Pequeña Rebelde ( Primera Parte)

Hernán.

Intenté por un largo tiempo lograr que María entendiera que ya no puedo estar más con ella, pero me costó hacerla entender qué era lo mejor, está sé fue dolida y quizás hasta enojada conmigo, pero quiero comenzar haciendo las cosas bien.

Él pobre repartidor llegó en medio de la discusión y tuvo que escuchar nuestros problemas, porqué María no me dejó atenderlo, apenas pudo se largo de inmediato, cuándo por fin estuve solo intenté comer algo, cosa que no pude lograr, la comida estaba fría y terminé por perder el apetito.

Decidí darme una ducha caliente para bajar la tensión de mi cuerpo, una vez asiado me sequé rápido y me vestí con una camisa Blanca, traje y zapatos negros, dejé mí cabello despeinado, tomé las llaves de mi auto y salí hacia mí restaurante favorito.

Al llegar, entregue las llaves al valet y me adentre al restaurante, me recibió un camarero y me acompaño hasta la mesa que siempre suelo usar.

Pero lo que vi al estar allí, no me causó nada de gracia, en la mesa frente a mí se encontraba William cenando con luz, y sé los podía ver muy cómodos y sonrientes, cosa que me causó mucha molestia.

Ni siquiera llegué a sentarme en mi respectivo lugar, fui directamente a la mesa de esos dos.

---Buenas noches, cómo sé encuentran ---- les digo al estar junto a su mesa, y pude notar cierta sensación de incomodidad en ambos.

---Buenas noches amigo. ¿cómo te encuentras tú? estuve muy preocupado por ti, llevaba casi tres meses sin saber de ti.--- me dice William cómo sí fuera verdad lo qué está diciendo, pero no me la creo ni un poco, ya qué no recibí ni una sola llamada de su parte.

---¿Ha si? ¿sabes algo? no me había dado cuenta de que pasó tanto tiempo, y tampoco sabía qué estabas tan preocupado por mí, ya qué no me has llamado y tampoco pasaste por mi casa, pero eso no me importa, creo que ya nos estamos conociendo la verdadera cara.--- le digo muy molesto, y esté me ve sorprendido, por las palabras dichas.

---Luz, ven conmigo, vámonos de aquí ahora mismo.--- le digo tomándola del brazo, y me salgo de mis casillas al ver su resistencia a venir conmigo.

No, no voy a ninguna parte contigo.

¿qué crees qué soy?

¿Te crees mi dueño?

¿O piensas que soy tú mascota?

Estuve bien sin verte, sin saber nada de ti, me cansé de tus estupidos juegos, no pienso seguir siendo tú juguete, el cuál tomas cuándo séte pega la gana y luego descartas cómo sí fuera basura, déjeme en paz de una vez por todas, vive tu vida cómo sete pegué la gana, y déjame vivir tranquila a mi también.--- me dijo luz, con el tono lleno de rabia, y sé levantó pará luego marcharse, y tanto William cómo yo salimos detrás de ella.

Luz.

Después de volver al trabajo normalmente, todo estuvo bien, en las reuniones importantes de la empresa asistía Michael y no loren, fue algo que propuso el señor Smith, al ver qué ella me trataba muy mal cada vez qué podía.

Con Michael era diferente, a pesar de todas las barbaridades que loren remarcaba de mi, delante de él, nunca me trató mal, siempre sé comportó amablemente y educado conmigo, cosa que a loren no le agradaba.

Pude charlar con Yadiel, y contarle sobre la relación enfermiza qué llevaba con Hernán, esté me entendió y comenzamos a ser amigos nuevamente, y con William las cosas ya no son insoportables, luego de trabajar juntos por dos meses comenzamos a llevarnos mejor, ya no me humilla cómo solía hacerlo, es más, sé podría decir que llevamos una buena relación dentro y fuera del trabajo.

A veces salimos juntos y compartimos algunas qué otras cenas y también lo acompañó en todas sus reuniones de trabajo.

Hoy quedamos en ir a cenar, apenas terminamos nuestro horario de trabajo, yo fui a mi departamento a darme una ducha y arreglarme un poco.

Me duché y me preparé para salir, me puse un vestido color rojo cortó, con el frente reservador, pero con la espalda abierta, y unos tacones negros bastantes altos, para no quedar tan petisa, ya qué William es muy alto, y sé nota mucho más cuándo estoy junto a él.

Apenas estuve lista, escuché sonar el timbre de la puerta y fui abrir, cómo pensé era William quien pasó a buscarme, tomé mí cartera y salimos hacia el restaurante.

Al estar allí, nos recibió un camarero cómo cada vez qué venimos a esté lindo y elegante restaurante, nos acompañó a la mesa y nos entregó el menú, pedimos langosta con una guarnición ligera y un vino, charlamos de trabajo hasta qué vinieron con nuestra orden, seguimos hablando de la próxima colección, mientras comenzamos a cenar, pasamos una velada tranquila y bonita, eso hasta qué llegó Hernán.

No lo veía hace casi tres meses completos, los primeros días sentí su ausencia y hasta podría decir que lo extrañaba, pero los días siguientes fueron pasando rápido y pude acostumbrarme a no verlo, luego conociendo y tratando más con William, empecé a acostumbrarme a él, pero cómo siempre tuvo que llegar Hernán para joderlo todo.

Él idiota se cree mí dueño, pero mí paciencia llegó a su límite, no quiero seguir siendo la niña maltratada y humillada qué soporta los agravios y ofensas de todos, así qué le dije lo qué pensaba, cuándo trató de llevarme con él, luego salí del restaurante e intenté marcharme a mi departamento, pero William y Hernán salieron detrás de mí y comenzaron a discutir a mí lado.

---Desde el primer momento tus intenciones fueron quedarte con ella, no es así.--- dijo Hernán golpeando el pecho de William con el dedo, y yo no entendí nada de qué querían decir.

--Saca tus manos de encima mío, o no respondo.

Tú eres una persona despreciable qué no merece una mujer como ella, sólo intentas jugar, aprovechandote de su ingenuidad, no te importa en lo absoluto sus sentimientos, y no voy a permitir qué sigas jodiendo su vida, ella no merece una persona cómo tú.--- dice William mirando molesto a Hernán, y pegó un fuerte grito para que noten que aún sigo aquí, mientras ellos discuten, asiendo de cuenta qué yo no escucho lo qué dicen.

---Ya corten con tanta babosadas, yo no soy propiedad de nadie, ¿qué mierda les pasa a ustedes dos?--- les gritó a ambos, mirándolos con cara de sicópata.

---Tú no te entrometas, mantente callada.

Y tú William, ¿crees que eres mejor que yo?

Te has reído, te burlaste de su forma de vestir, muchas veces has dicho qué era una ridícula y también la has humillado, y ahora te vienes hacer el justiciero, sólo porqué cambió su estilo de vestir y ahora tienes ganas de tirartela, pues déjame decirte qué estás equivocado, luz es mía, y no voy a dejar que ni tú, ni ningún otro hombre le ponga un sólo dedo encima, ella es solo mía.--- grita Hernán, tan alto qué todas las personas que pasaban por la calle voltearon a ver el espectáculo que esté, estaba dando en público.

Estuve a punto de insultar a esté desvergonzado, pero antes de que pudiera hablar, William le doy un puñetazo en el rostro, haciéndolo sangrar, ya qué le partio literalmente la boca.

Luego sé agarraron a puñetazos y terminaron tirados en el piso, cómo sí fueran dos perros rabiosos, Hernán sé montó encima de William y le pegó puñetazo tras puñetazo sin detenerse.

Sentí miedo al ver qué lo estaba lastimando y no se detenía, por pura intuición trate de detenerlo, me quité los tacones y lo golpeé en la cabeza con ellos, hasta qué logré que se detuviera.

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(Comunicado para los lectores)

Queridos lectores, desde ya, les pido disculpas por haber descuidado está historia, pero venía con algunos problemas de visión, más problemas personales, y me costaba mucho concentrarme, ya qué no tengo bocetos de mis historias, yo voy actualizando a medida que me viene imaginación a la mente. y últimamente sólo tenía problemas en la cabeza, qué me impedían pensar o imaginar cualquier cosa, pero de a poco voy reactivando mis historias pausadas, sólo les pido un poco de paciencia.

Mil gracias por seguir junto a mí, en el proceso de mis historias💕💕💕.

Y si te gusta pequeña rebelde, deja 👍 y también tú opinión.

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