Él pensó que me conoció por casualidad, pero cuando me quemo en la hoguera en 1645 yo jure que volvería para vengarme de su traición. Aunque nunca imaginé terminar envuelta con 4 sugetos al mismo tiempo y uno es peor que el anterior.
NovelToon tiene autorización de yanina para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Salida familiar.
Joseph me deja en mi casa luego de eso y se despide con un beso en el dorso de mi mano.
- Un día más y serás mi esposa.
- De papel no olvides esa importante parte.
- Eso ya lo veremos, querida.
Algo que he podido adivinar de Joseph es que es un hombre extremadamente extraño, suele contradecirse a sí mismo la mayoría del tiempo y también es muy coqueto. De seguro es de los que piensa que por ser guapo todo le saldrá a su voluntad, por otra parte, también veo a un niño que no conoció la felicidad de la infancia y que tubo que crecer demasiado rápido. Que triste.
- Hermana escuché que te lastimaste. ¿Estás bien? Que es esa caja que traes en la mano.
- Tranquila pequeña de a una a la vez por favor.
- Perdón es que estaba preocupada. Mamá casi se volvió loca y ahora está durmiendo después de que le dieron un sedante.
- Tanto alboroto por nada, me torcí un poco el tobillo, pero como ves estoy perfecta y luego Joseph y yo fuimos a elegir el vestido.
- ¿Lo puedo ver? Pensé que lo haríamos juntas.
- No pongas esa cara yo tampoco pude negarme ya ves que es dominante ese tarado.
Le dejo la caja a Sofía y voy a hablar con mi padre y Thiago, ya no quiero más problemas. Abro la puerta y los dos saltan de sus sillas para venir corriendo a mi.
- Antes que nada estoy bien y no me paso nada malo.
- No tienes idea de lo preocupados que estábamos.
- Por favor no tienen que volverse locos cada vez que pasa algo así, yo sé defenderme sola y de cierta forma Joseph no es una amenaza, de hecho me agrada mucho, es divertido y la pasó bien a su lado.
- ¿Te está amenazando para decir esas palabras?
- Porque tendría que amenazarme o mejor dicho con que me amenazaría para hacerlo. Todavía hay algo que me ocultan verdad.
- Es solo que no lo conoces en lo absoluto y puedes estar siendo ingenua ante él y sus manipulaciones.
- Yo no lo creo así que ya dejen está locura, no soy una niña y es hora de que lo entiendan.
Les dejo un beso a cada uno y me voy a mi cuarto, cuando veo a Sábila recuerdo lo sucedido y me vuelvo a poner nerviosa y enojada.
- ¿Lo viste?
- Tenía unas ganas de arrancarle los ojos que ni te cuento.
- Lo bueno es que lograste controlarte.
- Tal parece que él no sabe quién soy yo.
- Es lógico, nunca nadie te vio.
- Es lo mejor así podré hacerlo pisar la trampa aunque después de lo de hoy no creo que todavía sea tan estúpido para no darse cuenta.
- Podrías haber dejado a todos mudos.
- Ja ja esa era una buena idea. Estoy cansada y todavía muy enojada. Ayúdame a dormir porque estoy que me lanzó por esa ventana y lo voy a buscar ahora mismo.
- Déjamelo todo a mí.
Ese sueño otra vez, los dos en la comarca, Jaeshin con su típica canasta diciendo lo hermosa y lo valiosa que soy a sus ojos. Que ingenua fui, sus palabras tenían otro significado y sus acciones únicamente lo beneficiaban a él.
- Tuviste pesadillas.
- El pasado no quiere ser olvidado.
- Abajo hay mucho ruido, parece que algo está pasando.
- Tengo que prepararme antes de bajar.
Mientras mi tina se llena prendo unas velas y rezo para llenar de energía mis amuletos, ahora que ya nos vimos a la cara no puedo dejar que vuelva a entrar en mi cabeza además de controlar todo este odio que siento.
- Cuídalo hasta que este hecho por favor Sábila.
- Báñate tranquila Thae.
Me pregunto que ocurrirá en este día, de por sí ya empezó agitado lo que indica que no será uno fácil de llevar. Cuando acabo de ducharme me visto y me coloco mi collar y pulseras, al bajar todos están a la mesa con cara de que no están felices.
- Buenos días.
- Hija que alegría verte bien.
- Mamá no te pongas mal por mí.
- No vayas al trabajo hoy, quédate conmigo aquí.
- ¿Pasa algo?
- Aparte de que mañana te vas de la casa para casarte con ese hombre nada más.
- Vamos ya les dije que seguiré viniendo y también seguiré trabajando, que yo sea su esposa no significa que deje de ser su familia.
- Sabes cuanto me arrepiento de haberte encontrado.
- ¡TONIA!
- Es la verdad, por tantos años la buscamos y a la vez que la recuperamos la vamos a perder de nuevo. Hubiera preferido no haberla traído de regreso.
- Mamá que estás diciendo. Thae merecía regresar con su familia, merecía saber la verdad y estar aquí.
- De que nos sirvió Thiago.
- Todo esto es su culpa y ahora como si nada dices esas crueles palabras. Eso lo tendrás que haber pensado el día en que firmaron ese contrato.
Thiago se levanta furioso tirando la silla y saliendo de la casa, mientras mi padre se sujeta la cabeza avergonzado y dolido y Tonia llora aferrada a su taza de café.
No sé si su dolor es genuino o si su preocupación es por fundamentos sólidos sabiendo que estaré en peligro.
- Esa mujer... Esa mujer era buena contigo Thae.
- Cora fue una excelente madre, una gran amiga y confidente. Ella me dio todo su amor sin condición y siempre me trato como si yo fuera su propia hija.
- Ya veo, ella fue lo que yo nunca pude. ¿Te vas a quedar conmigo al menos hoy? Por favor te lo suplico, sé que no tengo derechos, pero me gustaría al menos tener un día en que seamos madre he hija.
Observo a Sofía y ella asiste sin dudarlo. - Bien mamá tú ganas, me quedo contigo.
- Gracias... Muchas gracias hija mía.
Antes de salir busco a Sofía y ella con una sonrisa me dice que no me preocupe. - Mamá la ha pasado muy mal estos años, su salud mental no es buena así que habla feliz, Thae.
- No quieres venir con nosotras.
- No puedo tengo un examen importante además es tiempo para ustedes dos, disfruten.
La veo tomar su bolso y salir apresurada, aunque se haga la fuerte por fuera sé que también le duele, esta familia tiene un gran sufrimiento y están todos rotos por dentro. Tal vez pueda hacer algo para ayudarlos a sanar aunque sea un poco, pero ellos solos lo podrán hacer cuando estén dispuestos a soltar el pasado.
- Mamá mira te hice está pulsera. ¿Te gusta?
- Me encanta, es bellísima.
- Me alegro, usarla siempre que me extrañes.
Ese día no la pasamos juntas, haciendo cosas que harían cualquier madre y su hija. Tonia me presumió con todas sus amigas, compramos muchas cosas y comimos muchas más acabando el día en el parque de diversiones donde me sorprendió ver a los demás.
- Ahora si es una salida familiar.