GEA.
Después del primer beso nos separamos, él preguntó sí me había gustado para luego acercarse y morder mi labio.
Al sentir sus perfectos dientes haciendo presión en ellos, di un gemido involuntario, sus labios y su cuerpo cerca de mí, despertaron sentimientos y sensaciones qué nunca antes había sentido.
Me estremecí en sus brazos, pero me alejé y dije qué estábamos mal, ¿cómo pude si quisiera desear al hombre de mi hermana? Hombre qué no debería mirar más qué cómo uno prohibido para mí.
Intenté renunciar, después de esto no estoy segura de poder estar cerca de él, pero no quiso aceptar mi renuncia, él me pidió disculpas y salió de mi oficina.
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CAPÍTULO VEINTICUATRO: PRIMERA NOCHE JUNTOS.
TÍTULO: PRIMERA NOCHE JUNTOS.
AL DÍA SIGUIENTE.
GEA.
Ayer por la noche salí con Zack, él me llevó a un elegante restaurante en el centro de la ciudad, estaba tan extasiado por mi divorcio qué no paró de sonreír en ningún momento. La cena fue hermosa, él hizo cerrar el restaurante solo para nosotros, había velas por todas partes, la mesa estaba dentro de un círculo de pétalos de rosas y él ambiente sé sentía cómo sí fuera una película de romance
Pero... siempre hay un pero, el mío era qué cuándo la cena terminó y llegamos al departamento, las piernas me temblaban de miedo, aún no me sentía lista para dar él pasó de tener intimidad con él, ya que aún es el esposo de mi hermana.
Zack--¿Por qué tan nerviosa?.-- Preguntó esté abrazándome por la espalda y dejando besos en mi cuello.
GEA-- Por qué estás demasiado cerca.--Me respondí para mí misma y giré encontrándome con su ardiente mirada.
Intenté hablar sin qué mi lengua sé trabará, pero cada vez que abría la boca las palabras no salían de ella, cuándo por fin estaba a punto de lograrlo él comenzó a besarme. Sus manos sé deslizaron por mi cuerpo erizando cada fibra de él, pronto terminamos tumbados en el sofá y nuestra ropa calló en el suelo prenda tras prenda.
Al acariciar su cuerpo desnudo miles de pensamientos y sentimientos vinieron a mí, culpa, deseo, miedo, pero todo quedó atrás con sus dulces palabras.
Zack.-- Eres la mujer más hermosa e importante de mi vida, prometo amarte y cuidar de ti por el resto de mis días.-- fueron algunas de las palabras qué mencionó mientras besaba cada parte de mi cuerpo, logrando excitarme y hacerme gemir.
Solamente una vez estuve con un hombre, quizás fue por el alcohol y el despecho del momento, pero anoche me entregué al único hombre que existe en mi corazón.
Cada caricia, cada roce de nuestra piel, nuestros cuerpos húmedos, nuestra respiración entré cortada, todo y cada uno de esos hermosos momento quedó grabado en mi mente.
Zack-- Buenos días, preciosa-- El saluda y sonríe por la forma en que lo observó, fue tan sorprendente la noche que pasamos juntos qué ni siquiera recuerdo cómo llegamos a su habitación.
Gea-- Buenos días-- Respondí luego de unos segundos, y no resistí la tentación de besar sus labios.
Zack.
El despertar del día de hoy fue uno qué deseé demasiado. ¿Qué hay mejor que despertar junto a la mujer de tu vida?, puedo asegurar qué nada, no hay nada mejor qué ello.
Lo primero qué vi al abrir mis ojos fue a ella observándome y sonreí, parezco un niño con muchas golosinas, aunque cuándo ella besó mis labios me di cuenta de qué así era, sus labios son lo más dulce qué he probado en toda mi jodida vida, y sin darme cuenta comencé a recorrer su cuerpo desnudo nuevamente, dejé besos en sus labios, su cuello, y finalmente llegué a sus pechos, sus gemidos bajos sonaron en mis oídos y me encendí, mi cuerpo la deseaba aún más qué anoche, mi lengua se movía por si sola, probando cada parte, no quedó absolutamente nada saborear, mientras ella se retorcía a mi tacto, volví a subir a sus labios, me acomodé entre sus piernas y poco a poco me hundí en ella.
EDWARD.
Luego de recibir la llamada de un cliente fui por Zack, creó que ya tuvo un buen descanso y es hora de que vuelva al ruedo, los negocios no pueden esperar más.
Después de algunos minutos llegamos, bajé del auto y subí al edificio, por supuesto qué tengo llaves, así qué entró sin anunciarme. Pero al estar dentro, escuchó ruidos, gemidos y gritos.
No hago ruido y vuelvo a salir, tendré qué esperar en el corredor.-- Pensé en silencio.
Luego de esperar por dos horas empiezo a molestarme, es un orgullo para mí qué mi hijo sea un hombre con todas las letras, pero sí hay algo que odio es esperar.
UNA HORA DESPUÉS.
Los ruidos sé detuvieron y aproveché el momento, vuelvo adentrarme al lugar y me encuentro con el idiota de mi hijo.
Zack-- ¿Cómo has entrado?
Edward.-- Soy el dueño del edificio, ¿lo has olvidado?-- Respondo a la estúpida pregunta y tomó asiento en el sofá.
Edward.-- No debiste hacerlo.-- Suelto sin rodeos y observó a Zack con el ceño fruncido.
Zack-- ¿A qué te refieres exactamente?.
Edward.-- Gea... ella aún no sé realizó los exámenes, ¿pensaste en la puta posibilidad de que ella esté embarazada de tu hermano?.-- Ya no aguante la estupidez de este y fui hostil.
Creí qué Gea no tendría nada con Zack, al menos no hasta hacerse los exámenes qué pedí, también creí qué esperaría el divorcio de este idiota y la zorra de su hermana.
Zack-- ¿Qué mierda dices? Ella no puede tener un hijo de Tomás.-- Esté gritó furioso, pero le gusté o no, la posibilidad está vigente.
Edward.-- Dejemos esté tema para después, tenemos qué mudarnos para Miami, hay negocios por atender, y si no nos movemos pronto perderemos la oportunidad. Los Altamirano están haciendo negocios en Miami y sabes muy bien qué no me gusta qué esos rusos sé metan en mis territorios.
-- Tienes una hora, solo una hora para volver a casa, más tardar a las 20: horas tenemos qué estar volando rumbo a Miami.
Zack-- Gea irá conmigo.
Edward.-- Claro qué vendrá, tengo un futuro prometedor para ella, pero no olvides los exámenes, no quiero a mis hijos peleando por una mujer.
MIENTRAS TANTO EN MOSCÚ, CAPITAL DE RUSIA.
Tomás.
Después de un agotador y largo viaje llegamos al aeropuerto y fui recibido por Logan.
Tomás.-- ¿Y adónde piensas llevarme?-- Pregunté sin saludar y algo dudoso, no creo qué los Altamirano quieran recibir al enemigo en su propia casa.
Logan.-- Iremos con la diabla, te servirá conocerla.
Tomás-- No, no lo creo, ¿por qué querría conocerla?
Logan.-- Por qué tu madrastra es uno de tus problemas, con el apoyo de ella podrás atacarla desde aquí, no será necesario esperar más tiempo.-- Me giré y le dediqué una mirada molesta a esa niña entrometida, durante el viaje me desahogué contándole mis problemas, y por lo que veo le fue con el cuento a logan.
Paz.-- No me mires así, no me asustas.-- Dijo está y luego la vi montarse en la 4×4 y negué con la cabeza.
Tomás-- ¿La tal diabla es cómo está niña malcriada?
Logan.-- Es aún peor, pero sí quieres entrar al negocio no hay nadie mejor qué ella para guiarte.-- No respondí ni pregunté más, solamente me monté en la camioneta y salimos del aeropuerto.