Kael Walton no fue criado, fue forjado, desde niño conoció más el frío del abandono que el calor de una familia. A los quince años quedó huérfano, y su refugio fueron las calles, los trabajos mal pagados, y los silencios largos que solo entienden los que han sobrevivido más de lo que han vivido.
El ejército le dio estructura, disciplina, y una nueva identidad: soldado, protector, fantasma. A los 25 años, pensó que había encontrado la única guerra que valía la pena luchar: el amor. Pero la felicidad duró poco. Su esposa fue asesinada por un mafioso al que todos temían, excepto Kael. Desde entonces, el amor quedó enterrado junto a ella.
Años después, en medio de una misión de venganza donde logran su cometido, cuando al fin reina la paz para el solo era el inicio de un caos y encanto, llamado Nadia Drake.
Podrá Nidia Alojarse en el corazón de Kael?
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Capitulo 22
...CONFESIONES Y ESTRATEGIAS ...
Dos días habían pasado y por lo visto la estadía en esa pequeña casa se alargaba más de lo acordado.
Mientras Kael organizaba su operación secreta, Nadia buscaba una manera de devolverlo a la luz.
Le hablaba más, lo tocaba más, cocinaba para él, le contaba anécdotas tontas, quería hacerle recordar que no estaba solo, que no tenía que ser siempre el soldado.
Pero el muro era alto casi que inquebrantable.
Una tarde, decidió llevarlo a caminar al bosque cercano.
—Vamos, solo una hora.
—Nadia…
—No es una petición, es una orden de tu jefa.
Él sonrió levemente.
Caminaron por un sendero rodeado de árboles altos y verdes. Había un riachuelo a un lado y el canto de los pájaros servía de música de fondo, Nadia caminaba delante de él, a veces girando para ver si la seguía.
—¿Sabes qué me gustaba cuando vivía en la calle? — dijo de pronto.
—No me digas que el frio — dijo Kael en broma
—El cielo, dormir en un banco, mirar las estrellas, me hacía sentir parte de algo.
Kael bajó la mirada.
—No merecías eso.
—Lo sé, pero me hizo fuerte.
Ella se detuvo y lo miró.
—Tú también tuviste que ser fuerte, pero ya no estás solo, Kael. No necesitas pelear tú solo contra el mundo.
—Nadia…
—No soy una niña, ni una damisela, soy la directora de una de las empresas más blindadas del continente y aun así… me siento más vulnerable que nunca contigo. ¿Por qué no me dejas ayudarte a llevar tu carga?
Kael la miró como si estuviera viendo la verdad por primera vez, quiso decirle todo lo que le quemaba en el pecho, pero solo la abrazo y la beso con ternura, aunque el temor de que la sombra de Luca se alzara entre ellos como una barrera de hielo.
...****************...
Dos noches después, Kael estaba de nuevo con Jack, recibiendo los primeros informes.
—Luca no es solo ahijado del Español. Es heredero de una red silenciosa que quedó activa tras la muerte de su padre, lavado de dinero, tráfico de información… negocios limpios por fuera, podridos por dentro.
—¿Tiene aliados?
—Uno muy importante: un político alemán, prominente, limpio en apariencia. Pero hay una transferencia de criptomonedas entre ellos.
Kael maldijo en voz baja.
—¿Y pruebas físicas?
—Aún no, pero hay cámaras de seguridad de un restaurante en Berlín donde se reunió con un hombre que lleva tatuado el mismo escorpión que los antiguos del cartel del Español.
Kael apretó los puños.
—¿Ubicación actual?
—Tiene propiedades en París, Barcelona, Praga. Pero en los últimos días ha sido visto en Hamburgo.
—Perfecto.
—¿Vas a ir tras él?
—No, aún no. Primero haré que se sienta observado, inseguro. Que sepa que ya no tiene el control.
Jack lo miró fijamente.
—¿Y luego?
—Luego… lo arrastro al infierno.
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Mientras tanto, Nadia notaba cada vez más el cambio en Kael.
Estaba más distante, más silencioso, dormía con un arma bajo la almohada. A veces, en mitad de la noche, se levantaba como si hubiera escuchado algo.
Y aunque no se lo decía, su instinto le gritaba que lo estaba perdiendo nuevamente.
Una noche, no lo encontró en la cama, salió al jardín de la casa y lo vio ahí, fumando, solo. Con la mirada perdida.
Se acercó, lo abrazó por la espalda, apoyó la cabeza en su hombro.
—No quiero que desaparezcas dentro de ti, Kael.
Él la abrazó sin decir palabra.
—Ya no eres ese niño huérfano, ni ese soldado perdido, ni ese viudo lleno de rabia. Eres más que tus cicatrices y si alguna vez… necesitas rendirte un momento, yo estaré aquí para sostenerte.
Kael tragó saliva, no estaba preparado para romperse, pero si alguna vez se permitía hacerlo… sería con ella.
La rodeó con los brazos, la apretó contra su pecho, y por primera vez en años, cerró los ojos y respiró con calma.
Porque sabía que se aproximaba la tormenta.
Y esta vez, no pensaba perderla.
Kael cargo a Nadia y se fueron a la habitación, una vez ya en la cama, el la rodeo con sus brazos, y mientras Nadia dormía él pensaba en que debía cambiar, por su muñeca, por el, sobre todo para protegerla, no permitiría que le arrebataran el amor de su vida, no cuando está teniendo una segunda oportunidad.
Sabia claramente que desde que Nadia apareció en su vida, todo se había convertido en una especie de caos y torbellino, pero para que negarlo, amaba toda esa revolución que esa pequeña dama le daba día a día.
— Kael, duerme, sueña conmigo y en lo mucho que te amo — dijo Nadia entre dormida.
—Tranquila mi muñeca, te aseguro que todas las noches sueño contigo, con que eres mía y que en cualquier momento te hare el amor como un desquiciado, demente y te arrepentirás de haberme insistido en que estuviese a tu lado — dijo Kael con una sonrisa que solo por esa noche se permitió, una sonrisa de como cuando era un adolescente.
Pero ya Nadia había caído profundamente en sus sueños y no tuvo la oportunidad de escuchar las palabras de Kael.
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que decepción
así me gusta que no tengan tantos capitulos 💯