El Emboscado

...PARÍS OSORIO...

Estoy presionada por lo que me pidieron hacer y mis propios deseos, ¿Cómo cumplir con algo si realmente deseo alejarme de Kilian Cervantes? Se que el está un tanto vulnerable por todo lo que ocurre entre su novia y él. Él no es más que un idiota al que esa mujer le está viendo la cara. Allá el si desea seguir de estúpido, es su problema y mientras más lejos esté de ese asunto mejor para mí.

No sé cómo seducirlo, mucho menos enamorarlo si eso significa meterme en su relación y que después yo sea la tercera en discordia, ¿Tendría también que acabar en su cama? Ni logro pensar en eso, seguro sería repulsivo sentir sus manos en mi piel y su boca en la mía. El asesino de mi padre llevándose todas las primeras veces que he guardado sería enfermo. Además tengo claro que el no tiene novia sin sexo y yo estar ahí poniéndole excusas como esa fulana ni pensarlo.

Los días trabajando a su lado después de lo que hice por el al llevarlo en mi motocicleta, sumado a los múltiples momentos incómodos propiciados por él, han resultado normales. El mantiene su distancia y yo con gusto me alejo más.

Tal y como en la vida de cada ser humano cuando todo está en aparente calma puede cambiar en una fracción de segundo y hoy sería un día de esos.

Mi jefe llegó a trabajar y yo ya estaba en la oficina, había varios pendientes por hacer y la agenda marcaba que sería un día ajetreado. Había distintas reuniones, clientes y demás personas que vendrían para tener una entrevista con él. Yo soy quien tiene que estar presente y debidamente informada de todo lo que ocurra dentro de esa oficina así yo no esté presente porque soy su secretaria.

Kilian llegó más disperso, distraído y todo parecía indicar que había dormido poco o amanecido más raro que de costumbre. Le di su café y no prestó atención ni al tomarlo, creo que además lo dejó enfriar un poco. El vino con planes pero no precisamente laborales en su totalidad este día porque acabó pidiéndome que cancele dos reuniones súper importantes. Cuánto odiaba ser quien debiera escuchar reclamos por las cancelaciones de último minuto pero aún más detestaba ser yo quien tuviera que sacrificar su tiempo libre para estar con este hombre.

Mi sábado se vió arruinado porque por motivos desconocidos debí cancelar las citas. Creí que habría almuerzo y cena de negocios pero no fue así. Uno de los clientes solo puede reunirse al atardecer y el otro en la cena. Creí que un almuerzo de negocios y después horas sin verlo sería ideal pero estar juntos por mucho tiempo sería una completa pesadilla.

La novia de mi jefe había mandado al almuerzo pero el decidió no comerlo y que yo traiga algo para el de la cafetería. Seguido a eso debí almorzar con el y con la idea de pagarme más responder preguntas suyas. La que fue acerca de la virginidad me demostró que su novia le había dado más razones para sospechar, seguro quiso hacerse la pura cuando la llevó a la cama y después se dió cuenta de que mentía. Que mujer idiota, no se puede mentir sobre eso y mantener el engaño.

Siendo las 14:20 horas mi jefe se sirvió un vaso de whisky y tuve la sospecha de que todo acabaría mal y seguramente yo me viera enredada en eso de alguna manera. Esperaba no tener que llevarlo ebrio a su apartamento.

Un hombre vino después a verlo mientras yo trabajaba y programaba citas para las próximas semanas. Cuando el se fue, poco después escuché vidrios romperse y vi a Kilian de rodillas queriendo juntar los pedazos del vaso que acababa de romper.

-Se lastimará, deje eso- le pedí pero cuando soltó los vidrios ya se había lastimado

-Paris mira, ven aquí, ¿Ves esta mancha?- Cuando me llamó sin formalismo me tensé. Me pedía que mirara la mancha de sangre en su camisa blanca.

-Puede mandar la camisa a la tintorería y allí le quitarán la mancha- quise alejarme pero me tomó la mano y se rió

-No mira, así tendría que haberse manchado la sábana pero no pasó eso, ni una manchita. Ella me engañó, tenías razón soy un estúpido

Si que se le soltaba la lengua cuando bebía y se portaba más idiota que de costumbre. Yo acababa pagando las consecuencias de sus malas decisiones porque ahora se negaba a soltarme la mano mientras se reía por como manchó su camisa.

-¿Tanto le importaba que fuera virgen? Creí que lo que más quería era llevarla a la cama, ahora que lo logró se sigue quejando- me solté de su agarre molesta por la situación, odiaba tener que estar escuchando su vida personal y además tenerlo tan cerca. Un día reclamaba por falta de sexo y al otro se embriagaba porque la sábana no se manchó

Me tomó del brazo y puso sus manos detrás de mi cintura.

-No me importaba eso, no quería que me mintiera porque yo no le menti nunca. No puedo perdonar eso ni un engaño- sus ojos no parecían mentir pero no podía olvidar que llevaba un gran peso en su conciencia, si es que tenía

-Señor Cervantes suélteme por favor- me moví abrumada, inquieta porque el no estaba en sus cabales y no podía arriesgarme a qué quisiera hacer algo indebido conmigo, aunque eso significaría lo correcto para mí padre adoptivo

-¿Tu me odias? ¿También me engañarías como Verónica?- su mano sana fue detrás de mi cabeza y me agité bastante sin saber sus planes y teniendo que suprimir mis habilidades de pelea para no acabar siendo despedida y arruinar todo

-Señor suélteme- pedí inmóvil por la fuerza que ejercía en mi. No me estaba haciendo daño pero aún así me sujetaba aumentando mi incomodidad

-Cuando te tuve cerca de mi el día que Lupe se fue pude ver lo que tenías aquí- tocó mi lunar- Es muy atractivo, hace que desee más que mirarlo

-¿A qué se refiere?- quise apartar su mano porque esa suave caricia que me había hecho me ponía súper nerviosa pero acabé recibiendo un beso que abarcaba parte de mis labios y el lunar

Que sus labios impactaran en una porción de los míos hizo que lo empujara y que el reaccionara finalmente. Las copas de más le habían afectado más esta vez.