RELOJ MAJICO

Lila, Thorne y Leo salieron de la casa y se dirigieron hacia el bosque. Lila estaba recogiendo hierbas y plantas para su investigación, mientras que Thorne y Leo estaban practicando su magia en un entorno más natural.

Mientras caminaban, Thorne le preguntó a Leo sobre su progreso en la magia de fuego. Leo le explicó que había estado practicando y que había logrado mejorar su técnica.

De repente, Kaito y los tres magos aparecieron en el camino, bloqueando su paso. Kaito sonrió y se acercó a ellos.

"Ah, Thorne", dijo Kaito. "Me alegra verte de nuevo. Y esta vez, no estás solo".

Thorne se puso en guardia y levantó sus manos. "Kaito, ¿qué quieres?"

Kaito se rió. "Quiero el reloj, por supuesto. Y esta vez, no te dejaré escapar".

Thorne se encogió de hombros. "No te recomiendo que intentes atacarnos, Kaito. Estoy preparado para defendernos".

Kaito se encogió de hombros. "No importa. Voy a atacar de todos modos".

Kaito lanzó una poderosa llama de fuego hacia Thorne, Lila y Leo. Thorne reaccionó rápido y levantó sus manos para proteger a sus amigos. Una fuerte ráfaga de viento salió de sus manos y desvió la llama de fuego.

"¡Vamos!", gritó Thorne. "¡Tenemos que encontrar un lugar seguro!"

Lila y Leo se dieron la vuelta y comenzaron a correr por el bosque, con Thorne detrás de ellos. Kaito y los tres magos los persiguieron, lanzando llamas de fuego y otros ataques mágicos.

Thorne los desviaba con su magia de viento, pero sabía que no podían mantener esto por mucho tiempo. La batalla era intensa y el bosque estaba lleno de peligros.

"¡Tenemos que encontrar un lugar seguro!", gritó Thorne. "¡No podemos mantener esto por mucho tiempo!"

Lila se dio la vuelta y miró a Thorne. "¡Conozco un lugar!", gritó. "¡Síganme!"

Lila se adelantó y los llevó a un gran árbol en el centro del bosque. El árbol tenía ramas que se extendían hacia arriba como una cúpula.

"¡Aquí!", gritó Lila. "¡Este árbol nos protegerá!"

Thorne y Leo se detuvieron debajo del árbol y miraron hacia arriba. La cúpula de ramas los protegía de cualquier ataque mágico.

Pero Kaito y los tres magos no se rindieron. Se detuvieron al pie del árbol y miraron hacia arriba, con una mirada de determinación en sus ojos.

"¡No te creas que has ganado!", gritó Kaito. "¡Vamos a atacar de nuevo!"

Thorne se volvió hacia Lila y Leo y les dijo: "Escapen, yo los distraeré. No puedo dejar que Kaito y sus amigos los lastimen".

Lila se negó a escapar. "No, Thorne, puedo luchar. No necesito que me protejas".

Leo también se negó a escapar. "Yo también puedo luchar, Thorne. No te preocupes por nosotros".

Pero Thorne no quería que Lila y Leo se expusieran al peligro. En un movimiento rápido, noqueó a Lila, dejándola inconsciente en el suelo.

"Leo, protégela", le dijo Thorne. "Yo lucharé contra Kaito. No te preocupes por mí".

Leo asintió y se puso en guardia, listo para proteger a Lila de cualquier ataque.

Thorne se volvió hacia Kaito y sonrió. "Vamos a ver quién es el más fuerte", le dijo.

Kaito se rió y lanzó una poderosa llama de fuego hacia Thorne. Thorne la desvió con su magia de viento y contraatacó con una ráfaga de viento que hizo que Kaito se tambalease.

Mientras tanto, los otros magos atacaban a Leo, que protegía a Lila. Leo no titubeó y lanzó su poderoso fénix de fuego, que quemó a los magos y los hizo retroceder.

"¡No te rindas, Leo!", gritó Thorne. "¡Sigue luchando!"

Leo asintió y siguió luchando, lanzando su fénix de fuego una y otra vez. Los magos no podían resistir el poder del fénix y se retiraron, derrotados.

Thorne y Kaito seguían luchando, intercambiando golpes y contragolpes. La batalla era intensa y parecía que no había un claro ganador.

Pero Thorne no se rindió. Siguió luchando, utilizando toda su magia y habilidad para intentar derrotar a Kaito.

Y entonces, en un momento de inspiración, Thorne lanzó un poderoso ataque que hizo que Kaito se tambalease. Kaito intentó contraatacar, pero Thorne estaba listo y lo derrotó con un golpe final.

La batalla había terminado. Thorne había ganado, pero a qué costo. Lila seguía inconsciente en el suelo y Leo estaba exhausto después de la lucha.

Thorne se acercó a Lila y la levantó en brazos. "Lo siento, Lila", le dijo. "No quería lastimarte. Pero tenía que protegerte".

Lila abrió los ojos y miró a Thorne. "No te preocupes, Thorne", le dijo. "Entiendo por qué lo hiciste".

Thorne sonrió y se volvió hacia Leo. "Gracias, Leo", le dijo. "No podríamos haber ganado sin tu ayuda".

Kaito recuperó el conocimiento y se levantó, mirando a Thorne con una mirada de odio. Thorne se acercó a él y le preguntó: "¿Quién te envió a hacer esto?"

Kaito se rió y respondió: "Mátame. No te diré nada".

Thorne frunció el ceño, pero antes de que pudiera responder, un poderosa flecha mágica atravesó a Lila, que estaba detrás de Thorne. La flecha la golpeó con tanta fuerza que la lanzó hacia atrás, haciéndola caer al suelo.

Thorne y Leo se quedaron en shock, mirando a Lila con horror. "¡No!", gritó Thorne, corriendo hacia Lila. "¡Lila, no!"

Leo también se acercó a Lila, mirándola con lágrimas en los ojos. "¡Lila, por favor, no te mueras!", gritó.

Thorne se arrodilló junto a Lila y la tomó en brazos. "¿Quién hizo esto?", gritó, mirando a su alrededor con rabia.

Kaito se rió y respondió: "No lo sé, pero creo que es alguien que quiere que tú y tus amigos paguen por lo que hicieron".

Thorne lo miró con odio y le dijo: "Tú pagarás por esto, Kaito. Te juro que te haré pagar".

En ese momento, un grupo de figuras sombrías aparecieron en la distancia, mirando a Thorne y a sus amigos con una mirada de odio. Thorne los miró y se dio cuenta de que estaban en grave peligro.