Elizabeth es una mujer que le encanta leer... esta vez, su deseo se hará realidad a despertar en la última novela que leyó... una novela en donde el villano es triunfador y se queda con la princesa, resulta ser que Elizabeth despierta en el cuerpo de esa princesa...
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capítulo 23: “te perdono"
— ¡MARSHALL!... ¡Ay, no!... ¡Regresé a mi mundo!... ¡El libro!...
Me paré de golpe de la cama y fuí en busca del libro... ¡Se que lo había dejado apilado aquí!... ¡Sé que no fue un sueño!... ¡Sé que no fue producto de mi imaginación!... Me frustre al darme cuenta que el libro se quedó allá... No,no,no... ¡¿Ahora como vuelvo?!... Cálmate Elizabeth... Recuerda en el momento en el que la señora te entregó el libro.... Ella me había mostrado dos... ¡El susurro del viento!... ¡Claro!... ¡Ella me dijo que no son la misma historia pero están conectados!... ¡Tal vez sea otra entrada!...
Recordemos que al principio de esta historia la señora le enseñó dos libros a Elizabeth... Por supuesto ella tomo el más interesante...
Me puse la ropa lo más rápido posible y los zapatos... Sentía que la esperanza de volver a ver a Marshall aumentaba... Llegué a la tienda de antigüedades y entre apresuradamente... Una joven me ve un poco sorprendida... Casi que me subo al mostrador pero me contuve... Respiraba agitada porqué corrí varias cuadras como si mi vida dependiera de eso... Hablé con el corazón en la boca.
— disculpé.... ¿De casualidad tiene un libro llamado el susurro del viento?...
— ¿Eh?... Ah, esa historia que nunca se vendía... De hecho, vino un señor y lo compro... Dijo que era para su hermanita... Lo siento, ya no tenemos otro.
La tensión se me bajo y casi me desmayo ahí... Si no fuera que me estuviera sosteniendo del mostrador ya estaría en el suelo,...
— ¡¿Señorita?!... ¡¿Se encuentra bien?!
Me agaché y empecé a sollozar.... Marshall... Marshall... Marshall... Mi corazón me dolía más que nunca... La joven me ayuda a levantarme.
— señorita... No se qué le haya pasado, pero la llevaré a su hogar...— no pude evitarlo y abracé a la joven... Era el único consuelo que tenía... Ella luego me da palmadas para calmarme...— vamos... La acompañaré. Déjeme cerrar un momento la tienda— salimos y ella pasa la llave a la puerta... No tenía vida en mi voz al preguntarle por la señora...— ¿Señora?... Creo que se está confundiendo, soy la única dueña de la tienda y nunca eh visto a esa señora. Mi nombre es Clara...
¿Entonces quién me regaló ese libro?... Ya no importa. Mi vida feliz que estaba a punto de comenzar al lado de Marshall se ah derrumbado en cuestión de segundos... Ahora estaba peor que cuando Emmanuel se fue... Le indique a la Clara en donde quedaba mi departamento... Estaba ida y si no fuera por ella me quedaría sembrada en una esquina... Ella me llevaba de los hombros. Llegamos a mi departamento y ella me sienta en el sofá...
— ¿Segura que quieres que te deje sola?— preguntó Clara.
—... Si por favor... Te agradezco mucho por ayudar a está extraña...
— de acuerdo... Cualquier cosa— me entrega una tarjeta— éste es mi número...
— gracias...— Clara se va y yo empiezo abrazar a una almohada mientras lloraba... No dejaba de pensar en Marshall... De nuestro momento juntos... Paro de llorar al escuchar la puerta tocar... ¿Será Clara?... Me paré del sofá con esa idea y abrí la puerta... Mi respiración se corta al ver a Emmanuel...
El me dedica su sonrisa con sentimientos...
— Elizabeth...— el ve mis ojos hinchados de tanto llorar...— ¿Puedo pasar?...— ... Le prometí a Marshall que por él perdonaría a mi hermano. Y aunque ya no estoy al Marshall, por lo menos quiero cumplir esa promesa. Dejé entrar a Emmanuel y me pregunta por qué estaba llorando... Le respondí por el final triste de la última novela que leí...— veo que sigues con los libros...— el ve que no tengo emoción en mí—... Elizabeth, se que me debes de estar odiado por no haber cumplido las promesas... Pero primero vengo a venir por tu perdón... ¿Elizabeth, me podrás perdonar por ser un hermano de mierda?... Se que no será de inmediato pero no...— el se sorprende porque lo abracé suavemente...
— te perdono...— el me devuelve el abrazo... Seguido su chillidos de llanto...
— Elizabeth... Lo siento de verdad. Te di promesas sin cumplir dejándote sola a tu suerte... — Se separa de mi y dice— desde que te dejé no eh parado de pensar en tí... Pero mi situación no me dejaba ir contigo... Esta vez es diferente... Eh venido por ti y poder cumplir esas promesas que siempre te daba junto a un libro nuevo... De hecho...— saca un libro— te traje éste libro que el título me pare.ció interesante... “el susurro del viento"... Si quieres leerlo lo harás en mi casa...
El... Libro. Mis manos estaban temblorosa al tomarlo... Solo abrí un par de hojas y leí entre líneas... “el viento de Cataleiya susurra palabras que solo los corazones puros pueden oír"... Éste libro habla sobre el viento y la naturaleza del reino de Marshall... anche los ojos a no más poder.
— Elizabeth... Si quieres puedes ir empacando...— dijo Emmanuel, yo cerré el libro y lo abracé...
— Emmanuel... Creo que está vez no puedo ir contigo.
— ¿Por qué? Siempre haz querido ir a mi lado.
— lo siento hermano... Pero ahora deseo estar al lado de alguien más... Te doy la gracias por todo, si no fuera por tí yo jamás hubiera entrado al mundo de la lectura... Y ahora me trajiste un regalo maravilloso...— el me sonríe sinceramente y entiende mis palabras...
— entoces... Leé ese libro a mí lado como los viejos tiempos...
Abrí el libro y me puse de lado de Emmanuel para leerlo en silencio junto a él... El libro nos cuenta sobre la naturaleza de aquel reino... Sólo pensaba en regresar al lado de mi amado... Aún así, pude perdonar a mi hermano y podía sentir su cariño nuevamente. Ese carga la pude liberar por fin... Nada más me quedé a mitad del libro cuando me empieza a pesar los ojos... Saqué un bostezo y Emmanuel me carga para llevarme a la cama... Me arropa y acaricia mi frente... Se queda a mi lado mientras me quedaba dormida... Pensaba en estar nuevamente en el reino de Cataleiya no importaba si caía del cielo....
Escuchaba el sonido del viento en mis oídos... Luego siento que mi cuerpo estaba en el aire... Abrí mis ojos de inmediato y literalmente estaba en el aire.... Esta vez no estaba en el cuerpo de nadie... Miré el horizonte y veía el atardecer anaranjado... No pude evitar sentirme feliz de haberlo logrado...
— ¿Eh?... ¿Pero como hago para no tener una muerte segura...?... ¡Ah!... ¡Kagura!— empecé a silbar pensado en que kagura me encontrara en el cielo... no paraba de silbar, si embargo, desde lejos podía ver el suelo cada vez más cerca... volví a silbar más fuerte... pasan los segundos y no tuve más opción que esperar el golpe....
— ¡¡¡ELIZABETH!!!
Esa voz.... ¡Marshall!
gracias por leer 😊... próximo y último capítulo: “una nueva vida a tu lado"