrera que puso entre ambos fue demasiado grande que es casi imposible que ella le permita iniciar de cero.
A pesar de los intentos del mayordomo por hacerlo salir de aquel lugar, este se negaba a hacerlo, sentía asco y vergüenza, no podía subir a los pisos superiores sin recordar como su casa se había convertido en un burdel.
Pasaron los días y Dionisio no salía de aquel sitio, no lo quedó otra que ir por Julieta ya había enviado una carta a Benjamín pero este aún no llegaba y temía que este se hiciera más daño encerrado ahí.
Julieta había pasado esos días en casa de la señora Josefa, no quería tener más problemas con Dionisio además que lo que había pasado en la mansión se había quedado ahí, nadie en el pueblo se enteró de aquello debido al mayordomo que pago un buen dinero por el silencio de los pocos empleados que estaban ahí.
El mayordomo fue a buscar a Julieta le pidió con urgencia volver, esta se negaba ir, pero al ver la desesperación de este accedió, ambos fueron en el carruaje y en el camino este lo puso al día con los acontecimientos.
Julieta entendía que esto podía pasar tarde o temprano, mejor ahora que nadie la conocía como esposa, novia o amante de Dionisio.
Al llegar esta intento ingresar al despacho lo llamo varias veces hasta que esté decidió salir.
Al verla lloro y pidió disculpas diciendo que aún pueden formar una familia, que no lo abandonase.
Julieta le dijo que era hora que se diera un baño y fuera a descansar cuando estuviese sobrio hablarían del matrimonio que llevan.
Dionisio se negaba pero Julieta con la mirada y la voz fuerte le ordenó subir, caso contrario lo llevaría al patio y allí lo bañaría.
Dionisio no le quedó otra que obedecer, se sentía como un niño regañado por su madre.
Algunos empleados le ayudaron a bañarse y acostarse.
Después de dejarlo dormido, estos lo dejaron solo.
Julieta pidió un informe detallado de lo que había pasado, empezando por una auditoría, no confiaba en que Nelly se fuera sin pelear.
El mayordomo empezó con la habitación que ocupaba que no había sido desocupada aún, sacaron todas las cosas en espera de la orden de Julieta
Así fueron pasando a cada habitación, hasta llegar a una que el general mantenía cerrada. En esta se pudo evidenciar que muchas joyas y varios cofres faltaban en el sitio.
Estas joyas pertenecieron a la madre del duque, Benjamín le entrego la mayoría de estas hace más de un año, para que le dé uso su futura esposa.
Al pasar las horas las pérdidas iban en ascenso, dejó por último el despacho, encontrando que hacía falta varios títulos de propiedad.
En total Nelly se había llegado casi el cincuenta por ciento del capital de Dionisio.
Este sería un golpe más duro aún ya que se había esforzado mucho para obtener cada centavo.
Después de la exhaustiva auditoría, esperaban pacientemente que Dionisio se levantara de buen humor para que pueda constatar los daños que dejó Nelly en su paso por el lugar.
Dionisio estaba exhausto con una borrachera de días, por lo tanto, durmió dos días seguidos, al despertarse aún tenía residuos de todo el alcohol ingerido, se dirigió al baño y se quedó bajo el agua por un buen tiempo, luego se vistió sencillo y bajo a comer algo.
La casa parecía estar desierta era muy temprano aún, la mayoría seguía durmiendo.
Pero el cocinero ya estaba en la cocina, al ver llegar a su patrón le pidió esperar un poco mientras estaba la comida de él, este asintió y espero en la sala y luego fue al comedor a comer, media hora después entro el mayordomo a saludar apenas fue informado que este despertó se arregló y fue en su búsqueda.
Para el mayordomo su mayor reto ahora era mantenerlo en pie y evitar que este se vuelva a deprimir, cosa que Dionisio entendía que no podía seguir así.
Julieta llegó unos minutos después saludo y se sentó a desayunar sin decir una sola palabra, el silencio era incómodo para todos los presentes.
Las empleadas se fueron retirando, tenían miedo que cualquier movimiento causará el enojo de su patrón.
El mayordomo sudaba frío, como le diría lo todo lo que ha pasado, por más que buscaba las palabras para iniciar esa conversación estas no salían de su boca.
Julieta terminó su desayuno antes que Dionisio, pero este se levantó y le pidió a ambos seguirlo.
Ambos sabían que aquella reunión estaría llena de gritos, enojo y quien sabe que más.
Dionisio haría intento de poner en orden su vida, "arreglar su matrimonio" inexistente actualmente.
Al entrar al despacho se podía sentir tenso el ambiente, mucho peor de lo que era en el comedor.
Empezando por Dionisio...
- Quiero saber que ha pasado aquí durante las semanas que estuvo esa mujer.
- mi señor, ella empezó a gastar dinero y a tratar mal a los empleados, exigía que se le llame señora, los empleados se cansaron de todo y fueron renunciando. Luego empiezo a molestar a la señora Julieta, destruyó su ropa, arruinó su comida e intento muchas veces perjudicarla al punto que ella se tuvo que ir a vivir a otro lado.
— por qué no me avisaste que esto estaba pasando
- envié varias cartas, pero usted no respondió ninguna, no había mucho por hacer salvo seguir sus órdenes.
- No las recibí y solo encontré una por casualidad, esa es la razón por la que volví sin anunciar.
- mi señor debe saber que el trabajo aumento mucho últimamente y con la falta de personal que nadie se dio cuenta que ella se llevó una gran parte de su fortuna.
- QUE COSA ESTAS DICIENDO, ES QUE ACASO PUROS INÚTILES TENGO AQUÍ, QUE NO PUEDEN VIGILAR MI CASA.
_ Julieta interrumpió diciendo- te calmas, tú crees que ellos iban a estar detrás de cada cosa que hiciera tu amiguito y tu amante, pues si no sabes ellos entraban y salían de aquí sin problemas.
- no te metas si no sabes nada de lo que estoy hablando.
- mira pedazo de idiota, conozco más que tú y además él no merece que lo critiques aquí el único culpable fuiste tú, quien metió a esas víboras a tu casa, él seguía tus órdenes.
- ja por lo que veo mi esposa quiere tomar su título como señora, si es así dime y consumamos el matrimonio ahora mismo, ahí hablaremos de tú a tú.
- ni loca, yo de ti lo único que quiero es el divorcio y no me callaré hasta tenerlo.