Mi Hermoso Vagabundo.

(Rocío Martínez)...

El miedo me invade mientras abro la puerta de la habitación que se encuentra mi madre, no sé cómo la encontraré y cómo estará su salud, debido a que no tengo mayor información.

Al ver qué plática con una enfermera que se encuentra a su lado, no la veo bien, está pálida, su voz se escucha cansada y está muy ojerosa. Al verme, mi madre me extiende su mano y yo me acerco para abrazarla y besarle la coronilla de la cabeza.

_ Estoy bien hija, solo fue un desmayo, no te preocupes _ me dice mi madre, mientras seca mis lágrimas que caen solas de mis ojos.

_ ¡Me preocupé mucho mamá!, no te imaginas el miedo que sentí cuando Celeste me llamó a mi trabajo, no te imaginas lo asustada que estaba al no saber qué te había sucedido _ le digo mientras la abrazo muy fuerte.

_ ¿Tus hermanas dónde están?

_ En casa, las cuida la vecina de al lado _ le respondo.

_ Deben estar muy preocupadas, mis pobres niñas. Estaba con ellas en la sala cuando vi todo oscuro y luego desperté aquí en el hospital.

_ No te preocupes por las niñas, ya nos iremos pronto a casa para estar con ellas _ le digo pensando que me podría llevar a mi madre hoy mismo de regreso a nuestra casa.

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En ese momento entra por la puerta de la habitación el señor Warren junto a un médico algo mayor, quien le pide a la enfermera que nos deje a solas, ya que deben hablar algo privado e importante con nosotras, y por sus caras al parecer es algo muy serio.

_ Buenas tardes, señora y señorita. Yo soy el médico oncólogo a cargo de la salud de su madre _ nos saluda estrechando su mano a ambas.

(Médico oncólogo me preguntó a mí misma)

_ Buenas tardes, ¿Quisiera saber por qué mi madre se desmayó hoy? _ voy directo al grano.

_ Al llegar al hospital la señora Rivera, se encontraba muy débil, por lo que le costó varios minutos en recobrar el conocimiento, debido a esa situación de inmediato le realizamos unos análisis de sangre rutinarios y encontramos una anemia. Al revisar su historial médico y enterarnos de que hace poco la señora Rivera había tratado un cáncer, decidimos llevar a cabo una resonancia magnética, para descubrir o descartar un nuevo tumor en su cuerpo _ nos dice el médico mientras toma aire para seguir hablando.

_ En mis manos tengo el resultado de la resonancia y lamento mucho ser yo quien les informe que un nuevo tumor está creciendo en su seno izquierdo, señora Rivera.

Sus palabras son un eco en mi cabeza, nuevo tumor, nuevo cáncer... (Reviví cada momento que viví con mi madre cuando luchó por combatir esa enfermedad).

¡Cáncer nuevamente! Mi madre está padeciendo esa terrible enfermedad que casi le cuesta la vida anteriormente, pero que gracias a Dios y a su fortaleza, ella pudo sobrellevar todo el tratamiento hasta sanar por completo.

Aunque los médicos nos advirtieron que siempre tendría que chequear su estado de salud, puesto que en varias ocasiones el cáncer vuelve ¡Jamás pensé que sería tan pronto! Y de esta manera porque no sé si estoy preparada para volver a vivir lo mismo nuevamente.

_ ¿Qué nos recomienda y qué debemos hacer para que mi madre se cure de esta enfermedad? _ le pregunto al médico.

_ La señora Alicia Rivera quedará hospitalizada desde hoy, hasta que termine el tratamiento, puesto que mañana mismo procederemos con una cirugía para extirpar el tumor de su cuerpo _ Mientras escucho al médico, me quedó mirando a mi madre, que solo me dice con su mirada que estará bien.

_¿Y luego que continúa? _ Le vuelvo a preguntar al médico.

_ Luego de la cirugía comenzaremos de inmediato con la radioterapia, pero esta vez creo que debemos complementarlo con un medicamento muy efectivo que la farmacéutica Bennett ha creado para combatir el cáncer y qué está dando excelentes resultados en varios pacientes.

Al escuchar al médico nombrar la farmacéutica Bennett... Se me viene a la mente al señor Felipe, puesto que él es el dueño de dicha farmacéutica.

_ Perdón, ¿Cuánto costará todo el tratamiento? _ le pregunto al médico sin rodeos, ya que sé muy bien que esta enfermedad mata a las personas y también el bolsillo de cualquier familia.

_ No se preocupe por el gasto del hospital señorita, todos los gastos los cubre su seguro médico, lo único que usted debe costear es el medicamento que desgraciadamente su costo es bastante elevado, por el hecho de que es nuevo y la farmacéutica Bennett es la única farmacéutica que lo fabrica y vende.

_¿De cuánto estaríamos hablando? _ pregunto.

_ De Miles de dólares _ me responde.

¡Miles de dólares!, Dios santo... ¿Cómo y de dónde saco ese dinero? Me preguntó a mí misma en silencio. ¿Qué haré? ¿Cómo lo conseguiré? Me sigo preguntando mientras el señor Warren, está inmóvil en una esquina de la habitación escuchando toda la conversación.

Respiró profundo y vuelvo a mirar a mi madre, quien se encuentra aún más preocupada que yo. Trato de tranquilizarla, pero me es imposible, ya que las dos sabemos que no contamos con tanto dinero para costear el medicamento.

_ Debo retirarme _ nos dice el médico.

_ Muchas gracias por todo _ le respondo, al ver cómo atraviesa el umbral de la puerta.

De pronto me invade la angustia (Entro en crisis) siento un nudo en mi garganta y unas enormes ganas de llorar, gritar y correr. Salgo de la habitación sin mirar a nadie... Corro por los pasillos del hospital, bajo las escaleras y salgo por una puerta que lleva a un jardín rodeado de hermosas flores.

Al estar ahí, caigo de rodillas al piso y comienzo a llorar como nunca antes lo había hecho.

El miedo e impotencia invaden todo mi cuerpo, por primera vez en mi vida no sé qué hacer, ¿Cómo consigo ese medicamento? ¿Qué haré si mi madre esta vez no logra vencer, esta enfermedad? ¿Qué haré con mis hermanitas?

Las preguntas invaden mi cabeza y no me dejan pensar con claridad...