El Demonio De Altamar

El resto del viaje fue tremendamente placentero, pudimos hablar de muchísimos temas, es más tardamos más de lo esperado, por el recorrido del mercado y la noche que dormimos en un hotel, que cuando llegamos a Liders y en especial a la mansión Black, Luis ya se encontraba ahí.

Muy buenas tardes, Lord y Lady Black, es un placer tenerlos nuevamente en su residencia- mi fiel mayordomo Damián estaba parado en la puerta de entrada junto con Luis y con los dos sirvientes que se encargaban de todo.

Lady Isabella, quiero presentarle a Damián, mi fiel sirviente y ella son Maria, encargada de la cocina y Rina, quien será su dama de compañía y el cómo ya lo conoces es mi mejor amigo Luis- los presente y pude ver la felicidad de mi servidumbre al por fin, volver a casa acompañado de la nueva Lady.

Es un placer conocerlos a todos y volver a verlo señor Luis- les dijo reverenciando y pude ver el asombro de los presentes. No era normal que una Lady reverencie a la servidumbre, pero ella no era normal y por eso me enamoraba.

Me dirigí con Damián y con Luis a mi despacho había demasiado que poner al día, más allá de todos los negocios que mi padre me había dejado, también estaba el problema de que mi hermano hacía un poco más de dos años que no daba señales de vida y sus acreedores querían declararlo muerto, aunque la ley exigía el esperar al menos 5 años, pero siendo sinceros estaban más preocupados por aquellas deudas que se habían generado y que debían resolverse.

Cuando mi padre murió, herede la mansión, varias casas y los negocios en White Horse y aquí el Liders, mientras que mi hermano se quedó con la casa de nuestra infancia, negocios más pequeños y una amplia fortuna para vivir el resto de su vida, aunque de esa plata que se encontraba en el banco, él no había tocado un solo peso y ahora yo me encontraba en la duda de usarla para saldar aquellas deudas que ahora me reclamaban.

Lo cierto es que no quería darlo por muerto, pero se me agotaban las ideas de como buscarlo. Los conocidos que tenía en la Armada no habían o no querían dar con él. Quizás en un arrebato de furia, dio la orden de que no se divulgará de su posición a nadie de su familia, pero ya no éramos niños para andar escondiéndonos de todos, teníamos que ser los hombres que nuestro padre había formado para enfrentar la vida que nos había dejado. Aunque siendo sinceros, yo había hecho algo parecido cuando me fui hace 6 años, solo que jamás me escondí, demasiado hablaban de mis hazañas en el mar como para que me den por muerto.

Lord Eric, el abogado de la familia, mando un mensajero para felicitarlo por su boda y para informarle que pronto lo visitara- me dijo Damián.

Veo que mi matrimonio fue expuesto en todos los ambientes sociales, si ese abogado se enteró- dije con sarcasmo, al parecer el rey y todos sus súbditos habían hablado de eso.

Sabes que al rey le encanta que todos sepan de las decisiones que toma, es un orgulloso de su corona y no creo que no haya dobles intenciones en este anuncio. Recuerda que nuestro querido conocido Rist también pretendía quedarse con Isabella- Luis me miraba fijamente, podía notar su molestia mientras hablaba.

Supongo que ese era su primer objetivo, aunque siendo sinceros, quizás su intención es el choque entre el comodoro rist y yo. Recuerda que no estamos en buenos términos y a eso se le suma que saben perfectamente ellos dos mi postura con la guerra innecesaria entre Inglaterra y Francia- le dije pensando en quizás otra posibilidad, pero a mi mente no venía ninguna otra.

Mi señor, si me permite expresar mi pensamiento, creo que usted no está muy errado en su creencia, su padre también tenía la postura de que la guerra era innecesaria y cuando sus palabras en ciertas reuniones sociales llegaron a oídos del rey, al tiempo varios de sus negocios se vieron afectados de forma misteriosa y también hubo algunos robos en los caminos desde alguna fábrica hasta aquí, pero solamente a Lord Black, el resto no sufrieron nada. Su padre empezó a dejar de mostrarse en fiesta alegando que con su enfermedad en progreso ya no podía salir mucho- me confesó Damián.

Se que siempre fuiste el mejor amigo de mi padre, antes de que cayera enfermo gravemente, ¿vino alguien a visitarlo?- le preguntó curioso.

La verdad mi señor, su padre, solamente recibía la visita de su abogado y del contador, muy pocas veces vino el señor Lewis, pero eso fue antes del ataque a White Horse. Aún recuerdo cuando su padre recibió la noticia del deceso de los Lewis, eso lo devastó de manera crítica y estoy seguro de que eso disparo la enfermedad que él ya tenía en su organismo- me dijo con mirada de tristeza.

Lamento no haber estado aquí para él, sé que me necesitaba- dije con pena, aunque no me arrepentía de mi decisión, me había tomado demasiado tiempo darme cuenta de cosas que quizás pensando en frío le habría encontrado otra respuesta.

Señor, permítame decirle algo que quizás ya sabe, pero su padre jamás se enojó con usted por la decisión que tomó, siempre entendió que a diferencia de Aníbal, usted era más ¿cómo decirlo sin ofenderlo? ¿Frío? ¿Independiente? sabía que necesitaba su tiempo a solas para entender todo lo que había ocurrido entre ustedes y no podía meterse en sus asuntos, por eso le escribía todos los meses- me dijo apenado quizás por dar su opinión, pero siendo sinceros quien conocía mejor a mi padre que su fiel sirviente.

No hay ningún pretexto para mi comportamiento infantil. Lo dejé atrás como todo aquello que me había hecho daño, pero al final, solamente hice más daño, que si hubiera enfrentado como hombre el problema- dije entendiendo demasiado tarde mi gran error.

Pero ahora está aquí, mi lord. Quizás su padre no esté, pero puede hacerse cargo de todo aquello que él se esforzó en conseguirle a usted- me dijo dándome aliento y ahora que lo recordaba siempre había sido así. Cuando las cosas me salían de manera diferente a como yo lo deseaba, Damián era uno de mis pilares más fuertes.

Gracias por siempre ser fiel a nuestra familia- le dije acercándome para darle un abrazo que lo sorprendió, pero que acepto gustoso.

Me encantan sus palabras mi señor y sinceramente las agradezco, pero soy consiente de que ahora hay una Lady que necesita de su presencia- dijo separándose y dándome una gran sonrisa.

Tienes razón y tú- dije mirando seriamente a Luis -quiero que partas hoy mismo a buscar a tu mujer y a tus hijos y vengas a vivir a la casa que esta atrás de la mansión- Luis no supo que responderme, estaba entre el asombro y la emoción. Muchas veces me había contado de su familia y de lo mal que vivían en un pequeño pueblo, porque su sueldo mucho no le alcanzaba y su esposa, luego del parto de sus mellizos, había quedado con una enfermedad que requería de medicamentos caros. Ahora podía devolverle con honor el haberme servido siempre fielmente en las batallas y el haberme ayudado y salvado en más de una ocasión.

¿Es en serio?- me pregunto casi al borde del llanto.

¿Acaso lo dudas amigo? Es el pago que mereces por tu fidelidad hacia mí y mi tripulación, ni bien llegues con ellos, llamaré al médico para que atienda a tu esposa y pueda recuperarse- le dije estrechando su mano -ahora iré a buscar a mi Lady, quiero que cenemos juntos esta noche- dije saliendo con una sonrisa en mi rostro en búsqueda de aquella mujer que poseía mi corazón en sus manos.