En un mundo asediado por la oscuridad, Elara y sus amigos, Kael, Lila y Thalion, se embarcan en una peligrosa expedición para invocar el poder del dragón y descubrir un antiguo artefacto en el Valle de la Luz, con la esperanza de proteger su hogar, Eldoria, de las sombras que amenazan con regresar.
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Capítulo 23: La Revelación de la Sombra
La plaza de Eldoria estaba llena de energía después de la intensa confrontación con la sombra. Los aldeanos se reunieron, todavía asombrados por lo que habían presenciado. Elara, Kael, Lila y Thalion se pusieron al frente, listos para compartir lo que habían aprendido y lo que vendría.
“¡Gracias a todos por su valentía!” comenzó Elara, alzando la voz para que todos la escucharan. “Hoy hemos enfrentado a la sombra y hemos demostrado que juntos somos más fuertes. La luz del dragón brilla en cada uno de nosotros.”
“Sí, pero no podemos subestimar la amenaza que representa la sombra,” advirtió Kael, su expresión seria. “Ha encontrado una forma de infiltrarse en nuestro hogar. Debemos estar preparados para lo que venga.”
“¿Qué deberíamos hacer ahora?” preguntó un aldeano, su rostro preocupado. “¿Cómo podemos estar seguros de que no volverá?”
“Debemos reforzar nuestras defensas y continuar con nuestro entrenamiento,” sugirió Thalion. “La vigilancia es clave. No podemos permitir que la sombra se aproveche de nuestra confianza.”
“Y también necesitamos entender más sobre lo que estamos enfrentando,” añadió Lila, mirando a su alrededor. “Debemos investigar más sobre la sombra y su origen.”
“Eso suena importante,” dijo Elara, sintiendo la necesidad de actuar. “Quizás deberíamos buscar a alguien que conozca más sobre la historia de la sombra. Tal vez un anciano o alguien que haya vivido aquí por más tiempo.”
“Podríamos hablar con el anciano Alden,” sugirió Kael. “Es conocido por sus historias sobre la historia de Eldoria y sus leyendas.”
“Buena idea,” asintió Thalion. “Si alguien puede ayudarnos a entender lo que estamos enfrentando, es él.”
“Entonces, ¿quién se ofrecerá para hablar con él?” preguntó Elara, mirando a su comunidad. “Es importante que todos estemos informados.”
“Yo iré,” dijo un joven aldeano. “He escuchado muchas historias de Alden y creo que podría ser útil.”
“Yo también quiero ir,” ofreció Lila. “Puedo ayudar a hacer preguntas y asegurarme de que obtengamos la información que necesitamos.”
“Perfecto,” dijo Elara, sintiéndose aliviada de que la comunidad estuviera dispuesta a actuar. “Nos reuniremos aquí nuevamente después de hablar con Alden. Necesitamos toda la información que podamos obtener.”
Mientras el grupo se dispersaba, Elara se sintió llena de esperanza. Sabía que debían actuar con rapidez, pero también que cada paso que daban los acercaba más a la verdad sobre la sombra.
Más tarde ese día, el joven aldeano y Lila se acercaron a la cabaña de Alden, un lugar rodeado de árboles y sombras. El aire parecía más pesado mientras se acercaban. “¿Estás lista?” preguntó el joven, sintiendo la tensión.
“Sí, pero espero que Alden tenga respuestas,” dijo Lila, sintiendo el nudo en su estómago. “La sombra es una amenaza real, y debemos entenderla.”
Al llegar a la puerta, Lila tocó con suavidad. “¿Alden? ¿Estás ahí?” preguntó, nerviosa.
La puerta se abrió lentamente, revelando al anciano con su larga barba blanca y ojos sabios. “¿Qué desean, jóvenes?” preguntó, su voz profunda y resonante.
“Queremos hablar contigo sobre la sombra,” dijo el joven aldeano. “Hemos tenido encuentros recientes, y necesitamos entender más sobre lo que estamos enfrentando.”
“Adelante, pasen,” dijo Alden, abriendo la puerta. “Hay mucho que discutir.”
Una vez dentro, Lila y el joven se sentaron en sillas de madera, sintiendo el ambiente acogedor de la cabaña. “¿Qué sabes sobre la sombra?” preguntó el joven, sintiendo la urgencia.
“Mucho y poco a la vez,” respondió Alden, apoyando su mano en la mesa. “La sombra es una fuerza antigua, un eco de la oscuridad que ha existido desde antes de la fundación de Eldoria.”
“¿Antigua? ¿Cómo es eso posible?” preguntó Lila, sintiendo que su corazón latía más rápido.
“Hace siglos, cuando Eldoria fue fundada, una batalla se libró entre la luz y la oscuridad,” explicó Alden. “La sombra fue derrotada, pero nunca destruida. Se ha mantenido oculta, esperando el momento adecuado para resurgir.”
“¿Y por qué ahora?” preguntó el joven. “¿Por qué ha regresado?”
“Las leyendas hablan de un ciclo,” dijo Alden. “La sombra regresa cada ciertos períodos, cuando la luz se debilita y la esperanza vacila. Es un antiguo ciclo de lucha.”
“¿Y cómo podemos detenerla?” preguntó Lila, sintiéndose impotente.
“Debemos unir nuestras fuerzas y mantener viva la luz en nuestros corazones,” respondió Alden. “La sombra se alimenta del miedo y la desesperanza. Si la luz prevalece, la sombra no podrá acercarse.”
“¿Hay algo más que debamos saber?” preguntó el joven, sintiendo que la conversación se hacía más intensa.
“A medida que la sombra se acerca, los aldeanos deben mantenerse unidos,” advirtió Alden. “La comunidad es su mayor fortaleza. No se dejen llevar por el miedo. Recuerden, la luz siempre prevalecerá.”
“Gracias, Alden,” dijo Lila, sintiéndose agradecida por la sabiduría del anciano. “Haremos todo lo posible para mantener viva la luz.”
“Regresen a su comunidad, jóvenes. La sombra no se detendrá fácilmente,” dijo Alden, despidiéndose. “Recuerden siempre lo que han aprendido hoy.”
Mientras salían de la cabaña, Lila miró al joven. “Tenemos que regresar y compartir esto con los demás. Necesitan saberlo.”
“Sí, esto es importante,” asintió el joven, sintiendo la responsabilidad sobre sus hombros.
Cuando regresaron a la plaza, Elara y el resto de la comunidad los esperaban con expectativa. “¿Qué aprendieron?” preguntó Elara, mirando con ansias.
“Aprendimos sobre la sombra y su historia,” comenzó Lila, sintiendo que la tensión aumentaba. “Es una fuerza antigua que ha estado oculta, esperando el momento adecuado para resurgir.”
“¿Y por qué ha regresado?” preguntó Kael, frunciendo el ceño.
“Parece que la sombra regresa cuando la luz se debilita,” explicó Lila. “Alden dijo que se alimenta del miedo y la desesperanza.”
“¿Cómo podemos detenerla?” preguntó otro aldeano, sintiéndose preocupado.
“Debemos mantener viva la luz en nuestros corazones y unirnos como comunidad,” dijo el joven. “La sombra no puede prevalecer si estamos juntos.”
“Eso tiene sentido,” asintió Thalion. “La unidad es nuestra mayor fortaleza.”
“Sí, pero debemos estar preparados,” advirtió Kael. “No podemos permitir que la sombra nos sorprenda de nuevo.”
“Entonces, ¿cuál será nuestro próximo paso?” preguntó Elara, sintiendo la urgencia en el aire.
“Debemos intensificar nuestros entrenamientos y asegurarnos de que todos comprendan la importancia de la vigilancia,” sugirió Lila. “También debemos seguir compartiendo la historia de la luz y la sombra con todos los aldeanos.”
“Podemos organizar reuniones para que todos estén informados,” propuso Thalion. “Es esencial que cada aldeano entienda el papel que juega en esta lucha.”
“Sí, y también debemos mantener la esperanza viva,” añadió Elara. “La luz siempre prevalecerá, y debemos recordarlo.”
A medida que la comunidad se unía, Elara sintió que la determinación crecía en sus corazones. Sabían que tenían un camino difícil por delante, pero juntos, estaban listos para enfrentar cualquier desafío.
Esa noche, mientras se preparaban para dormir, Elara se reunió con Kael. “¿Te sientes más preparado después de hablar con Alden?” le preguntó, observando su expresión.
“Sí, pero todavía tengo miedo,” admitió Kael. “La sombra es astuta y puede regresar en cualquier momento.”
“Lo sé,” dijo Elara, sintiendo la conexión entre ellos. “Pero juntos, somos más fuertes. La luz del dragón nos guiará.”
“Prometamos cuidarnos mutuamente,” dijo Kael, mirándola a los ojos. “No importa lo que venga, debemos regresar juntos.”
“Lo prometo,” dijo Elara, sintiendo el calor de su conexión. “Juntos, podemos enfrentar cualquier oscuridad.”
Mientras se retiraban a descansar, Elara sintió que la esperanza crecía en su interior. Sabía que la sombra podría regresar, pero también sabía que la luz siempre prevalecería. Eldoria estaba lista para enfrentar cualquier desafío, y juntos, prevalecerían.