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Hasta Que Nuestras Vidas Se Apaguen

Hasta Que Nuestras Vidas Se Apaguen

Status: En proceso
Genre:Amor a primera vista / Dominación / Malentendidos / Diferencia de edad / Pareja destinada / Casada con el millonario
Popularitas:43.1k
Nilai: 5
nombre de autor: Marîana Ibañéz

Alejandra quien a sus 5 años fue alejada de su padre por el echo de ser la hija de una empleada y nacida fuera del matrimonio. La quiso proteger de la humillación y del maltrato, la llevó a vivir a Colombia con su familia materna. La cuido y velo por ella desde la distancia sabiendo que era la hija de su gran amor. Después de 20 años creció como una hermosa mujer, educada y valiente. Una hermosa joya... quien será la presa de un delicioso hombre que la absorberá y amará hasta que sus vidas se apaguen.

NovelToon tiene autorización de Marîana Ibañéz para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Retenidos.

— Esto no es normal… — Murmuró Camila mientras miraba por la ventanilla. Nubes. Solo nubes. Y silencio. Alejandra no respondió. Estaba rígida en su asiento, con el cinturón puesto, las manos sobre las piernas, apretadas con fuerza. — Nos íbamos a montar en un vuelo comercial. Teníamos boletos, asientos, todo. ¿Por qué mierda estamos en un jet privado? ¿Quién demonios hace eso? — Alejandra respiró hondo, pero su voz no salió con calma.

— Mi padre. — Camila la miró.

— ¿Estás segura?

— ¿Quién más tendría el poder de hacer esto? Nos sacaron como si fuéramos prisioneras. ¿Viste cómo nos rodearon? No nos dejaron ni llamar. Esto no es una cortesía, es una jodida mierda. — Camila negó con la cabeza, molesta y nerviosa al mismo tiempo.

— ¿Y tú crees que esto es para hablar contigo? Porque si es así… está muy jodido el concepto de “charla”. — Alejandra giró la cabeza hacia ella. Tenía la mandíbula apretada, el rostro endurecido por una mezcla de furia y miedo.

— Ese hombre desapareció cuando tenía cinco años. Nunca mandó una carta. Nunca llamó. Y ahora me saca a la fuerza de mi país como si fuera su maldita propiedad. ¿Tú sabes lo que me dan ganas de hacer cuando lo vea?

— Sí. — Respondió Camila, sin soltarle la mirada. — Pero no lo hagas sola. — Alejandra bajó la mirada. Apretó los puños.

— No entiendo qué quiere. No entiendo por qué ahora. ¿Por qué yo? — Camila colocó una mano sobre la suya. Se la apretó fuerte.

— Lo vamos a averiguar. Juntas. Y si este tipo cree que va a usarte, se equivocó de mujer. — El avión continuó su trayecto. Afuera, el cielo parecía tranquilo. Adentro, dos mujeres viajaban directo hacia una tormenta.

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Las ruedas del jet tocaron la pista con un golpe seco y rápido. Camila se incorporó en el asiento y se asomó a la ventanilla.

— ¿Qué… es todo eso? — Susurró, con un nudo en la garganta. Alejandra giró lentamente el rostro hacia el mismo punto. Desde la ventanilla, podía ver al menos cuatro vehículos negros, alineados con precisión frente a la pista. Todos idénticos. Oscuros. Con vidrios polarizados y hombres de traje esperando afuera, tensos, sincronizados.

Alejandra no dijo nada. Su cuerpo hablaba por ella: se le endureció el cuello, los hombros, la mirada.

El jet se detuvo. Un miembro de la tripulación abrió la puerta sin previo aviso.

— Señoritas… deben bajar. — Camila se levantó de inmediato.

— ¿Nos van a decir a dónde nos llevan?

— No estoy autorizado para hablar. — Respondió el hombre, sin siquiera mirarla a los ojos.

Bajaron los escalones. El sol pegaba fuerte, pero lo que más quemaba era la incertidumbre. Apenas pisaron tierra, los hombres de negro se les acercaron con decisión, sin violencia hacia las chicas, pero sin margen de duda. Neutralizar de inmediato a los escoltas que llegaron con ellas.

— La señorita Alejandra debe acompañarnos. — Camila dio un paso al frente, interponiéndose. Asustada, fingiendo calma.

— No va sola. Yo voy con ella. — Uno de los hombres levantó una mano, marcando distancia.

— Ella tiene que ir sola. — Camila lo miró con rabia.

— ¡No me importa lo que diga tu jefe! ¡Ella no va a ningún puto lado sola! ¡No tienen derecho! — Alejandra la tomó del brazo, firme.

— Camila…

— ¡Ale, no! ¡No confíes en esta mierda! ¡No dejes que te separen de mí! — Dos de los hombres sujetaron con fuerza a Camila, intentando contenerla sin lastimarla, pero ella luchó igual. — ¡No la toquen! ¡Hijos de puta, suéltenme! ¡ALEJANDRA! — Alejandra se quedó quieta, en shock ante lo que parecia una escena de película. No hizo ningún gesto, no opuso resistencia. Solo miró a su amiga con algo roto en los ojos.

— Voy a estar bien. Te lo prometo. — Dijo fingiendo estar serena. Después de todo aunque la situación era de locos. "Ella solo vería a su padre"

— ¡No! ¡No lo sabes! ¡Ese maldito viejo...! — Pero ya era tarde. Alejandra fue llevada hacia uno de los autos, rodeada por hombres armados y fríos, como si fuese un objetivo.

Camila fue retenida por separado, escoltada hacia otro vehículo distinto.

El motor del auto arrancó. Mientras se alejaba, Alejandra pegó la frente al cristal. La figura de su amiga quedaba atrás, entre gritos, impotencia y rabia.

Callahan la esperaba. No afuera. No con los demás.

En privado. Como todo lo que él decide manejar.

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La puerta del salón privado se abrió con un leve zumbido eléctrico.

Callahan se dio vuelta al escuchar los pasos. Y entonces, la vio.

Alejandra. El mundo se detuvo para él.

Antes de que pudiera decir una sola palabra, ella corrió hacia él. No hubo dudas, ni pausas, ni permisos. Solo ese impulso que nace del miedo contenido, del alivio inmediato, del caos de no entender nada pero saber que ahí estaba él.

Se lanzó a sus brazos como si estuviera regresando a casa después de haberse perdido.

Callahan la sostuvo fuerte. Uno de sus brazos la envolvió por la cintura con una desesperación que no supo disimular, y el otro se aferró a su nuca, atrayéndola más, más cerca, como si necesitara asegurarse de que era real.

— Alejandra... — Susurró con la voz rota, enterrando el rostro en su cabello. Ella apretó los ojos con fuerza, respiró su olor, se aferró a su camisa como si su vida dependiera de ello. Temblaba. Y sin pensarlo, alzó el rostro y lo besó.

Él no dudó.

La besó de vuelta, profundo, con hambre, con esa mezcla de dolor, alivio y deseo reprimido. Sus labios se buscaron como si hubieran estado demasiado tiempo separados. No había lógica. Solo necesidad.

Cuando se separaron, apenas unos centímetros, sus frentes quedaron apoyadas. Ambos respiraban agitados.

— Estás bien... — Murmuró él, bajando la voz al mínimo, como si el sonido pudiera romper ese momento.

— Gracias a ti... — Susurró ella, sin abrir los ojos, rozando sus labios de nuevo, como si no pudiera soltarse del todo.

Callahan tragó saliva. Cerró los ojos también, pero su voz fue firme.

— No tenemos tiempo, Alejandra. — Ella lo miró, confundida, con las emociones todavía a flor de piel.

— ¿Qué?

— Tus emociones me importan... mucho. Pero no podemos quedarnos aquí. Camila está en esta misma propiedad, y también los hombres de tu padre. Los tengo retenidos en otra sala mientras tú y yo hablamos. — Sus ojos se abrieron de golpe.

— ¿Los tienes qué?

— Retenidos — Repitió él sin rodeos. — Smith no juega limpio. Así que yo tampoco lo haré. Si tardamos más, va a sospechar. Si sus hombres no dan señales, va a asumir que pasó algo. Y cuando Smith se impacienta, mueve piezas. Y no precisamente con delicadeza. — Alejandra dio un paso atrás, tocándose los labios como si intentara volver a la realidad. El aire se había vuelto más denso.

— ¿Qué vas a hacer con ellos?

— Nada... si tú cooperas. — Respondió él con tono seco, aunque su mirada seguía clavada en ella con una mezcla feroz de necesidad y angustia. — Pero necesito saber algo ahora. ¿Vas a escucharme? ¿O vas a seguir huyendo? — Ella lo miró fijamente.

Y por primera vez, se sintió segura en medio del infierno.

1
Martha Beatriz Diez Ticle
buen trabajo, estoy esperando el final para dar una total opinion
Maia
Perdón!!! Ya te actualizo querida.
Discul9en tod@s chicas..
Alba Goyo
Esa tóxica q no dure muchosssss x favor escritora 🤔muy hermosa tu historia y muy bien presentada 👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻💗❣♥️🌻🥀🪴/Heart/
Maria Rosa Grisinco
Porqué no siguieron publicando está historia, creo que los lectores nos merecemos un poco de respeto, si no la van a seguir al menos avisen y no que uno sigue esperando, gracias.
Alba Goyo
Tremendo capitulo escritora 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼disfrutando la lectura ❣💗😍olvido✍jejeje 🙈
Alba Goyo
Desde inicio sin poder dejar de leer👏🏻👏🏻🥰💞♥️👏👏👏👏
Elena Anabel Moreno
me gusta este capitulo pero siento que es una mezcla de 50 sombras de gray y de 365 días jajaj ya mi imaginación me distrae jajaja pdtt muy buena la historia 💙
mariela
Ese juego de seducción de Graham y Alejandra me encanta esa complicidad que hay entre ellos ese amor y lo posesivo me fascina que hará Graham con esa lencería provocativa que le dejo que sorpresa le tendrá.
Yandisita Perea maturana
los dos le van a dar como a zapato con barro
Maia: Jajajaja 😆 🤣
total 1 replies
Mary Ney
Son morocho y padre lo separó o estoy equivocado /Smile/
Mary Ney
Más capítulos por favor /Smile/
mariela
Graham posesivo loco es tanto lo que cela a Alejandra que no deja que su hermano la vuelva a tocar jajajaja loquito
mariela
Antonio Smith no es una pera en dulce no le importa lo que diga Lian Smith así es que no se deje y ahora conocerá a su hermana.
mariela
Hermoso mensaje de como esposos e hijos honran a ese ser que es Madre felicidades a todas las personas que lo son 👏👏👏
Mary Ney
gracias escritora si es madre Feliz día de las madre es un hermoso capítulo de amor /Smile/
Mary Ney
Que bueno Leonor que le cante sus verdades a ese manipulador la mejor decisión es alejarte de ese bueno para nada/Smile/
mariela
Por fin Leonor dejo de ser la sumisa de Liam Smith y le canto las verdades ella quiere a su hijo viendo el ejemplo de manipulación de su padre.
Andris Elizabeth Leañez Lozada
ya Ale no tiene vuelta atrás desde q s vieron por primera vez el supo q era d el y ahora más q lo va a conocer en todo su esplendor graha y Ale son el uno para el otro
Adriana Romero
Realmente retadora hacia Graham y hacia ella misma, el conocimiento da poder y que mejor que experimentar con su esposa, cada prenda, implemento, las palabras para parar, es confianza en tu pareja, es respetar los límites, disfrutar de cada toque y sentir de otra manera, Graham la hará recorrer el camino de BDSM para sentirse seguro de que ella está a gusto 😉 y poder avanzar, para llevarla a ese lugar
mariela
Alejandra es atrevida, retadora y sobre todo enamorada de Graham para entrar a ese mundo oscuro del BDSM veremos hasta donde llegarán y se entenderán.
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