ELLA ES MIA

Después de la cena invito a Andréa a conocer la mansión, necesito establecer límites de dónde puede y no puede acceder para evitar sorpresas desagradables.

Fabrício: Ya conoces el comedor y la sala de estar, aquí está la cocina, si tienes hambre o quieres agua en cualquier momento del día o de la noche, siéntete libre.

Cuando entramos a la cocina, Solange y los demás empleados estaban organizando todo después de la cena. Solange me mira confundida y puedo imaginar en qué está pensando. Rara vez entro a la cocina, ni siquiera para tomar agua, y ahora estoy haciendo un recorrido por la casa con alguien que para ella es un completo desconocido. Andréa observa todo atentamente, le muestro la sala de juegos, la sala de televisión y vamos a la zona exterior para mostrar la piscina y el garaje, y cuando llegamos a la habitación cerrada a la que llamo la "habitación de tortura", digo:

Fabrício: Esta habitación contiene mis herramientas, son herramientas específicas y peligrosas, normalmente esta puerta siempre está cerrada, pero si de casualidad ves la luz encendida, bajo ninguna circunstancia entres.

Andréa: ¿Qué tipo de herramientas?

Fabrício: Herramientas de cerrajero, carpintero, son muy afiladas y puntiagudas.

💭 Fabrício: Y letales.

Andréa: Entiendo.

Fabrício: ¿Prométeme que nunca entrarás aquí?

Andréa: Está bien, lo prometo.

💭 Fabrício: Espero que sea obediente.

💭 Andréa: Habla como si fuera a vivir aquí para siempre.

Entramos de nuevo a la mansión.

Fabrício: Ahora vamos a subir para mostrarte las habitaciones. Todos estos son cuartos de invitados, esta es la mía que ya conoces, y tu habitación será esta al lado de la mía.

Cuando Fabrício abre la puerta, Andréa queda admirada por el tamaño de la habitación.

Andréa: Pero esta habitación es enorme.

Fabrício: Esta es la habitación más pequeña de todas.

Andréa: ¿Qué?

💭 Andréa: Me voy a perder aquí adentro.

Fabrício: Tus cosas que estaban en mi habitación ya están en el closet, siéntete libre de tomar un baño y relajarte, necesito ir a mi oficina para firmar algunos documentos.

Andréa: Muchas gracias, señor Fabrício, y disculpe por molestar tanto.

Fabrício: No molestas, pequeña.

Fabrício le da un beso en la frente y se va sin mirar atrás.

Andréa siente su corazón acelerarse.

💭 Andréa: ¿Qué? ¿Cómo que "pequeña"? ¡Y otra vez con el beso en la frente!

Andréa cierra la puerta, se tira en la cama y se queda pensando en todo lo que está sucediendo.

Fabrício, ya en su oficina, toma un trago de whisky y se sienta en el sofá.

Fabrício: Tengo ganas de agarrar a esa pequeña por la cintura, cerrar la puerta y mostrarle un verdadero beso, pero si lo hago ahora, puedo asustarla, ella es muy inocente, tengo que ir despacio.

Me calmo un poco y envío un mensaje a Pepi.

*Mensaje*

Fabrício: Pepi, necesito que encuentres al dueño del café, quiero negociar con él para comprarlo.

Pepi: Ya localicé al dueño, tienes una reunión con él mañana a las 16:00 horas.

Fabrício: Ok, gracias, colega.

Pepi: De nada, hermano. Y ¿cómo van las cosas allí con Andréa?

Fabrício: Normal.

Pepi: jajajajaja

Fabrício: Buenas noches.

A veces Pepi tiene el don de irritarme. Tomo otro trago de whisky y me pierdo en mis pensamientos.

Ya perdí la cuenta de cuántos tragos de whisky he tomado aquí sentado, así que decido subir, tomar un baño y dormir. Subo las escaleras tambaleándome, estoy en el pasillo camino a mi habitación cuando Andréa abre la puerta, está vestida solo con un babydoll negro y una toalla en la cabeza.

Andréa: ¿Señor Fabrício, estás bien?

Simplemente la acorralo contra la pared y la beso. Mi lengua busca paso y ella se resistente, continúo insistiendo y ella continúa resistiendo, luego la suelto y la miro como si le estuviera ordenando que abra la boca, veo una lágrima caer de sus ojos, en ese momento caigo en la realidad y me alejo, ella se deja deslizar por la pared asustada, salgo sin decir nada, entro y cierro la puerta de mi habitación, me tiro en el sillón y me quedo dormido ahí mismo.

Después de quedarme asombrada por el tamaño de la habitación, decido darme un baño. Entro al baño y me maravillo con su amplitud. No tiene una bañera, pero no se compara al baño que tenía en el ático. Me tomo un baño largo, me lavo el cabello. Cuando salgo, me seco y me envuelvo una toalla en la cabeza. Me pongo el baby doll que la señora Solange había comprado para mí y decido bajar a buscar una fruta, ya que el señor Fabrício me dio permiso total para usar la cocina. Cuando abro la puerta de la habitación, veo al señor Fabrício tambaleándose por el pasillo. Me preocupo y le pregunto si está bien. Él no me responde, me acorrala contra la pared y me besa. Estoy tan asustada que me quedo paralizada. Él tiene un fuerte olor a alcohol que me hace sentir mareada. Su lengua intenta invadir mi boca, pero estoy bloqueada, no puedo moverme. Solo quería salir de ahí, no quería que mi primer beso fuera así. De repente, él se detiene, me mira como si quisiera matarme. Estoy tan aterrorizada que una lágrima cae involuntariamente de mi ojo. Entonces él me suelta y se va sin decir nada. Me siento en el suelo sin fuerzas y comienzo a llorar. No sé cuánto tiempo estuve sentada allí en el suelo. Siento una mano suave tocando mi hombro, levanto la mirada y veo a la señora Solange.

Solange: Ven, mi niña, te llevaré a la cama.

Me levanto y la sigo hasta mi habitación, me acuesto en la cama y ella se sienta a mi lado. Lloro un poco más y entonces digo:

Andréa: ¿Por qué me pasan estas cosas a mí? Pensé que él era un chico agradable con todo ese discurso de protegerme.

Solange: No hables así, mi niña. El señor Fabrício es un buen hombre, pero está acostumbrado a tener lo que quiere, cuando quiere y en el momento que quiere. No sabe ser diferente, pero creo que contigo aprenderá.

Andréa: ¡No entiendo qué tengo que ver yo en todo esto!

Solange: Fabrício está enamorado de ti y ese sentimiento es nuevo para él. No sabe cómo manejarlo.

Andréa: ¿Cómo puede estar enamorado de mí si apenas me conoce? No tiene sentido alguno.

Solange: Tranquilízate, mi niña. Con el tiempo lo entenderás.

Dona Solange acaricia mis cabellos y finalmente me duermo.