Las cosas pueden cambiar muy rápido, en un solo segundo puedes estar en un lugar para después caer en otro, esta es la historia de como sobrevivir a un mundo lleno de ratas sucias qué buscan aprovecharse de la debilidad.
"no voy a permitir que se aprovechen de mi, no más, protegeré a mis hijos de todas esas bestias, por que yo soy la duquesa de este lugar."
Reencarne en un cuerpo que no es el mio y una vida que no me pertenece, pero eso es lo de menos hay personas que necesitan mi ayuda y yo los ayudaré sin importar que suceda lo haré hasta que pueda volver a mi vida original."
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Un vistazo a la vida de la duquesa. 3
—Mis señores la cena esta servida.—dijo William entrando en la oficina del duque.
—iremos enseguida ¿me acompañas mi duquesa?.—el duque le extendió la mano a sacha para guiarla al comedor.
—vamos rápido que me estoy muriendo de hambre. —sacha estiró todo su cuerpo y se levantó de su asiento para caminar lejos del duque, aún no podía darle señales de que le caía bien, todavía no era el momento.
Al llegar al comedor Dylan y Lilly estaban sentados esperando pacientemente qué la cena llegará.
—¿cómo están mis pequeñines?. —dijo sacha alegre abriendo sus manos de par en par para abrazar a sus hijos.
—mamá!! —ambos niños se levantaron de su asiento para abrazar a su madre.
—¿ya terminaste de jugar?. —dijo Lilly.
—si, los problemas ya se solucionaron ¿qué les parece si comemos de una vez?
Sacha se sentó en el asiento qué estaba al lado del duque para esperar la comida escuchando las aventuras qué sus hijos habían tenido en la mansión o de como habían molestado a William obligándolo a que jugará con ellos.
"después me disculpo con William por tener que cuidar a estos dos demonios."
La comida no tardó en llegar y la familia la degusto con alegría pues la situación era perfecta algo con lo que sacha había soñado desde siempre una familia feliz y tranquila.
Sacha volteo a ver el plato de comida y este se sentía distante de pronto se sentía mareada, la vista se le nubló y tenía el sentimiento de estar un poco soñolienta como si estuviera muy cansada aunque no fuera así pues todo el día había estado con la adrenalina a tope era simplemente imposible que ella estuviera cansada.
"¿es un infarto…? No de nuevo por favor." Sacha se asustó por presentir qué iba a morir justo cuando todo parecía mejorar como la primera vez que murió.
—¿sacha estás bien?. —la voz del duque parecía distante como si estuviera alejada de él lo que la asusto aún más.
—¿qué?. —respondió sacha con una voz baja casi imperceptible.
La cabeza de sacha callo de golpe a la mesa desmayándose repentinamente y de su nariz brotaba sangre lo que asustó al duque y a las sirvientas qué los estaban atendiendo las cuales corrieron a avisar al médico de la recaída de la duquesa.
—SACHA!! Traigan un maldito médico ahora. —el duque sostuvo a sacha en sus brazos y la guio directo a su habitación para que el doctor la atendiera.
"Mierda, no debí dejar que se levantará de la cama en ese estado, es mi culpa, si muere también será mi culpa."
Sacha de pronto se despertó en una pradera de girasoles siendo cubierta por la sombra de un gran roble qué le daba sombra y la llenaba de paz en su interior el suave aroma de la hierba la relajaba.
—me desmayé. —sacha volteo a ver sus manos y estas eran iguales a las que tenía en su vida pasada llenas de callos y ásperas como la roca. —¿dónde estoy? ¿Volví? ¿Morí?
—no estás muerta estúpida. —Naomi volteo a ver de donde provenía la voz levantándose del suelo caminando al rededor del árbol hasta encontrar el cuerpo que había estado habitando durante 5 años seguidos, sentado reposando bajo la brisa del gran árbol era extraño verse a si misma en ese estado.
—¿qué mierda esta pasando?
—tú eres una mujer demasiado grosera. —la mujer abrió poco a poco los ojos volteando a ver directamente a Naomi quien seguía confundida por la situación al ver los ojos azules de la mujer un escalofrío recorrió su espalda tenía el sentimiento raro en su interior.
—¿tú eres sacha?
—yo era sacha, tiempo pasado, ahora estoy muerta.—la mujer se levantó del suelo acercándose a Naomi para quedar frente a frente viéndola a los ojos.
—¿y qué hago yo aquí?
—no lo se, tú deberías saberlo, eres la nueva sacha.
—ser tú, no fue algo que yo elegí.
—lo se, Dios es tan caprichoso, nunca entiendo sus planes, él solo me usa como su juguete jamas me explicara por que te eligió a ti para arreglar mis problemas. —sacha levanto su mano dejando ver un brazaletes qué funciónaba como grilletes de oro qué limitaban sus manos impidiéndole escapar de ese gran árbol.
—¿por qué estás atada?
—porque Dios me ama y es celoso con lo que es suyo, jamás me dejara ir.
—¿qué? ¿Por qué?
—eso no te importa y no te traje aquí para hablar de ese... No nada, solo quiero hablar contigo ya qué eres la persona que habita mi cuerpo.
—oh claro sacha yo también quiero hablar contigo "amiga" —dijo Naomi con sarcasmo algo que sacha no noto.
—siéntate por favor. —sacha invito a Naomi a sentarse en el pasto en el mismo lugar donde antes estaba sentada.
—bien, de que quieres hablar.—dijo Naomi tomando asiento al lado de sacha
—habla tu primero, lo que te voy a decir es algo sencillo y se que tienes muchas ganas de reprocharme muchas cosas.
—correcto, bien tengo una pregunta ¿tú puedes ver todo lo que yo veo?
—si, puedo hacer eso, pero solo cuando es algo interesante como la vez que casi te linchan las personas en las que más confiabas.—dijo sacha en un tono un poco burlon.
—¿así que fuiste tú la que me dijo que no me rindiera esa vez?
—exactamente, yo use algunos favores qué Dios me debía y te ayude a levantarte cuando estabas apuntó de morir.
—gracias supongo, otra cosa ¿por qué mierda no hiciste nada por Dylan cuando vivía en ese repugnante lugar o porque no hiciste nada por él cuándo podías hacerlo?.
—porque no fue mi elección tener a ese pequeño bastardo, mi padre siempre fue alguien que me trato como si yo fuera una prostituta como mi madre y él decía que yo sería la misma basura que ella así que decidí que no haría lo que él quisiera y planee casarme con un pequeño duque que acababa de heredar la fortuna de su padre, pero en cuanto me embarace todo se fue al caño porque el pequeño duque perdió su fortuna pagando las deudas de su padre, después llegó la sequía y todas las ilusiones por callarle la boca a mi padre se perdieron asi qué simplemente me deje guiar por la corriente y ya no me interesaba lo que le pasara a la beba o al bastardo de todos modos no había servido de nada tenerlos pues no logré nada con ellos.
—¿cómo puedes hablar de esa forma de tus propios hijos? Aunque no le hallas podido cerrar la boca a tu padre debiste haber tenido el valor para enfrentar a la vida y luchar por esos dos pequeños en vez de quedarte de brazos cruzados rindiendote a la más mínima dificultad.
—¿por qué me dices eso ahora? Ya estoy muerta no hay nada que yo pueda hacer por esas pobres almas, de lo único que me arrepiento es de no haber podido golpear al bastardo de mi padre cuando tuve la oportunidad.
—yo puedo hacerlo por ti, lo único que quiero que hagas es que te arrepientas y reconozcas qué estuviste mal por hacer tanta maldad a tus hijos y por manipular mis recuerdos para hacer quedar mal al duque frente a mis ojos.
—yo no manipule tus recuerdos, lo hizo Dios porque estaba celoso de que el duque se acostara conmigo, te cambio los recuerdos por que sabía lo desquiciada qué podías llegar a ser y lo uso a su favor para que lo matarás en su nombre.
—no importa quien haya sido solo quiero que te disculpes.
—¿y tú que ganas con eso?
—yo nada, pero esos niños tienen que saber que su verdadera madre esta arrepentida por las cosas que hizo mal.
—no lo haré.
—¿por qué?
—porque yo no me arrepiento de nada, esos bastardos se lo merecían no fueron de utilidad y fue lo que se ganaron, si Dylan hubiera sido igual de hábil qué el duque no se habría inmutado en matar a los sirvientes qué lo molestaban.
—Dylan era un niño de 4 años como esperabas que se defendiera de adultos mayores que él si nadie le enseñó como hacerlo, sacha tú de verdad eres repugnante.
—si, me lo han dicho muchas veces, tantas qué ahora esa palabra ya no me provoca nada.
Naomi se hartó de la actitud tan estúpida que tenía la sacha sentada frente a ella y con la paciencia casi repasando sus límites se levantó del suelo y la sujeto del brazo para llevarla lejos del árbol, ella tenía esperanza de que si caminaba lejos podría pasar algo interesante.
—espera ¿qué haces? suéltame maldita loca.—sacha forcejeo con Naomi pero poco pudo hacer ante la fuerza descomunal qué está había echo con los años.
Naomi arrastró a la otra mujer hasta que se acabaron los girasoles y se veía una gran llanura al intentar traspasarla las dos fueron castigadas con una descarga eléctrica qué paralizó el cuerpo de las dos.
—mierda, te dije que no podíamos escapar!! . —grito sacha.
Los grilletes en la mano de sacha comenzaron a brillar con intensidad y en el brazo de Naomi también había uno del que no se había dado cuenta por qué era completamente transparente cuando llego a ese plano.
—mierda ¿sacha por que brilla?
—te dije que Dios no nos dejaría escapar, cúbrete la cabeza. —sacha se hizo bolita y se acostó en el piso cubriendo su cabeza con las manos.
—¿qué por qué...?.
De pronto los grilletes las jalaron con una fuerza infernal hacia el árbol pasando por el campo de girasoles raspando todo su cuerpo contra ellos y el suelo, el dolor se sentía tan real que Naomi ya no dudaba de que ese lugar fuera un sueño echo por su cabeza.
Antes de que llegarán a golpearse con fuerza contra el árbol se detuvieron en seco y las heridas que tenían en el cuerpo por el arrastre se desvanecieron el dolor ahora solo era un recuerdo.
—¿qué mierda fue eso?!!.—grito Naomi.
—te lo dije Dios no deja que escape a ningún lado, pero no me escuchaste ya es hora de que te vayas, te diré por qué te traje aquí.
—ya era hora. —dijo Naomi cayendo de rodillas por el gran susto que acababa de tener.
Las cosas a su alrededor empezaron a desvanecerse en señal de que estaba despertando de nuevo.
—Naomi, busca al niño él te ayudará a librarte de esto, pero no confíes en él es un perro de doble cara y te queda poco tiempo antes de que tu desa...—sacha no alcanzo a decir todo lo que quería pues fue castigada con un gran dolor de cabeza que le taladraba profundo, a parecer reveló algo que no debía ser contado.
—sacha ¿estás bien?. —Naomi extendió la mano para ayudarla, pero fue demacrado tarde todo a su alrededor desapareció y despertó de golpe en medio de la noche.
El duque sostenía la mano de sacha con firmeza dándose un poco de esperanza de que la mujer no moriría como tanto temía qué pasará.
—mierda ¿eso fue un sueño? ¿La realidad? ¿Yo tengo que encontrar a un niño?
Sacha movió su mano de lugar provocando qué el duque moviera se despertara de golpe.
—sacha ¿estás bien?. —el duque abrió la boca con la intención de hablarle al médico para que atendiera a sacha, pero esta le cerró la boca con la mano para que no gritara.
—duque estoy bien por favor no despierte al médico en medio de la noche no se preocupe.
—sacha te desmayaste como no voy a estar preocupado por ti.
Sacha sintió un sentimiento cálido dentro de ella el sentir que alguien se preocupaba por ella era algo reconfortante.
—ya será mañana ¿duque quiere dormir aquí conmigo? —sacha se hizo a un lado para dejar espacio al duque para que se acostara con él.
El duque quedó impactado y los colores se le subieron a la cabeza pues acostarse con sacha en la misma cama solo significaba qué harían un tercer hijo.
—yo, yo, yo. —el duque se avergonzó de tal propuesta pero aún así no quéria rechazarla.
—oh vamos duque solo vamos a dormir no sobre piense.
—si claro dormir, dormir.
El duque se subió a la cama y se quedó recto como estatua procurando no incomodar a sacha y esta poco le importo incomodarlo a él pues se aferró al cuerpo del duque como si fuera una almohada.
"Es bueno tener un esposo así de atractivo"
Y ambos se quedaron dormidos.