La Esclava Del Emperador

¿qué?, ¿por qué?, he sido tu única amiga, desde que tengo memoria, sé que me fui durante un tiempo, pero eso no basta para que me olvides _ sus lágrimas comienzan a salir.

- Marion ya te he dicho que me molesta que lloriquees, más cuando eres tan falsa al hacerlo _ molesto _ dime qué es eso tan importante que querías decirme _ frío.

Limpia sus lágrimas molesta _ perdón, no quería hacerte enojar, supe que tenias una asistente, nunca te ha gustado la compañía, ¿por qué ahora es diferente?

- eso no debería importarte _ mira su cuello _ ¿eso era todo?

Se acomoda al ver que Connor le mira el "pecho" _ me importa porque desde hace años he querido ese puesto, yo soy tu amiga, no debería ser mejor tenerme a mi a tu lado que a una don nadie.

- no llames así a la señorita Sara _ mirada fulminante _ ella es mejor que cualquiera para desempeñar ese puesto.

- bien, si no me quieres como tu asistente déjame pedirte otro favor _ suplicante.

- ¿qué favor?

- conviérteme en tu prometida.

- no _ tajante.

- por favor, te lo pido _ desesperada _ me estoy muriendo de celos, Connor no lo quería decir, pero me gustas, me gustas desde hace mucho tiempo, no sabes como me sentí al enterarme de que tendrás a una mujer a tu lado 12 horas al día _ sus lágrimas amenazan con salir nuevamente.

Connor se levanta de su asiento y camina hacia la espalda de Marion _ cuando haciendes a emperador te das cuenta de que el ochenta porciento de las palabras que te dicen son mentiras, y 90 de cada 100 personas son farsantes, aprendes a no confiar en palabras y guiarte de hechos.

- ¿por qué me dices eso?, estoy hablando enserió.

- te voy a recordar un día, cuando ascendí al trono, eras la única persona en la que confiaba, por eso cuando me preguntaron que quién sería mi prometida pensé en ti, cuando iba a preguntarte si aceptabas, escuché cuando decías que detestabas estar a mi lado, que la única razón por la que lo hacías era porque tu padre te obligaba, escuché que nunca te interesaron mis conversaciones, oh las cosas que a mí me gustaban, todo lo que hacías o decías era porque tu padre lo ordenaba, toda nuestra amistad fue una mentira, toda tú era una falsedad... no... no Marion... no te haré mi prometida, porque no lo deseas, me casaré con quién me quiera de verdad.

Marion se queda paralizada procesando la información, se levanta de su asiento y cuando por fin reacciona suelta una carcajada _ ja, ja, ja, ja, ¿y quién será esa?, ¿la maldita esclava que acaba de salir?, ¿será ella?, ja, ja, ja, ja, por favor, no me hagas reír, te has visto, tus manos están manchadas de mucha sangre, eres incapaz de sentir, eres UNA MALDITA ROCA, ¿crees que alguien puede vivir contigo por amor?, ja, ja, ja, absurdo, cualquiera que se acerque a ti, solo sentirá miedo, y con eso de que tienes más de 50 esclavas a tu servicio y no le has correspondido a ninguna, la única forma de que logres casarte es comprando un amor falso, ¿qué mejor que yo para eso?, al menos yo te daré poder _ lo mira a los ojos por primera vez con seguridad y desdén.

Connor sonríe de lado sin dejar de mirar los ojos de Marion _ tal vez no sienta amor, alegría, miedo, o cualquier emoción, pero nunca compraría un sentimiento, no lo hagas tú.

- QUE FÁCIL ES DECIRLO, PARA TI ES FÁCIL _ golpea el escritorio _ tú no eres mujer, tú no tienes que sufrir bajo el yugo de tus padres _ esta vez sus ojos se llenan de agua y sinceridad _ tú no te ves obligado a hacer cosas que no quieres POR EL BIEN DE TU FAMILIA, no sabe lo que es eso, yo si _ limpia sus lágrimas _ yo he vivido así siempre, desde que recuerdo, me han dicho cómo comportarme, qué hacer, qué decir, a quién mirar, a quién odiar... tienes razón soy falsa, pero esa no es mi culpa, no puedo obligarte a tomarme como esposa, y tampoco lo quiero, pero es lo que mi familia necesita.

- las marcas en tu cuello, ¿las hizo tu padre?

Marion se sorprende con la pregunta y toca su cuello por instinto _ ¿qué?

- dijiste que tu familia te obliga a actuar así, ¿tu padre te golpea?, ¿es así como te obliga a venir?

- no, mi padre es incapaz de hacer algo así _ se aleja rápidamente _ él es un hombre honorable.

- ¿cómo te hiciste esos moretones?

- ¿acaso te importa?

- no, pero a la señorita Sara sí.

- ja, ja, ja, ja, _ ríe aún con lágrimas en los ojos _ un maquillaje me hizo alergia y salieron moretones en mi piel, dile que no se preocupe.

- lo haré.

- te dejaré pensar en mi oferta, recuerda es mejor villano conocido que bondadoso por conocer _ sonríe y sale con elegancia del lugar.

Connor recuerda las palabras que Sara le dijo para convencerlo de cambiar las cosas, "las mujeres no la tenemos fácil, la sociedad define nuestra vida, vivimos doblegadas a nuestros padres y posteriormente a nuestros esposos" < ¿qué tanto están dispuestos a hacer por entrar a la realeza? > suspira con cansancio.

- majestad, ¿se encuentra bien? _ pregunta Sara.

- ah _ sorprendido _ ¿cuándo entraste?

- toqué varias veces, pero no respondió.

- estaba reflexionando _ se dirige a su asiento tras el escritorio.

- quería mostrarle esto, se hizo una concesión a Chalazías para cosechar en las tierras del sureste en el condado de Nathur _ extiende unos documentos hacia Connor.

- ¿por qué se realizó tal idiotez? _ revisa los documentos.

- Chalazías está teniendo problemas con sequías, es probable que hayan hecho esa petición para reponer una parte de sus pérdidas.

- ¿y cómo le están haciendo los poblados para sobrevivir?

- eso es lo preocupante, en una de las peticiones de los eruditos, que llevé ase tres días a la primera oficina, se pide ayuda para los poblados del sureste porque se han quedado sin sus cosechas.

- manda un espía a Nathur, elige a uno de los candidatos para que lleve la ayuda, y dile al primer ministro que deseo verlo.

- a la orden _ hace una reverencia _ con respecto a lady Marion...

- es alérgica a un maquillaje, pero investigaré más a fondo, no quiero productos dañinos en mi mercado ni ministro abusadores en mi corte.

- he escuchado que muchos de los cosméticos tienen químicos dañinos, le ayudaré a investigar _ hace una reverencia y se dirige a la puerta.

- señorita Sara.

Sara se detiene al escuchar su nombre _ ¿necesita algo más?

- ¿cree que es una buena opción casarte con alguien a quien le pagas para fingir amor?

- depende, pero ¿por qué lo pregunta?

- quiero saberlo, ¿de qué pende para que sea algo bueno?

- de que lo haga feliz.

- yo no sé lo que es la felicidad, nunca la he sentido.

- eso no es verdad, todos hemos sentido felicidad alguna vez en la vida.

- yo no.

- ¿nunca ha sentido como su corazón late con rapidez, tanto que siente que podría salir de su pecho, nunca ha sentido que no puede evitar sonreír cuando piensa en alguien o recuerda algo, nunca ha sentido que podría hacer algo muchas veces, pero nunca le aburriría?

Reflexiona un momento y se da cuenta de que sí, su corazón late fuerte y rápido cuando se acerca a ella, cuando recuerda su sonrisa no puede evitar sonreír, y jamás podría aburrirse con sus charlas aunque hablen de cosas absurdas _ tal vez lo he sentido.

- bueno, esa es una pizca de felicidad, el resto es más difícil de encontrar, con permiso su majestad _ sale de la habitación.

Connor se queda mirando la puerta un segundo y después sonríe.