En un mundo donde el desprecio y la hostilidad reinan, Evans y Nicole se encuentran atrapados en un juego de odio y desafío constante. Evans, un hombre frío y mujeriego, nunca ha creído en el amor, hasta que Nicole, una sexy y decidida doctora, entra en su vida desbaratando todas sus certezas. A pesar de sus diferencias y de su mutuo desagrado, ambos se ven irresistiblemente atraídos el uno hacia el otro.
Nicole, centrada en su carrera y determinada a no dejarse pisotear por ningún hombre, se ve obligada a enfrentar sus propios prejuicios cuando la presencia de Evans la desafía de formas inesperadas. Por otro lado, Evans se ve forzado a confrontar sus propias barreras emocionales y su reputación de hombre frío cuando se da cuenta de que Nicole es mucho más que una simple colega.
A medida que la tensión entre ellos aumenta y las chispas vuelan, ambos se ven obligados a cuestionar sus creencias y a enfrentar sus propios miedos. A pesar de sus reticencias iniciales, comienzan a descubrir que tal vez, detrás de su enemistad, se oculta una pasión y un deseo que ninguno de los dos puede negar.
Entre enfrentamientos ardientes y momentos de ternura inesperados, Evans y Nicole se embarcan en un viaje emocional tumultuoso, donde el amor y el odio se entrelazan de formas complejas y sorprendentes. ¿Podrán superar sus diferencias y encontrar la redención en los brazos del otro, o su amor está condenado a arder en el fuego de su propio desdén? "Entre el Odio y el Amor" es una historia apasionante que desafía las expectativas y nos sumerge en un torbellino de emociones y deseos contradictorios.
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Capítulo 22 Chicle mal pegado
Nicole
—Fue un fin de semana increíble. Es una lástima que ya terminó y mañana toca trabajar.
Bella
—Sin duda, fue el mejor fin de semana.
Carla
—Sin duda, ya quiero que llegue el otro, pero sería una lástima que no vayas. Sé que te la pasaste súper bien.
—Pues sí, la pasé bien, pero no quiero estar de mal tercio.
—Pero, Niky, sabes que no lo estarás. Don Hielo seguro irá.
—Bella, él y nadie es lo mismo. No se dan cuenta de que nos odiamos.
—Bueno, ese odio de ustedes no lo entiendo. De una u otra manera, tienen química.
—Ay, Carla, por Dios, deja de decir tonterías. Yo mejor me iré a descansar. Qué buena falta me hace.
—Ok, ya no tocamos el tema, pero aún es temprano para irte a descansar. Los chicos nos invitaron a salir. ¿No quieres venir?
—Vaya, ustedes no se cansan de estar juntos. Ya parecen chicles. Y obviamente, este cuerpo no irá de mal tercio. Además, estoy muy cansada. Vayan ustedes, pásensela bien.
Evans
—Ustedes, ¿qué hacen aquí?
Steven
—Vinimos a invitarte a salir.
—Les recuerdo que pasé el fin de semana con ustedes. No se cansan de salir. Yo quiero descansar porque, si no se acuerdan, mañana tenemos trabajo.
Cristhian
—Ay, qué amargado. Solo es ir a dar la vuelta y luego a cenar.
—Ya les dije que no.
Toc toc.
Bella
—Hola, chicos, y hola, Don Hielo. Chicos, ya estamos listas. Nos vamos.
Steven
—Genial, pues vámonos. Solo iremos nosotros ya que este no quiere salir. Según quiere descansar.
—No es según. Es que quiero descansar. Ustedes ya parecen chicles de lo pegados que están.
Cristhian
—Y, Niky, ¿dónde está?
Carla
—Nuestra querida amiga nos rechazó porque quiere descansar.
—Al fin la chiquilla hace algo cuerdo. Ella es consciente de que mañana trabajamos.
Toc Toc.
Nicole
—Qué bueno que aún siguen aquí. Tomen, dejaron sus bolsos con las llaves y no me pienso levantar para abrirles la puerta.
Evans
—Qué mal educada. Al menos, saluda.
—Estúpido, hola chicos. Sorry, pero vine rápido a dejarles eso a las chicas y olvidé por saludar. Disculpen, pero además los vi hace unas horas.
Cristhian
—Descuida, no importa, pero ven con nosotros. Te la vas a pasar bien.
—Gracias, pero no gracias. Estoy muy cansada. Mañana yo trabajo, y no creo que mi jefe me deje tomarme el día. Aparte, no iré de mal tercio, y no quiero estar de chicle mal pegado, así que, que la pasen bien y disfruten.
—Al fin alguien cuerda, y es nada menos que la chiquilla. Como ella dijo, disfruten, aunque ya parecen chicles. Pero nosotros no queremos estar de mal tercio y menos de chicle mal pegado, así que, adiós.
Steven
—No se llevan, pero si piensan igual, adiós, Niky, adiós, hermano.
Bella
—Hermosa, nos vemos. Adiós, Don Hielo.
Nicole
—Ya, esto es lo último. Cada vez que salgan, quieren llevarnos arrastras. Ok, que ellos quieran estar juntos todo el tiempo no está mal, pero ya es mucho que quieran que estemos con ellos.
—Estoy de acuerdo contigo, chiquilla.
—Bueno, como dije, me iré a descansar. Adiós.
—Espera, tengo que hablar contigo.
—Claro, dime.
—Es sobre lo que pasó entre nosotros. Quiero aclarar algo.
—Ahh, yo también.
—Bueno, no voy a negar que tenemos mucha atracción sexual, pero nada más. Eso. Yo no busco amor. No me interesa tener una relación ni contigo ni con nadie,y no quiero que con lo qué pasó entre nosotros te hagas otras ilusiones
—A ver, a mí tampoco me interesa tener una relación con nadie, y mucho menos contigo. Lo que pasó entre nosotros no es motivo para que ninguno de los dos nos ilusionemos, así que tranquilo. Yo no me voy a enamorar de ti, y espero que tú tampoco de mí. El amor a mí no me interesa.
—Qué bueno que pensamos igual. Yo tampoco pienso enamorarme de ti, pero quiero saber qué haremos con la atracción sexual que existe. Ambos sabemos muy bien que no podemos negarla. Es algo que nos torturaría a ambos. Te quería proponer que seamos algo así como compañeros de cama sin amor de por medio, y mucho menos que el día que nos cansemos se termine todo.
—Pero tú, ¿qué te piensas que soy? Ok, me acosté contigo, pero de eso a ser tu amante, ese es el único nombre que le puedo poner a lo que me dices. Yo no pienso ser una más de tus amantes.
—No me respondas ahora. Tómate tu tiempo y cuando tengas una respuesta, me dices.
—Eso jamás pasará, ni pienso ser una más de tu harén. La única forma en que esto podría funcionar es que sea algo exclusivo. Ni yo me acuesto con nadie, pero tú tampoco, y con lo promiscuo que eres, eso jamás pasará.
