Agnes es una omega de baja calidad, algo que le ha facilitado el drama de estar en un mundo de Alphas y Omegas, pero desde que conoce a Jarek su Alpha destinado sus ferononas comienzan a atraerse el uno al otro llevandolos de un enrredo tras otro.
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¿Cómo lidiar con los rumores?
Jarek se encontraba frente al ascensor de la empresa, en su mano llevaba una pequeña caja, alzo la mirada cuando vio llegar a Agnes, se acercó a ella y tomo su mano, en ese momento solo se encontraba Jenny alrededor, así que no había peligro de ser vistos, caminaron hasta llegar a las escaleras de emergencia, una vez allí Jarek la toma de la cintura y la besa, en esta ocasión el beso fue largo, Agnes sintió como sus piernas flaqueaban.
- Toma quiero que lo tengas puesto siempre que no me encuentre contigo – le entrega la pequeña caja.
- ¿Qué es? - la abre, dentro de ella se encontraba un hermoso brazalete de oro – no, esto se ve muy costoso, no puedo pagarte por él – había causado demasiadas molestias como para aceptarlo
- No te estoy preguntando si quieres ponértelo o no – su voz era firme – te dije que te lo pusieras – agarra el brazalete y lo coloca en la muñeca de Agnes – esto tiene una joya que puede ser impregnada con feromonas, es para que estés a salvo de los otros Alphas.
- ¿Te refieres al incidente de hace dos días? – le pregunta
- Si, además del de la cafetería – la mira y acaricia su mentón – aun eres muy sensible y no te has adaptado, corres mucho riesgo incluso si te impregno de mis feromonas el efecto no dura muchas horas, así que mande a hacer esto para ti.
- Gracias por preocuparte por mí – tal vez Jenny tenga razón y Jarek sea un Alpha posesivo – y también por el brazalete
- Te dije que no tienes por qué agradecer, lo hago porque quiero hacerlo- luego de eso salió y tomo el ascensor
Al llegar a la oficina Agnes noto un ambiente un tanto extraño, era como si algo estuviera sucediendo y ella aún no se había percatado hasta ese momento, las personas hablaban a su alrededor.
- Claudia, ¿sucede algo? – Agnes le pregunto a una compañera, esta era una de las más chismosas.
- Agnes, no sé de qué me estás hablando – sonríe nerviosa, obviamente estaba mintiendo
- Todos están hablando a mi alrededor – le dice Agnes – y se callan al verme pasar – no dejaría que se fuera sin saber que estaba sucediendo
- Muy bien, te voy a contar – le dice susurrando – pero debes prometerme que no dirás que yo te lo conté – la jala del brazo y se apartan hacia una esquina
- Bien, te lo prometo – le dice
- Todos en la oficina hablan de que está marcada por un Alpha – le comienza a contar
- ¿Disculpa? - obviamente en algún momento lo notarían, Agnes fue una tonta por pensar que no
- Tal vez usted no lo note porque es beta, pero incluso en este momento tiene el aroma de dicho Alpha – la huele – es fuerte el olor a feromonas
- ¿Eso es todo lo que están diciendo? – por suerte no saben, que ella es una Omega
- No, aún hay más – le hace un ademan con la mano para que espere – todos están muy intrigados en saber quién es el dueño de dichas feromonas, quieren saber si es de aquí de la empresa – le termina de contar
- Pues no sé nada de eso – evita aunar más a los chismes
- ¿O tal vez sea que usted tiene un novio Alpha y no lo sabe? – impresionante como una persona podía agrandar un chisme cuando el implicado no ha dicho palabra alguna
- Lamento decepcionarte Claudia, pero en este momento no tengo novio o algún interés romántico, así que por favor no sigas agregando más al chisme - no quería que dieran con que las feromonas son de Jarek, lo de menos que deseaba era causarle algún tipo de inconveniente
- En ese caso es unilateral, pobre chico – en serio que era una mujer hecha para crear rumores. – debe tener cuidado, no hay nada más peligroso que un Alpha en un amor unilateral, recuerde que ellos se llevan mucho de sus instintos – sin decir más ni dejar que Agnes refutara algo la mujer se marchó a su puesto de trabajo.
Agnes debía hablar de dichos rumores con Jarek, intento contactarlo, pero no consiguió hacerlo, esperaría verlo para poder tocar el tema. Paso el resto del día y no logro verlo, “tal vez mañana “pensó, pero al día siguiente tampoco lo consiguió, transcurrieron dos días en los cuales no logro ver o contactar a Jarek, así que decidió llamar a la única persona que podría ayudarla.
- Señor, la señorita Agnes de Marketing desea hablar un momento con usted – dijo la secretaria por el comunicador
- Muy bien, dígale que puede entrar pero que sea breve – Víctor se encontraba leyendo unos documentos que debía firmar.
- Ok – la mujer cuelga y Agnes entra en la oficina
- Vaya, vaya, miren lo que tenemos aquí – le dijo Víctor en cuanto la vio entrar – Por tu olor supongo que te saliste con la tuya – ríe
- Señor quería saber si podría darme el número de teléfono de la casa del Gerente – no debía olvidar que Jarek y Víctor eran sus superiores, aunque significara tolerar las idioteces del que tenía frente a ella.
- Mmmm, ¿Por qué motivo lo necesitas? - le pregunto
- Es para tratar un tema personal – le dijo
- Pues con tan poca información me temo que tendré que negártelo
- Muchas gracias, tendré que buscarlo por otro medio – se da la vuelta para irse molesta.
- Espera – le grita- Dios, dicen que cada quien nace para cada cual, ya veo que es cierto – Agnes se dio la vuelta – tienes tan poco sentido del humor al igual que Jarek ¿Sabias? - la mujer quedo en silencio esperando que le dijera porque la detuvo – bien, puedo llamarlo por ti, espera un momento allí – toma el teléfono y marca el número.
- En este momento no estoy para estupideces, así que más te vale que sea algo importante – la voz de Jarek era fuerte, aunque su respiración sonaba agitada, como si estuviera sufriendo un gran dolor
- No suenas muy bien amigo mío- al instante Víctor entendió que le sucedía y porque había tomado reposo.
- Habla de una buena vez, ¿para qué llamaste? – sin duda era lo que Víctor pensaba
- ¿Sabes qué? Es una gran idea, enseguida te los hare llegar, descansa – no podía contener su risa, pero debía hacerlo si quería que esta pequeña broma saliera bien.
- ¿Qué demonios esta…? - Víctor colgó la llamada.
- Al parecer si se encuentra en su casa – le dice a la mujer que se encontraba esperando
- Pero no le dijo en ningún momento que necesito hablar con el- Agnes ya se estaba molestando y en su tono de voz se notaba
- Tranquila, podrás hablar con él en persona – buco una carpeta en su gaveta – me pidió que enviara a alguien a su casa para entregarle estos documentos, creo que es mejor que hables con él en persona ¿cierto? - Agnes toma los documentos
- Pero yo no tengo su dirección – la sonrisa del hombre la hacía dudar, pero no tenía otra opción
- Tranquila yo te la daré- tomo una hoja y escribió la dirección – aquí está también la contraseña de su cerradura, así no tienes que esperar afuera que abran- l entrega la hoja
- ¿pero si estaría bien esto? - ¿Cómo podría entrar de esa forma?
- Tranquila, el luego la cambiara- sonríe
- Muy bien, entonces iré- se retira de la oficina
- Muchas gracias por tu ayuda – al irse Agnes, rompió a reír - esto será divertido.