Nicole, una conductora discreta e independiente, es contratada para un trabajo aparentemente sencillo, pero pronto se ve envuelta en un peligroso juego de intrigas y secretos. Mientras enfrenta los desafíos de su profesión, conoce a Brayan, un hombre enigmático y reservado con un pasado oscuro que lo ha vuelto frío y sospechoso. A pesar de sus diferencias iniciales, una inevitable atracción comienza a surgir entre los dos, llevándolos a enfrentar no sólo los peligros que los rodean, sino también los secretos enterrados en sus propios corazones. A medida que la tensión aumenta y los peligros se multiplican, Nicole y Brayan deberán luchar no sólo contra las fuerzas externas que los amenazan, sino también contra los sentimientos cada vez más intensos que surgen entre ellos. En medio de giros impredecibles, descubren que el amor puede ser la única fuerza capaz de guiarlos fuera del laberinto mortal en el que se encuentran.
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Capítulo 23
Anna: Cassio, ¿estás bien?
Cássio: Estoy bien, amor, solo quería escuchar tu voz.
Anna: ¡Es genial escuchar tu voz, mi amor! ¿Quieres decirme algo?
Cássio: No, mi amor, estoy preocupado, pero son cosas de la empresa. ¿Estás bien?
Anna: Estoy bien, ahora tengo que volver a la sesión de fotos. Hasta luego, besos.
Anna: Cassio está extraño, bueno, luego hablaré mejor con él. Continúo con la sesión de fotos cuando soy interrumpida con una bofetada en la cara.
Amanda: ¡Puta! ¿Cómo te atreves a meterte en los negocios de mi familia?
Anna: ¿Qué? ¿Te has vuelto loca, Amanda? ¡No sé de qué estás hablando!
Amanda: Te dije que te mantuvieras alejada y no me hiciste caso, ahora sabrás que habrá consecuencias. ¡Voy a hacerte pagar por haberte metido con mi familia!
Los guardias intentan sacarme del estudio, no permito que nadie me toque y me voy. ¡Anna y Nicole se arrepentirán!
Anna: Pido a los guardias que saquen a Amanda del estudio, la loca arruinó mi sesión de fotos. Ahora tengo la cara marcada, ¡maldita sea! Libero a todo el equipo y vuelvo a casa, de verdad no entendí nada.
En la mansión de Brayan...
Nicole: Me informan que Zeus está libre, estoy esperando a Brayan apoyada en el coche imaginando lo difícil que será trabajar para él ahora.
Brayan: Nicole.
Nicole: Señor Brayan...
Brayan: Solo Brayan, Nicole.
Nicole: Te dije que sería tu empleada a partir de ahora, así que llámame señor Brayan, y si no respetas los límites, renunciaré sin dudarlo. Por favor, señor Brayan, no lo hagas más difícil.
Brayan: Entro al coche en silencio, llegamos a la clínica, Zeus está adormilado, con un cono gigante en la cabeza y un vendaje. El veterinario nos explica cómo debemos cuidarlo y nos da el alta. Una vez más, volvemos en silencio a la mansión.
Nicole: Señor Brayan, si no le importa, me gustaría que Zeus se quedara en la casa de la piscina conmigo, así podré cuidarlo mejor.
Brayan: Siempre y cuando no me impidas visitarlo.
Nicole: De acuerdo.
Brayan toma a Zeus en brazos y lo lleva a la casa de la piscina. Me mira, luego dice que estoy libre por hoy y se va.
Eh, grandote, estarás bien, cuidaré de ti.
Anna: ¿Puedes hablar?
Nicole: Claro, amiga, ¿qué pasa?
Anna: Algo muy extraño ocurrió hoy, Amanda irrumpió en mi sesión de fotos y me agredió diciendo que me metí con los negocios de su familia. No entendí.
Nicole: ¿Cómo que te agredió? Anna, ¿puedes venir a la mansión para hablar? Zeus está herido y no puedo ir allá, ¡pero te lo explico todo aquí!
Anna: Claro que puedo, voy para allá.
Nicole: Pasan algunas horas y Anna llega a la mansión.
Hola, ¿fue Amanda la que hizo eso en tu rostro?
Anna: Tranquila, amiga, fue solo una bofetada. Pero lo que me intriga es lo que dijo.
Nicole: Que esa loca no se cruce en mi camino, ¡o verá lo que más duele que una bofetada! Con respecto a sus negocios, tampoco entiendo cómo los relacionó contigo, pero míralo por ti misma. Investigué mientras iba para acá.
Anna: ¡Dios mío, las empresas Miller han quebrado!
Nicole: No sé, amiga, pero algo hay ahí y averiguaré qué pasó. Aparte de eso, ¿estás bien?
Anna: En realidad no, pero esta conversación pide cola y brigadeiro de cucharita.
Vamos a la cocina y hacemos brigadeiro, le cuento todo lo que le pasó a Cassio a Nicole.
Nicole: Amiga, te entiendo y entiendo tu preocupación. Pero ¿vas a dejar que esto arruine las cosas entre ustedes? Te daré un consejo, aprovecha el momento y vívelo intensamente, el futuro es impredecible. En unos años, él puede cambiar de opinión o incluso tú también. No dejes que nada los afecte, si lo quieres, estoy segura de que encontrarán una solución y enfrentarán cualquier situación juntos.
Brayan: Voy a ver a Zeus cuando escucho parte de la conversación de Nicole con Anna, ¡solo puedo ver lo estúpido que fui con ella! Decido volver a la mansión, no voy a interrumpirlas.
Anna: Ahora cuéntame qué pasó con Zeus y contigo, porque te conozco y sé que no estás bien. Nicole, háblame de Brayan, Richard, Zeus y Katherine. Nuestra amiga, qué locura, por qué no me llamaste. Muchas cosas, respecto a Richard, estoy sorprendida. Menos mal que Zeus está mejorando. Ahora sobre Katherine, nunca dudes de tu intuición y no dejes que ella arruine tu felicidad. Realmente creo que Brayan merece ser ignorado por ser tan idiota, pero no dejes que Katherine gane.
Nicole: Estoy muy confundida, Brayan cambia de humor con una facilidad que sinceramente me asusta. No sé si quiero vivir al lado de alguien que se rinde sin siquiera intentar hacer que algo funcione. Me asusta cómo me siento cuando estoy con él, me asusta la intensidad con la que su mirada penetra mi alma y me asusta cómo se acerca y se aleja de mí sin dificultad. Lo que realmente quiero es salir de este trabajo, conocer a otras personas y seguir con mi vida. Pero amiga, no puedo.
Anna: Estás enamorada, Nicole, ¡tu corazón ha sido finalmente atrapado! Te entiendo, es difícil y no sé si yo estaría en tu lugar, pero si te sientes así y no puedes irte porque no estás hablando con Brayan en este momento mismo?
Nicole: Porque él necesita pensar, necesita saber primero lo que quiere, Anna. No voy a estar persiguiéndolo.
Anna: Tienes razón. Cuenta siempre conmigo, amiga. Cássio está con Brayan, tenemos un poco más de tiempo antes de irnos. Aprovechemos y saciemos un poco la nostalgia.
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