ENTRE DOS MAGNATES.

Le pedí a una enfermera que me diera mi teléfono, llame a Ángela y dijo que había salido fuera de la ciudad con Román y estaría en San Francisco una semana.

Genial una semana sola.

Kevin volvió le pregunté que había pasado con los delincuentes, el dijo que ya estaban en la cárcel.

-- ¿Quien los mandó?

K: la misma persona que atacó a Maríam.

-- ¿Sus enemigos son capaces de hacer cosas como esa?

K: por desgracia sí, pero no te preocupes uno de los secuestradores dió el nombre y pronto estará tras las rejas.

-- Que bueno.

K: dormiré contigo esta noche y mañana te llevaré a casa.

-- ¿Si te pido que te vayas te irás?

K: no.

-- Entonces haz lo que quieras.

K: ¿segura que puedo hacer lo que quiera? _ Se acerco a mi rostro, nuestra respiración se mezclaba.

-- Yo quise decir ... _ Antes de que terminara sus labios ya estaban pegados a los míos.

-- Oye, ¿porque eres así?, te dije que amo a otra persona, respétame. _ 😡

K: ¿tan malos son mis besos?

-- Besas bastante bien, pero tú y yo no somos nada.

K: eso es porque tú no quieres.

-- Necesito dormir, estoy cansada. _ Me tapé con las sábanas y me quedé dormida, al día siguiente me dieron el alta y Kevin me llevo a casa.

-- Este no es mi edificio.

K: Angela estará una semana fuera del país así que te quedarás en mi casa hasta que ella vuelva y no acepto un no por respuesta. _ Me llevo cargando hasta el elevador.

-- La herida fue en el abdomen no en las piernas.

K: el doctor dijo cuidados excesivos.

-- No es necesario que...

K: es necesario.

Entramos al penthouse, el me puso de pie y un perro corrió a recibirnos.

Di un grito de miedo y me subí a la espalda de Kevin.

K: tranquila es mi amigo Fran.

-- Aleja esa bestia de mi, me va a morder.

K: Fran no muerde, es un perro muy cariñoso.

-- Te dije que lo alejes.

K: peleas con violadores, robas el arma de un criminal, le das un balazo a cinco personas pero le tienes miedo a un pastor belga. _ 🤭

-- Deja de burlarte. _ 😡😡😡

K: ¿piensas quedarte en mi espalda toda la vida?

-- Solo hasta que el perro se vaya.

K: está bien, si estás más tranquila así. _ Fue y encerró al perro.

-- Debiste decirme que tenías mascota. _ Me bajé de su espalda.

K: lo olvide, además a todo el mundo le gustan los perros.

-- A mi no.

K: ¿porque?

-- No quiero hablar de eso.

K: nunca quieres hablar de nada, ¿porque eres tan reservada?

-- Simplemente soy así.

*****

Kevin ya no pregunto nada.

K: te mostraré tu habitación.

D: no tengo ropa, por favor llévame a mi casa para buscar mis cosas.

K: no te preocupes, mandé a traer ropa suficiente para esta semana.

D: piensas en todo.

K: todavía no se cómo debo ganarme tu corazón.

D: será mejor que no lo intentes, no pierdas tu tiempo.

Kevin se limito a sonreír y la guío a su habitación, la ropa que usaría durante toda la semana ya estaba en el armario.

Diana se dió un baño y después bajó a desayunar.

En la noche cenaron juntos y Kevin bajo con pijama.

Diana lo observó y trago saliva, Kevin lo notó y se sintió complacido con su reacción.

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Dos días después Diana vio cuando Kevin alimentaba a Fran, el perro se le acercó y le movió la cola.

D: aléjate. _ Se subió a la barra de la cocina, para que el perro no la alcanzara.

K: no tengas miedo, baja de ahí.

D: no quiero, ese perro es un peligro.

K: Fran es amigable.

D: encierra a esa bestia, no lo quiero cerca de mí.

Kevin encerró al perro en una habitación y Diana bajo de la barra.

Al día siguiente Kevin le puso una venda a Diana y la llevo junto al perro, Diana lo acaricio por primera vez, le pareció adorable, el perro era muy cariñoso y quería jugar con ella.

K: iremos a caminar, ¿quieres venir?

Diana aceptó, se puso ropa deportiva y fueron a caminar por el parque, jugaron con Fran y después fueron a una cafetería para comer.

Kevin no se atrevía a preguntarle sobre su relación, no necesitaba hacerlo, el conocía perfectamente bien cada parte de esa historia, el junto a su prima y Román habían planeado cómo se conocería la pareja, incluso cuando Miguel le era infiel y ella estaba a punto de descubrirlo planeaban como evitar el fatídico momento, pero una vez que Miguel estuvo completamente enamorado ellos mismos enviaron el mensaje a Diana para que lo descubriera.

Lo cierto era que Miguel a pesar de amarla nunca la respetó, el seguía acostándose con una y otra, incluso amenazó a Yolanda para que dijera lo que el quería y alteró los resultados de laboratorio para que Diana lo perdonará.

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