Enséñame A Amar Una Vez Más.

Amelia sintió su sangre hervir al escuchar las palabras tan desagradables del joven, cuando vio al tipo soltar el cuerpo de la niña como si fuese un asqueroso trozo de carne y luego bajarse el pantalón, la chica ya no pudo seguir mirando.

Ella estaba a punto de salir corriendo para detenerlos cuando una mano grande le cubrió los ojos, un olor ligeramente familiar asalto la nariz de Amelia, su rostro rojo de la furia se puso ligeramente pálido y las lágrimas brotaron de sus ojos cubiertos.

La persona tiró suavemente de ella, cubriendo con su otra mano una de sus orejas mientras la otra la apoyo contra su pecho, evitando que escuchara los jadeos asquerosos del sirviente.

El cuerpo de Amelia temblaba con fuerza y no pudo evitar hacerse bola en los brazos del joven, que por alguna razón, le proporcionaban gran seguridad en ese momento.

Ella, una chica que había visto tanto en su otra vida y que personalmente había sufrido en carne y huesos dolores extremadamente fuertes, nunca había presenciado este tipo de actos hacia niñas que apenas comenzaban su vida.

Una pequeña que claramente podía ser hasta su hermana menor fue asesinada injustamente e incluso abusada después de su muerte ¿Por qué simplemente no podían darle un descanso tranquilo?

Para Amelia, esta era la primera vez que veía el lado oscuro de las familias ricas.

Noah miró con un brillo frío a los dos tipos que se divertían con la fallecida, incluso para él aquello era extremadamente deplorable y repugnante, y mucho menos para una joven que tenía casi la edad de la niña fallecida.

Tristemente, él no tenía el poder para borrar esos feos recuerdos de la mente de Amelia, lo único que podía hacer por ella era cubrir sus ojos y oídos para que no viera ni escuchara nada.

Luego de que las dos personas hicieron sus atrocidades, ataron las manos y pies de la joven con rocas para luego lanzarla sin remordimiento alguno al estanque de agua, solo entonces se retiraron del patio y regresaron al jardín de la Señora Su.

Solo hasta que los tipos se fueron, Noah libero a Amelia, sin embargo, se dio cuenta de que la chica estaba extremadamente tranquila y ella incluso lo miró con una sonrisa gentil.

-Yo... lamento mucho lo que dije ayer, probablemente te haya hecho sentir mal y me disculpo por eso, no lo decía enserió.- Ella se puso de pie e hizo una reverencia sincera hacia él.

Pero, para Noah esto fue lo de menos -¿No te sientes mal?- Le preguntó en voz baja y con un tono suave, como si temiera asustarla.

Amelia negó con la cabeza, pero luego asintió, además de lástima por la pobre niña, también se sentía furiosa y enojada en su corazón. Para ella, estas eran personas que merecían sufrir una muerte miserable, sin embargo, ella no es quien para decidir este tipo de cosas.

Si fuese en su vida pasada, habría llamado a las autoridades y los tipos habrían sido arrestados y condenados a muerte, pero esta no es su época, donde las autoridades apoyan a todas las personas por igual.

Es un lugar donde el más fuerte sobrevive y el más débil muere, donde las traiciones e infidelidades son cobradas con la muerte y la desobediencia e imprudencia que pagaban con la vida. En esta época, son los sirvientes los que sufren las rabietas de sus maestros.

-Fue algo impactante y cruel, en mi corazón, creo que estas personas merecen morir por hacer algo tan despiadado a una niña tan pequeña...- Respondió Amelia sinceramente, no guardo lo que sentía, pues la persona delante de ella le daba la confianza necesaria para abrirse y decir sus pensamientos.

Noah asintió en comprensión, una sonrisa apareció en su rostro y suavemente le acarició el cabello, como si tratara de darle consuelo -No te preocupes, personas como estas serán eliminadas en menos de lo que te imaginas.- Le dijo con seriedad.

Amelia lo miró con algo de curiosidad, sin embargo, en estos momentos no le convenía preguntar nada.

-Ya que estás aquí, quiero que veas algo.- Noah la tomó de la mano y la llevó hacia el patio de la Señora Su.

Ambos se escondieron detrás de una gran roca cerca de la habitación personal de la Señora Su, la vista daba justo a la ventana. Al momento en que llegaron, Amelia vio a una mujer de unos 70 años sentada bordando, su rostro era más pálido que el papel y tenía grandes ojeras debajo de los ojos.

Había manchas extrañas por todo su rostro y su cabello era blanco, su nariz, por alguna razón, era roja y sus labios eran blancos. Aquella imagen era extremadamente extraña ¿Cómo es que nunca había visto a esta persona?

-¿Quién es ella?- Amelia no pudo evitar preguntarle a Noah, quién yacía de pie a su lado, su voz fue muy baja, pues temía ser descubierta por algún sirviente.

-No tienes que ser tan cautelosa, a esta hora no hay sirvientes en su patio. La niña que viste hace poco entró sin permiso y la vio así, por lo tanto, fue silenciada.- Explicó Noah con tranquilidad, mirando con un brilló frío a la mujer sentada dentro de la habitación justo al lado de la ventana.

Al escuchar la palabra la vio así, Amelia entendió inmediatamente de quien se trataba ¿Quién más podría ser si no era la Señora Su?

¡¿ESA MUJER QUE PARECÍA UNA ANCIANA ERA LA SEÑORA SU?! Amelia quería gritar en voz alta, pero ante las circunstancias, solo pudo gritar en su corazón ¡Es increíble, ahora entendía por qué usaba tanto maquillaje en su rostro!

-¿Es algún tipo de enfermedad en la piel?- Preguntó con curiosidad Amelia, aún sin poder soportar la gran sorpresa del asunto.

-Según el informante del tío Lionel, la sirvienta personal de la Señora Su ha estado agregando veneno a sus comidas desde hace dos meses, desde entonces, su rostro ha comenzado a volverse así.- Respondió Noah con tranquilidad, muy indiferente al tema.

De hecho, no estuviese aquí si no fuese por el pedido de su tío Lionel para investigar a su segunda esposa e hija mayor.