CORRIENDO A LA VELOCIDAD DEL AMOR

CAPÍTULO 23.

Al día siguiente, Kilian abrió los ojos y se encontró a Briana durmiendo sobre su pecho mientras él, rodeaba su cintura con sus brazos.

Nunca se imaginó estar en una situación así. Nunca había dormido con una mujer, además de Cassandra. Y mucho menos, había compartido la cama con una chica sin tener sexo.

Pero con Briana, las cosas eran diferentes. Con ella quería hacer las cosas bien. Kilian la observo durante algunos minutos, mientras acariciaba su cabello. Ella dormía profundamente.

Con cuidado de no despertarla, el chico se levantó de la cama, se dirigió al baño para asearse y luego salió de vestirse con ropa deportiva, salió de la habitación. Observo a Sirius que también dormía. Quería llevarlo a caminar, pero no se atrevía a despertarlo.

Al principio, compro el apartamento para vivir tranquilamente mientras se establecía en Austin, pero ahora, pensaba en buscar una casa con patio. Sirius necesitaba un lugar para poder correr y jugar.

Él se dirigió a la cocina y puso la cafetera para preparar el desayuno. Encendió el televisor para ver las noticias y se sorprendió. En ellas hablaban acerca de la llegada de Zack a Suiza para participar de las olimpiadas de patinaje. Aparentemente, decidió adelantar el viaje.

Kilian entendió que fue por la confrontación de Briana. El muy idiota estará asustado. Inmediatamente, después de mencionar aquello, comenzaron a hablar acerca del accidente de Dominic, del cual ya habían pasado algunas semanas.

Aún no le habia dicho nada a Dominic sobre lo que habia descubierto, pero debia hacerlo pronto. Por suerte su amigo se habia recuperado muy bien y no quedo ninguna secuela de la cual tengan que lamentarse. Pero ahora, Kilian se enfrentaba a un dilema importante. Debia decidir entre su familia y sus amigos. Él estaba seguro de que, apenas diga lo que ocurrió en la pista aquel día, Brian y Charlotte defenderían a Zack a como de lugar.

Kilian suspiró y decidió acabar con el asunto de inmediato. Tomo su celular y le envió un mensaje de texto a Dominic:

K: “Te veo en la pista en media hora”.  

^^^D: “¿Paso algo?”^^^

K: “Te explicaré allá”. 

Kilian se dirigió a la habitación, vio que Briana aún dormía. Miro la hora. Su reloj marcaba las 7:30 A.M. Se acercó a la mesa de noche y tomo su billetera. Tomo el celular de Briana y se envió el video de las cámaras de seguridad al suyo.

 Luego se colocó su chaqueta y después de calzarse, salió siendo sigiloso.  De la mesa de la sala tomo las llaves del coche y finalmente salió del apartamento. Se dirigió a la cochera, subió a su coche y finalmente arranco, rumbo a la escudería.

Intento apresurarse, el asunto que debia hablar con Dominic era algo complicado y cuanto antes lo vea, antes acabara el asunto.

Apenas bajo del coche, vio a Dominic que también acababa de llegar. El rubio se veía ojeroso y cansado.

—Hola, bro. —Exclamo Kilian.

—¿De qué se trata la urgencia? —Dijo este, mientras saludaba a su amigo con un apretón de manos y un golpe en la espalda.

—Acompáñame a mi oficina. —Exclamo. —Lo que tengo que decirte es… muy privado.

—Ok. —Dijo Dominic, confundido.

Ambos caminaron hacia el despacho de Kilian. Saludaron a los pocos empleados que habian comenzado sus turnos más temprano y, una vez adentro, Kilian cerro la puerta. Dominic tomo asiento en uno de los sillones y Kilian se quedó de pie. Pensaba como hacer para decirle esto a Dominic.

—Bueno, Kil… ¿Qué pasa?, ¿Vas a hablar o tengo que sacarte las palabras?

—Dominic… Lo que tengo que decirte no es para nada fácil. —dijo él. —Te pido paciencia y… por favor, que me entiendas.

—Me asustas, Becker. —Exclamo él.

—Briana me dijo que ella y Dana estaban investigando acerca de tu accidente y que tú estabas al tanto del asunto.

—Así es. —Exclamo Dom.

—Lo que tengo que decirte, Dominic, es que Briana y Dana lo descubrieron.

—¿Ah si? —pregunto. —¿Y qué fue lo que ocurrió?, ¿Un descuido de los mecánicos?

Kilian negó.

—Déjame… déjame mostrarte algo, Domi. —dijo él.

Kilian buscó el video en su teléfono y le dio al botón de reproducir. Dudo unos segundos y luego se lo mostró a Dominic, quien lo veía con preocupación y confusión. Hasta que finalmente, su rostro cambio a uno de enojo.

—¿Qué es esto, Kilian? —pregunto él.

—Es… Zack. —Dijo Kilian. —Es mi sobrino. Fue el quién corto los frenos.

—No lo puedo creer. —Exclamo Dominic. —¿Hace cuanto lo sabes?

—Briana me lo confesó anoche. —Dijo él. —Estoy… estoy en medio de una encrucijada. —Exclamo. —Por un lado, me duele y me cuesta creer que el hombre del video es mi sobrino y… por otro, es un delincuente que atento contra la vida de mi mejor amigo. Tengo esta evidencia en mis manos y no sé qué hacer con ella.

—La entregaremos a la policía, por supuesto. —Dijo Dominic.

Kilian lo observó preocupado.

—Lo lamento. —Dijo Dom. —Sé que es tu sobrino y esto te duele, pero…

—No te preocupes. —Exclamo. —De verdad lo entiendo.

—Quiero que te prepares, Kil. —Dijo Dom. —Le pediré a Dana que me represente, y… tome acciones legales. —Suspiro. —No es por mí, en absoluto. Pero… estas cosas no pueden volver a pasar.

Kilian asintió.

—De verdad no sé qué decir, Dom. —Exclamo Kilian rompiendo en llanto. —Jamás me imaginé que mi sobrino fuese capaz de algo así. Entiendo que me odie por lo que paso con Briana, pero… Atentar contra la vida de una persona, eso es…

—No es tu culpa, Kill Bill. —Exclamo Dominic. —Propongo que hables con tu hermano y su esposa, es necesario que se enteren por ti y no por la prensa. Porque estoy seguro de que apenas presente la denuncia, la prensa se las arreglara para obtener información.

—Iré a hablar con ellos ahora mismo. —dijo él.

—Puedo acompañarte si quieres. —Dijo Dominic.

—¿Lo harías? —pregunto

—¡Por favor! —Río Dominic. —¿No pensarás que dejaremos de ser amigos por lo que acabas de mostrarte, verdad?

—Pues…

Dominic comenzó a reír.

—¡Eres como un hermano para mí, Kil! —Dijo. —Pasamos por muchas cosas juntos. Tú no tienes la culpa de tener un parentesco con ese chico. Tampoco eres el culpable de que hayan alterado los frenos del coche. El hecho de que hayas venido hasta aquí, a mostrarme esto y decirme la verdad, habla de la valentía que tienes. Elegiste hacer el bien, a pesar de saber que quien cometió un delito lleva tu sangre. Eres un buen hombre, Kilian Becker. No te mortifiques cargando con pecados que no son tuyos.

Kilian asintió, aliviado.

La charla concluyo allí y, apenas media hora después, ambos chicos estacionaron fuera de la mansión Becker. Era el momento de enfrentar la verdad ahora y ahorrarse muchos problemas por ocultar algo que era inevitable que saliera a la luz.