Solo Una Mirada ( Saga I - Sobreprotectores )

Después sincerarme con Marie, me sentía mejor de haberlo compartido con ella, ya que era más que mi propia hermana, a pesar de llevarme bien con Gabriela, siempre hubo algo por lo que no se acercaba tanto a Theo y a mí.

Siempre que hacíamos algo juntos, ella prefería mantenerse al margen, muchas veces aunque insistimos que saliera con nosotros, nos rechazaba amablemente, lo que siempre supuse lo hacía porque discutía mucho con Theo, ya que decía que el era muy inmaduro, lo cual yo no veía así.

Habíamos pasado la mañana con mi Padre, Gaby y Marie, mientras todos me trataban de convencer que dejara mi trabajo por el peligro que implicaba...y que debía dedicarme a la empresa familiar, entendía su preocupación, pero no era algo que yo deseara.

Más Tarde llegaron Kevin y Theo, que se unieron al mismo pedido..

Observaba a todos interactuar, y sonreía ya que mis hermanos se los notaba contentos, y eso era gracias a Marie y Kevin..

Luego de almorzar todos juntos, Kevin se levantó para retirarse, debido a que tenía que pasar por el hospital, Gabi dijo que aprovechaba a bajar con el ya que tenía que volver a la oficina.

-Pffff como si no supiéramos que están juntos- dije poniendo mis ojos en blanco, mientras seguía recostada en el sofá.

-Hija... solo dale su tiempo, Gabriela es un poco más insegura que tú y tu hermano- hasta mi padre lo había notado, y se hacía el distraído.

-Quien dijo que soy segura?-le dije dudosa.

- Pero por favor!!! si todos sabemos que Gaby solo busca que la acepten, no se porque lo hace, pero nunca se suelta, quiere ser perfecta delante de todos- dijo Theo cruzando sus brazos. Lo mire asombrada, nunca había pensado de esa manera, pero el y ella compartían más tiempo juntos en la oficina, y era bastante observador, por lo que no diría algo así de no estar seguro.

-Theo!! Gabriela siempre ha dicho que ustedes son más inteligentes, y más carismáticos, por eso su forma de ser- dijo mi padre encogiendo los hombros- deberían tenerle más paciencia-

- Papá... lo haces sonar como si la opacaramos, y no hay manera, ella es perfecta hasta para caminar- dije tratando se sentarme .

- Anna, tienes que entenderla, la gente que los conoce hablan de la simpatía de Theo, de tu naturalidad, la complicidad que ustedes mantienen y ella...es algo más retraída, solo te pido que te acerques un poco más a ella-

-Papa si ambos sabemos que por más que Gabriela ame a Anna, siente celos de ella, de su inteligencia, de sus amigos, de que es más atractiva... ni creo que esté interesada realmente en Kevin, quizás solo quiere algo que Anna tiene- dijo sin inmutarse bebiendo un poco de café que Marie había servido.

Marie y yo lo mirábamos atónitas, nunca me había comentado nada, más allá que yo nunca lo notara, el tampoco me lo había comentado.

-Cuando aprenderás que no siempre hay que decir lo que piensas- dijo mi padre ya poniéndose de pie.

Theo solo se encogió de hombros y vino a sentarse a mi lado mirándome con una sonrisa cómplice.

-Lo intentaremos Papá- dije dándole una sonrisa- Theo y yo la incluiremos mas- dije con seguridad.

-"Intentaremos"!!! yo no dije nada!!! no me metas en tus planes pequeña- dijo chocando sus hombros con los míos

- Pues lo harás y listo, tema cerrado- dije clavándole mi mirada-.

Marie, solo observaba como si estuviese en una obra de teatro, pero cuando miraba a mi hermano, solo le faltaba que le cayera la baba.

Mi padre se despidió de nosotros, me prometió que volvería al día siguiente, para desayunar juntos.

Theo ya me había informado que no se iría a ningún lado hasta que llegara Alex, y por ende Marie se quedaría también.

Para darles espacio, les dije que necesitaba descansar , no había podido hablar con Theo, pero yo sabía que estaba enamorado de Marie desde hace años, solo que nunca avanzaba con ella, prefería cada fin de semana una mujer distinta..y jamás le faltaba compañía; Necesitaba encontrar la forma de ayudar a mi hermano.

Apenas me recosté en mi cama, me invadió el sueño, debido a los calmantes, no sabia cuánto tiempo llevaba durmiendo, pero me desperté sintiendo que unos dedos acariciaban mi rostro, me estire un poco en la cama, me costaba abrir mis ojos.

- Hermosa despierta, llevas durmiendo tres horas-

Ahí estaba esa voz ronca y profunda que me volvía loca, abrí mis ojos lentamente para toparme con su mirada, me perdía en esos ojos, me miraba con una sonrisa en su rostro. El estaba sentado en la cama, aún de traje su corbata estaba floja y los dos primeros botones de su camisa desprendidos, parecía un sueño... despertar y ver a tan hermoso hombre a mi lado.

-Hmmmm, hola extraño... no note ni cuando me dormí- dije ya despierta y tomando su mano entre la mía.

- Me preocupaste, no respondiste mis mensajes y mis llamadas, tuve que llamar a Theo- dijo simulando regañarme.

- Supongo que estoy poseída por una marmota- dije y ambos reímos.

Cuando trate de levantarme, el se puso de pie y me tomo en sus brazos, llevándome a la sala.

- Theo y Marie ya se van, mejor vamos así estás con ellos un rato-

-Sabes puedo caminar no?- dije apoyando mi rostro a su pecho.

- Lo se... pero no quiero, solo aprovecho mis oportunidades-

Llegamos a la sala, y estuvimos un rato con Theo y Marie.

Theo quería que saliéramos los cuatro a cenar, pero notaba que a Alex no le agradaba la idea, y en realidad yo tampoco tenía muchas ganas de salir, así que aproveche para hacer mi movida.

- Porque no llevas a Marie a cenar, estuvo todo el día cuidando de mi, y soportando nuestra familia- dije levantando mis cejas.

-No es necesario pequeña- dijo Marie poniéndose de pie y tomando sus cosas para marcharse- Vendré por la mañana, así que Alex trata de no dormirte esta vez - dijo mirándolo de costado.

- Y tu de golpear la puerta- le dijo serio alzando una ceja.

- De que hablas? - le pregunto Theo mirando a los dos.

- Yaaa !! Vamos Marie ve con mi hermano a cenar si sabes que quieres, y tú- dije señalando a Theo con mi dedo- ya de una vez por todas haz lo que tienes que hacer y no vuelvan aquí hasta que no estén juntos- dije seria , alguien tenía que subirle el fuego a estos dos, si no seguirían pasando años.

Marie me miraba con su cara roja y negando con su cabeza.

- Y después soy yo el que dice lo que piensa siempre no? - dijo Theo acercándose para dejar un beso en mi frente.

- Nos vamos a cenar, y tú cuida a mi hermana- dijo dando una palmada en la espalda de Alex.

-Ya váyanse- dijo Alex mientras les abría la puerta.

Marie se acercó a saludarme con un abrazo

-Gracias pero la próxima no me hagas pasar vergüenza- me dijo susurrando en mi oído.

Le sonreí mientras la miraba y asentía con mi cabeza.

Una vez que ya se habían marchado, Alex se sentó a mi lado, me levanto y me sentó en su regazo, pase mis manos alrededor de cuello, y me besó, tan apasionado y dulce, su lengua jugaba con la mía podía sentir su aliento fresco a menta mezclado con algo de alcohol, nuestro beso se volvía cada vez más desesperado, podía sentir su erección en mi trasero.

Nos separamos por falta de aire, mientras yo permanecía con los ojos cerrados, el acomodaba un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

- Mejor parar ahora princesa, si no no cenaremos- dijo bajo con voz pesada y su aliento agitado.

-Pfff no tengo tanto hambre en realidad, estuviste bebiendo? dije abriendo mis ojos y acariciando su cabello, lo que hizo que soltará una carcajada.

- Vas a tener que cenar, porque quiero que tengas energía para esta noche y si bebí una copa en la oficina, fue un día algo largo- dijo dejando un beso en la punta de mi nariz.

Me acomodo en el sofá, se doblo las mangas de su camisa a la altura de los codos.

- Tu descansa ahí, yo me encargo de la cena- dijo yendo a la cocina.

-Sabes cocinar!?? o debo preocuparme? - dije en tono de burla.

- Ya descubrirás todos mis talentos preciosa- dijo sin voltear caminando de forma sexy moviendo su trasero, lo que hizo que volviéramos a reír..

Mientras estaba recostada, ví mi teléfono en la mesa de café, me estire y me puse a revisarlo, ya que no lo había tocado en todo el día.

Tenía dos mensajes de Jack, uno de mi Jefe, otro de Kevin y Gabriela, tres de Alex y uno de un número desconocido.

Al instante llamo mi atención, deje el resto de los mensajes para después y lo abrí

** Esto recién comienza , ya tuviste tu primer aviso**

mis manos temblaron ligeramente y lo releí dos veces más, no iba a tener miedo, el tiempo me había cambiado, lo único que hacía este mensaje era confirmarme la sospecha que no había tenido un accidente.