Natalia Ruttherford siendo una mujer exitosa en los negocios, hija de una familia de gran poder y prestigio, se vuelve blanco para unos asesinos quienes pretendían secuestrarla luego de que saliera de un restaurante donde se encontraba almorzando.
Tal acto fue detenido por un hombre quien la ayudo, evitando que los hombres tuvieran éxito en su secuestro. Su salvador y el hombre con quien ahora se encontraba en deuda se llamaba Vasily Vanatori, conocido como uno de los mayores asesinos de la mafia y actual líder de los Vanatori, quien como pago por la deuda de haberla salvado le encomienda una tarea temporal un tanto extraña.
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Capitulo 6. Comienzo
Obviamente debía aceptar ese absurdo trato, después de todo estaba tratando con un mafioso, acostumbrado a obtener lo que quería al precio y condiciones que fueran.
- Bien, entonces cerrado este trato puedo darte un tour – le dice Vasily sonriendo – ya que trabajaras aquí debes conocer el lugar y familiarizarte con él – le dice
- Eso no es necesario, por ahora solo necesito que redactes un documento de compromiso – le dice seria.
- ¿No crees en que cumpliré con mi palabra? – le dice fingiendo estar ofendido.
- Tu palabra vale tanto como un billete de tres – le dice incrédula – quiero que esto sea legal y que cumplas con lo escrito – le exige –de lo contrario no pienso seguir – le dice seria.
- Usted debe ser una mujer demasiado difícil de llevar – le dice Vasily suspirando – Vito – dice chasqueando sus dedos.
- Si señor – le dice un hombre abriendo la puerta.
- Redacta el documento que la dama desea, asegúrate de que queden estipuladas todas sus peticiones – le dice
- De acuerdo, en este momento lo redactare – le dice saliendo y cerrando la puerta tras él.
- Bien, ahora solo queda esperar para firmarlo, ¿quiere que le ofrezca algo, algún refrigerio quizás? – le dice viéndola de forma burlona.
- No aceptare nada de usted – le dice seria.
- Me apena muchísimo que tenga tan poca fe en mi – le dice mostrando la expresión de dolor sentimental más sobre actuada que Natalia hubiera visto.
En ese momento el teléfono del hombre comenzó a sonar.
- Lo siento, esta llamada debo atenderla en privado – le dice levantándose del asiento - en un momento cuando traigan el contrato léalo y fírmelo – le dice saliendo de la habitación.
La expresión del hombre, quien se había mostrado hasta hace unos instantes de forma despreocupada, descarada y acompañado de una actitud lunática. Parecía haber cambiado en cuanto vio su teléfono.
Natalia se quedó en silencio observando el lugar durante unos minutos, atenta a cualquier percance, pero nada sucedió.
Al cabo de un rato la puerta se abrió y uno de los hombres de Vasily entro.
- Señora aquí está el documento que debe firmar – le dice entregándoselo
- Gracias – le responde Natalia.
Luego de leerlo toma la pluma que él hombre le ofrecía y firma.
- Solo faltaría sellarlo con las huellas – le dice el hombre
- ¿Dónde está la tinta? – le pregunta Natalia al notar
- Aquí tiene – le entrega una daga pequeña
- ¿Disculpe? – le dice confundida.
- ¿Ya firmo? – le dice Vasily entrando en la habitación.
- Solo falta la huella – le dice el hombre
- Bien – le quita la daga de la mano a Natalia y hace un corte en su dedo pulgar, luego lo coloca sobre el papel – ahora solo falta usted – le dice entregándole la daga de regreso a Natalia - ¿tiene miedo a su filo? – le dice burlándose
- Qué tontería – le quita la daga y hace un corte en su dedo pulgar.
- Excelente, ahora sí puedo darle la bienvenida de forma oficial – le dice luego de que Natalia colocara el pulgar en el papel – pues bien, su trabajo comenzara desde hoy mismo – le dice sonriendo.
- No puedo, tengo compromisos que atender el día de hoy, como entenderá no tenía previsto este percance – le dice seria
- Lo entiendo, pero ya que usted firmo de forma voluntaria nuestro acuerdo y que yo debo salir, no le queda más opción que posponer todos sus pendientes – le dice de forma imponente
- Esto no era parte del acuerdo – le dice molesta
- Lo sé, pero yo también me encuentro atado de manos, vera – le dice sentándose frente a ella – en estos momentos nos encontramos en una situación un tanto difícil, debo ir a arreglar un acuerdo para que estos inútiles dejen de ser asesinados, firmar de forma tranquila y pacifica un pacto accediendo a perder una parte del territorio, ¿sabe lo que significa eso? – le dice serio- significa que si yo no tengo más opción, usted tampoco la tiene, ¿estamos claros? – le dice, su mirada mostraba toda la furia que contenía
Sin esperar respuesta alguna de Natalia el hombre salió de la habitación.
- Idiota, imbécil – dice Natalia, suspira y luego ve al sirviente – llévame con el niño – le dice resignada
- Si señora – le dice el hombre caminado fuera de la habitación y Natalia lo siguió.
Camino por el pasillo hasta que llegaron a la puerta azul, la abrió y vio al pequeño sobre la cama sosteniendo la fotografía.
- ¡Mamá! – le dice el niño corriendo a abrazarla – te extrañe mucho, ¿tú me extrañaste? – le dice animado.
- Sí, no tienes ni idea – le dice siguiéndole la corriente.
- Qué bueno mamá, ahora podremos jugar juntos como siempre he querido y no me separare nunca de ti – le dice abrazándola fuerte.
Con tales palabras, Natalia pudo notar lo difícil que sería de ahora en adelante el separarse del niño para poder ir a trabajar, algo que obviamente el mal nacido de su padre sabía que sucedería y aun así tuvo la osadía de embaucarla.
Durante el resto del día Natalia estuvo compartiendo con el pequeño Misha, el niño no paraba de revolotear a su alrededor, abrazarla y decirle lo mucho que la amaba, algo que le parecía cruel engañar a un inocente de tal manera.
Al llegar la noche, Natalia lo ayudo a vestirse luego de que las sirvientas lo bañaran, después el niño le pidió leerle un cuento antes de dormirse abrazándola.
- Mami te quiero mucho, por favor no te vuelvas a ir – le dijo el pequeño antes de quedarse dormido abrazado a ella, apretándola tan fuerte como si temiera perderla.
Natalia se quedó a su lado mientras lo apreciaba dormir profundamente, pensando en la difícil vida que tendría esa pobre criatura, su madre había fallecido y su padre era un mafioso lunático, a quien no le importa en lo más mínimo ese pequeño.
- Prometo ser una buena mamá para ti durante este tiempo que estaremos juntos – le dice acariciando su cabeza mientras el pequeño se acurrucaba pegándose de ella con una sonrisa entre sueños.
De esa forma Natalia comenzó a cuidar del pequeño Misha, cumpliendo con un contrato al cual no tuvo opción.