Por Culpa De Aquella Noche

El expediente del préstamo, para que lo autorizaran ella tuvo que traer un resumen médico de la niña, quiero verlo.- le dijo sin dar una respuesta a la insistencia de su amigo.

Boris no volvió a preguntar, marcó varias teclas en su ordenador y una serie de documentos comenzaron a imprimirse en la máquina que tenía a un costado.

Matteo se acercó a la impresora y fue tomando uno a uno los folios que salían de ella y cuando tuvo en sus manos el que le interesó lanzó los otros a la basura.

Lo leyó con detenimiento y sacó su teléfono del bolsillo y llamó.

- Señor- escuchó del otro lado.

- Ricci, en el piso diecisiete hay una niña jugando en una terraza, no me importa si tienes que recoger sus babas del suelo pero quiero un adn de ella para ayer.- sin cortar la llamada volvió los ojos a la terraza- Además quiero guardia permanente para esa niña y su madre las veinticuatro horas del día.

- ¿Matteo me vas a decir que pasa?- lo interrumpió Boris.

El hombre no contestó, siguió mirando hacia donde estaba la niña y vio a una mujer con ropa de la limpieza acercarse y sin que los pequeños que jugaban se dieran cuenta tomó la botella de agua de la que la chiquilla estuvo tomando, la puso en una bolsa de plástico y se la llevó.

- Esa niña tiene mi sangre y quiero saber porqué.

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Mia puso un sobre en la mesa del comedor, en su interior había una carta explicándole a su tía el porqué de su huida, si intentaba decírselo personalmente sabía que Anneta querría irse con ella y no podía permitir que ella y Boris se alejaran, no ahora que la mayor de las Vani había decidido darle una oportunidad al amor que se notaba entre ellos pues debido a la historia de su sobrina se había mantenido alejada de cualquier sentimiento por años.

La chica pensó en como había cambiado nuevamente su vida de la noche a la mañana, hacían exactamente cinco días que había entrado a la oficina de su jefe para encontrar sentado allí a su peor pesadilla, el hombre que con diecisiete años acabados de cumplir la había drogado para violarla y que al enterarse de su embarazo le envió una amenaza de muerte para ella y para la criatura que estaba en su vientre y fue simplemente mirarlo para saber que tenía que irse de allí.

Por suerte él ni la reconoció y eso le había dado la oportunidad de moverse con sigilo, si llega a escapar en ese mismo momento habría sido sospechoso.

Hacía algún tiempo que había hablado con su jefe la opción de moverse a otro puesto de trabajo, de hecho ya llevaba varias semanas preparando a un joven muy capaz, así que aprovechó la oportunidad y ese mismo día con el pretexto de poder atender mejor a su hija convenció Boris de que aprobara al fin su cambio.

Al día siguiente estaría en un nuevo puesto, uno del que según sus cálculos le resultaría fácil pedir la baja sin llamar la atención, siendo la secretaria de la presidencia no podía irse de un día para otro, cosa que sí le proporcionaría el nuevo trabajo.

En este solo estuvo lo suficiente como para hacer efectivo el traslado, dos días, la tarde anterior al salir de la empresa ya llevaba los documentos de recursos humanos que decían que ya ella no era una trabajadora allí y ni siquiera necesitó la firma de Boris como presidente de la empresa.

- Aiko, nos vamos.- dijo parada en medio del comedor y enseguida tuvo a la niña a su lado, la tomó de la mano y caminó hasta una maleta puesta cerca de la puerta y la arrastró con ella.

- Que bueno que ya tienes la maleta hecha, no me gusta esperar.

Mia palideció al encontrar a aquel hombre del que su hija era una copia exacta parado en su puerta como si hubiera estado esperando a que ella abriera.

Matteo había recibido los resultados de adn que había pedido muy temprano y lo que leyó en ellos le trajo un montón de malos recuerdos, recuerdos de como a sus diecisiete años una noche que debía de ser de fiesta y diversión entre amigos una arpía con cara de ángel inocente lo había drogado para tener sexo con él como si él fuera una mercancía y con ese acto mezquino le había arruinado la vida.

Y ahora la tenía delante, y llevaba de la mano las consecuencias de el peor error que ella pudo cometer, meterse con un Bushida que además es el cabeza de la familia Lombardi y su pecado más grande, ocultarle a su hija.

Se presentó en la empresa de su amigo a primera hora para esperar a que la chica llegara pues por su guardia sabía que ella no había salido aún de la casa, pero grande fue su sorpresa cuando se enteró que había hecho efectiva su baja el día anterior y eso hizo que su enfado creciera, era muy tonta si pensó que podría escapar de él.

- Mamá- escuchó la voz de la niña llamar a su madre que se había quedado paralizada- ¿Quién es él?

El hombre suavizó la expresión de su rostro y se agachó frente a la pequeña.

- Soy papá. - le dijo sonriendo- ¿Mamá no te dijo que vendría a buscarlas para que se fueran conmigo a mi casa?

Ella escuchó lo que él dijo y apretó la mano de su hija temiendo que se la arrebatara.

- No- contestó la niña- ¿En verdad eres mi papá?

- Claro.- volvió a decirle con dulzura y la vio sonreír con todo el rostro, era una niña hermosa pero enseguida vio una sombra de tristeza en sus ojitos rasgados.

- ¿No era que no me querías?

Al hombre le hirvió la sangre al escuchar a la niña y subió la vista con ganas de matar a la pálida chica que seguía parada frente a él, lo drogó para violarlo, le escondió un embarazo y además le dice a su hija que él no la quiere.

- ¿Quién te dijo eso?- preguntó sin desviar la vista de la madre.

- Chad, un niño de mi salón me dijo que si mi papá no venía nunca a verme era porque no me quería.

Él devolvió la vista a la niña.

- Pues debiste decirle a ese Chad que está muy equivocado, que papá te quiere y que no viniera a verte no era su culpa, pero el culpable ya tendrá tiempo de pagar.