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¿Mujer, Indefensa? |Duología Venganza #1

¿Mujer, Indefensa? |Duología Venganza #1

Status: En proceso
Genre:Matrimonio contratado / Pérdida de memoria / Equilibrio De Poder / Autosuperación / Matrimonio arreglado / Venganza de la Esposa
Popularitas:3.6k
Nilai: 5
nombre de autor: Maria Solis

Una mujer despierta luego de estar en coma algunos días.

Sin recuerdos...

Sin saber quien es...

Edad y nombre no es algo que figura en sus recuerdos, ya que parece, los ha perdido todos.

Sin embargo, un hombre aparece delante de ella para recordarle que se llama Alma Rizzo, y que ambos, están casados desde hace cuatro años.
Él le promete ayudarla a recordar todo su pasado para poder encaminar su vida de nuevo.
Algo que a Alma, le parece irreal.
Sobre todo porque cuanto más aprende de si misma, más le aterra descubrir que tal vez no es la mujer que esperaba ser.
Ahora, componer su vida será su misión...
Cosa que no será sencilla cuando se tiene limitado los recuerdos y no sabes si convives con amigos o enemigos.

NovelToon tiene autorización de Maria Solis para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 22

—Si lo analizó desde esa perspectiva, creo que si.

Anastasia le sonrió con delicadeza.

—Tranquila, cuando nos veamos de nuevo y nos saludemos, le daré mi consejo si es que lo requiere, tampoco soy tan mala. —se mofo

—¿Mala? —Alma negó —Es todo menos eso, es muy gentil al desear ayudarme sin habernos tratado más allá de los negocios.

Anastasia, alzó una ceja. Pero se limitó a sonreír.

—No se confíe, capaz y la ayudo por beneficio propio.

Alma le miró retadoramente.

—¿Cómo se beneficiaria de mi situación?

—No lo sé —se encogió de hombros —El placer de saber el contenido de su documento. —cuando la peli negra rio, Anastasia la imito —Me gusta la información y el misterio. Pero tampoco soy tan chismosa. Así que no se preocupe, lo hago porque me gustan los finales felices y eso, muchas veces me mete en problemas.

—¿Ayudar a los demás la mete en problemas? ¿Cómo o con quién?

Anastasia se estremeció pero pudo mantener la sonrisa serena.

—¿Cómo? De muchas maneras inimaginables y con quién, conmigo misma. A veces me digo a mi misma que no debo intervenir pero mireme, corriendo a socorrer a la gente. —sorbio el resto de su vino

—¿Irá a socorrer a alguien y por eso el motivo de su viaje? —ella le asintió —¿A dónde va?

—Corea del norte.

—Pero... Wow, ¿no está prohibido entrar?

Anastasia negó.

—No si eres invitada por un meta... —tosió de pronto y callo abruptamente —Digo, un extranjero.

—O sea, voy y la invito a ir, ¿así?

—Ah... Eh... Si, algo así. Es complicado.

—¿Sabe? Es un poco rara. Y mire que lo dice la que perdió la memoria. —Anastasia se rio —Pero es buena persona, lo sé.

Dejando se sonreír, le miró a los ojos.

—Gracias por creerlo.

—No lo creo, lo sé. Ha hecho mucho por mi... ¿Cómo puedo devolverle el favor por haberme ayudado?

La pelirroja le miró seriamente.

—¿De verdad desea saber?

—¡Claro! —dijo con emoción y Anastasia odio aquella felicidad

—No coma ansias señora Rizzo, cuando realmente haya terminado de ayudarla y todo finalice satisfactoriamente, le diré. Por el momento, esperó que todo le vaya bien. —levantándose de la mesa tomó su bolso —Yo me retiro, que aun me quedan cosas por organizar antes de mi viaje. Coma tranquila que ya he pagado.

—Gracias, Anastasia.

Con un abrazo, ambas se despidieron.

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Anastasia salió del restaurante y subió a la camioneta que la esperaba en la entrada.

—¿Finales felices?

Anastasia sonrió, sin siquiera levantar la mirada de su celular.

—En efecto, pero nunca dije para quien era ese final feliz, ¿o si? —preguntó, levantando la mirada hacía el retrovisor

La risita de irritación de su asistente alegraron a la oji azul.

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Alma regresó a su oficina cuando hubo terminado de almorzar. Tenía un proyecto grande entre manos... Y no la defraudaria.

—Jefa.

La oji negra observó a la rubia llegar a ella.

—Vete a casa Elisa, que tengas un lindo fin de semana. Te mandaré mensaje para un cambio en mi itinerario de la próxima semana, ¿de acuerdo?

—Claro, lindo fin de semana.

—Gracias... Dime, ¿sabes algo de Valentín?

Elena sacudió la cabeza.

—No, supongo que salió a buscar algún despacho. Porque no volvió en toda la mañana.

—Gracias, Elena. —murmuró y entró a su oficina

Tal vez estuviera en casa. Tenía que ponerlo al mando al menos los tres días que estaría ausente.

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—Amor. —le sonrió el oji verde

Alma le devolvió la sonrisa.

—¿Dónde te habías metido?

—Tuve algunas reuniones para algún trabajo en un despacho.

—Entiendo... Tengo un favor que pedirte —. comentó, mientras se quitaba el saco y caminaba hacia la mesita de noche que tenía de su lado de la cama —Mañana me iré de viaje y regresaré el jueves. ¿Puedes encargarte de la empresa hasta entonces? —murmuró y se dejo caer en sus brazos.

Valentín sonrió y la acurrucó con cariño.

—Claro, ¿a dónde vas?

—New York.

El oji verde se tenso, ¿no acaso Alan Conte viajaría ahí también?

—¿Ah si? ¿Po-por qué?

Alma le miró y conecto sus ojos con los de él.

—Tengo un proyecto nuevo y debo ir personalmente a supervisarlo al menos hasta que tenga quien se encargue. —su esposo asintió, pensativo —¿Todo en orden?

—Claro, dejame llevarte al aeropuerto. ¿Si?

La oji negra asintió y se acurrucó contra su pecho.

—Claro.

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Toda la mañana del domingo Alma y Valentín la pasaron juntos.

—Si, si madre. —colgó —Amor. —la oji negra levantó la mirada de su maleta —Mi madre desea que vaya a verla. Temo que no podré llevarte al aeropuerto...

Cerrando la maleta, ella asintió.

—Está bien.

No recordaba la relación que tenía con los padres de Valentín, pero algo le decía que no era del todo buena. Ya que él casi nunca los menciona. ¿Pensará que los odia? ¿O ellos la odian a ella y por eso Valentín los omite?

—Te amo. Te veré el jueves... —tocando su mejilla, le deposito un beso en la frente

Alma le vio marcharse y mirando su celular, eran las 9:30 p.m le daba tiempo para llegar al aeropuerto exacta.

Su vuelo saldría a las 10 de la noche y estarían en New York aproximadamente a las 9 de la mañana del lunes.

Así que debía salir ya, Anastasia le mando más temprano toda la información sobre el proyecto y donde se encontraría con Alan Conte en el aeropuerto.

—Ten querida, te estoy mandando tu té, para que puedas dormir.

Alma miro el termo que su nana sostenía en manos. Le sonrió y lo guardo en su bolso.

—Gracias nana. Nos vemos el jueves...

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—Espero que hayas tenido una muy buena razón para haberme llamado, Olivia.

La oji azul le sonrió con superioridad.

—En efecto, necesito que empecemos a movernos.

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Alma llegó a tiempo al aeropuerto y de inmediato notó a Alan junto a los baños. Mirando cada tanto su reloj.

—Señor Conte. —cuando él la miró, palidecio —¿Todo en orden?

—A-Alma... —le sonrió y asintió —Todo en orden, ¿viajará?

Ella le miro con extrañes.

—Si, ¿no le dijo... —calló abruptamente cuando sintió un fuerte apretón en las piernas. Mirando hacia abajo, se asombro de ver a Konan a su lado —¿Qué...? —sonrió y se agachó a su altura —Hola, querido.

Konan la abrazo del cuello y Alma lo estrecho entre sus brazos.

Alan sonrió debilmente ante la escena que se presentaba delante de él.

—Konan me acompañará en mi viaje. —explicó

—Bueno, siempre es necesario una buena compañía. ¿No? —miró al rubio —¿Nos vamos?

Alan la miró sin entender.

—¿Usted..?

—¿Anastasia no le dijo? —inquirio ella

—Si, si... En el hangar 8 está el Jet.

Alma miro al pequeño.

—¿Sabes dónde? —él le asintió y tomando su mano, la guió

El oji azul los siguió de cerca mientras tomaba su celular y marcaba. Al primer toque, le respondieron.

—¿Es en serio? —siseo —¿Alma?

—¿No te lo dije? Ups, ando perdida. —la risilla de Anastasia le decían lo contrario —Si, Queen tendrá el 50% restante del proyecto. ¿Hay algún problema?

—Lo hiciste a propósito.

—¿Cuál es el problema? Ya se llevan bien o eso espero, así que no lo arruines. ¡Nos vemos! —colgó

Alan miró su celular con asombro y sacudiendo la cabeza, siguió a la peli negra y a su hijo hasta el hangar.

—¿Todo en orden? —le pregunto ella en cuanto llegó hasta donde estaban

—Si, subamos que no podemos retrasarnos.

Konan subió jugando con su osito.

—¿Por qué vino? —murmuró para él

—Porque quiero y puedo traerlo. —se encogió de hombros —¿Le molesta?

—Todo lo contrario —comento y al subir, escaneo el Jet

—¿Y? —sonrió —¿Qué le parece?

—El mio es mejor —se mofo y se fue a sentar

Alan Conte amplio su sonrisa.

—Bueno, su sentido del humor sigue intacto.

—¿Sabe? Creo que es el único con el que puedo comportarme así —le miró —Me anima internamente a molestarlo. —admitió, divertida.

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T.N
Yo si leo las palabras del autor 🙋🏻‍♀️ me gusta saber lo que tienen que decir 👀
T.N
Admito que después de lo de Dion y Tina ando depre, y no quería seguir leyendo. pero... vi que has lanzado esta historia y me he animado. necesito distraerme en lo que vuelvo a saber de ellos. espero no quedar traumada de nuevo jajaja y por como empezó, algo me dice que será un ir y venir de emociones
Maria Cristina Roldan Rodam
ahí hay algo raro no habrán intentado matarla
Yasmira Español
Malo
Yasmira Español
Normal
Elizabeth Sánchez Herrera
más ➕ capítulos
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