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Little Hope

Little Hope

Status: En proceso
Genre:Acción / Aventura / Venganza / Superpoder / Escena del crimen / Pretendiendo ser otra persona
Popularitas:303
Nilai: 5
nombre de autor: Fanysparkle

¿Hasta dónde estás dispuesto a olvidar por amor? ¿Mentiras, traiciones, o quizás... muertes?

Realmente, ¿es posible vivir con una venda en los ojos?

Bienvenido a un mundo donde los héroes no son tan valorados como se parece.

NovelToon tiene autorización de Fanysparkle para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 21: Investigar desde las sombras III

El espectáculo que nunca saldría de mi cabeza, ahí estaba, aunque ahora solo se trataba del escenario.

El bosque parecía ser especialmente frondoso en algunas zonas: a los alrededores de la SSMH, en los caminos que conectan las áreas y aquí, justamente en las salidas de emergencia.

«¿Hay una razón para eso?» me preguntó, y antes de que consiga terminar la frase, los trozos jugosos de carne vuelven masacrar mi paz.

Las ramas caen sobre mi, creando un mar de sombras moteadas que me siguen por el sendero exterior.

Parpadeo una, dos veces, tres, para no verme como una desquiciada.

Las alucinaciones desaparecen, aunque el gusto amargo no se irá pronto de mi boca «ni de mi mente» ahora soy buena ocultando... Reacciones, al menos, lo suficiente para que no resulten tan obvias.

Tengo miedo, es así desde que vi a Jena.

Desde que descubrí lo que la SSMH hace con los «traidores» temo, me preocupo por mi propia vida, por el resto de inocentes que pueden estar en mi mismo lugar.

Imagino la expresión que debió tener al morir, el pánico, la desesperanza que termino por apagar sus vivaces ojos, me preguntó... «¿Cuánto tardaron en hacerlo?»... «¿Cuánto es que ella sufrió?» aunque no me sirva de nada obtener esas respuestas, no significa que dejen de atormentarme, ni siquiera por las mañanas.

Seguramente eso paso contigo, ¿Verdad Dr. Phil?, todo lo que se hasta el momento, las palabras tan desconcertantes de los labios de tu esposa, vi eso, eso que Jena vería en mis ojos, si cuando la hubiera encontrado siguiera con vida.

Estaba muy confundida, igual que Hayley, no comprendía, ¿Cómo? O más bien ¿Porqué? Porqué habías muerto.

Era un trabajo fácil ¿Verdad?, lo hacías todos los días, porque el de hoy debía ser diferente de aquellos, es una mañana tranquila -como la de hoy- que podría hacerte pensar... Que te haría temer.... Qué alguien viniera y te cortará la garganta. Eso no pasa siempre, quién sale a cumplir con su trabajo y espera no volver más....

Se qué es algo similar... Phil.

Aunque no sé, si resolver tu misterio es una buena idea.

La idea de una muerte natural es mucho mejor consuelo, de lo que seguramente, a ti te sucedió.

Pero ella tiene derecho a saber la verdad, en realidad... Todos lo tenemos.

Incluso... Los traidores.

El mar verde del sendero termina en una colina, detrás de ella, se impone la inmensa figura de un viejo sauce.

Sigo sus trazos con la mirada, como si se tratara de una pintura, cada hoja, rama, los detalles que parecen abrazar su tronco, es simplemente una imagen que me relaja, que hace que descanse aunque sea por un momento, de todo esto...

Lenin me reconoce desde el otro lado, se ve relajado, sentado en la sombra del tronco, llamándome con tanta insistencia, que a penas puedo ver su mano moverse.

-¡Jones! No te perdiste.

-No, solo me entretuve un poco. -digo sin mirar atrás, como si una maldición regresará si lo hiciera

El césped es acogedor, ya veo porque Lenin decidió que nos reuniéramos aquí. Me senté justo a su lado, recargando mi espalda en el mismo viejo roble.

-Esta bien, comprendo que el bosque es hermoso...

-Pero tenemos trabajo -inquiero de su tono

Lenin levanta las cejas impresionado.

-Exacto, cuánto antes mejor.

-¿Pero si son las cinco de la mañana?

-Por eso mismo -afirmo- tú jefe no sale por las mañanas, así que podemos hablar sin preocupaciones.

-¿Ah? Así que si le temes a Silvestre.

-Lo respeto -acentuo- y se qué mientras más lejos este mejor.

-No te agrada, ¿Verdad?

-Eso depende. -resalto- ¿Qué piensas de Silvestre?

Me encogí de hombros, su pregunta era buena.

-No lo sé, parece un buen jefe, pero hay algo en el que no me gusta.

Lenin parece estar de acuerdo.

-Eso mismo digo.

-Okey, me alegra que así sea, pero ¿sabes que no puedo leer tu pensamiento? Sería bueno que me contarás lo que sucede.

Lenin chasquea la lengua, para luego cruzar los brazos.

-Lo sé, pero eres nueva ¿Recuerdas?

-Y tú viejo, eso lo de bien, ¿cuántos años tienes trabajando aquí?

-Ocho años.

-¿Y bien?, porque no me pones al corriente.

Lenin se acomoda el cuello de la camisa antes de contestar.

-Debes tener cuidado con Vansua, aunque no lo parezca, es peligroso abrir la boca de más con él.

-¿A qué te refieres?

-Silvestre informa de todo al General Carlton.

-¿Es su padre no?

-Si, pero no hablan precisamente de cuestiones familiares. El General Carlton controla la organización, pero Silvestre la vigila.

-¿Vigila? ¿Cómo si fuera una medida de seguridad?

Lenin asiente.

-Por los infiltrados. -se acercó para susurrar- es muy común que agentes externos, rebeldes o independientes intenten colarse en la SSMH, así que tomaron esa medida de seguridad.

-¿Porqué alguien querría colarse?

La mano de Lenin choca con su rodilla, como si no pudiera creérmela.

-¿Y porqué no? Mira, la SSMH es una rama de la armada de EUA, así que tiene la misma calidad de información.

-Entonces es por la información confidencial.

-En parte, si lo ves de otra forma, la SSMH tiene información, pero sobre proyectos de defensa, experimentos y usos de habilidades.

-Es la armada pero con superpoderes.

-En pocas palabras.

En ese momento el foco volvió a iluminarse.

-La SSMH es la armada con poderes.

-Si...

-Silvestre se encarga de la seguridad.

-Si, eso acabo de decir...

-Los infiltrados intentan robar informacion sobre proyectos.

-Si... ¿A qué intentas llegar con eso?

-Lenin, conecta los puntos.

-¿Qué puntos?

-Silvestre tenía un proyecto de seguridad, Philip trabajaba con él y algo salió mal.

-¡Es verdad! -exalto- Ellos trabajan juntos, Silvestre seguramente vio algún problema con la seguridad, alguien intento robar los datos y...

-Phil estaba en medio. -finalizo

-Vaya, acaba de explotarme la cabeza, ¿pero sabes que significa eso?

-¿Qué Silvestre es el principal sospechoso?

Lenin niega con la cabeza.

-No, significa una de dos cosas, que Phil estaba en el camino y fue asesinado o... qué él también trabajaba para los infiltrados.

Las palabras de Lenin parecen suspenderse en el aire, como partículas, nadando antes de que yo pudiera atraparlas.

«¿Y si era así?»

Eso significaba... Que Silvestre estaba involucrado, indirecta o directamente, su cercania al General Carlton estaba implicada.

Escucho, vio o dedujo algo que lo hizo verlo como una amenaza, un problema que solo podía ser solucionado de única forma que su padre conocía.

Con la muerte.

El mismo castigo que obtuvo Jena al ser descubierta.

El mismo destino que tendríamos si éramos descubiertos.

Ahora todos los puntos eran unidos, las fichas en el tablero habían sido conectadas, a excepción de una... «¿Quién había dado el golpe final?» el asesino intelectual, era el General Carlton sin llegar a dudas, «¿Pero el que había levantado el arma?» no podía imaginarme a ese joven... Con la sangre ensuciando sus manos... Chorreando de ellas... Era solo, una imagen que no podía conectar en ninguna de mis neuronas.

Aunque también era cierto, yo había escuchado a Rick hablar con él.

El día de la prueba, cuando tuvimos que pasar la noche en el árbol, mientras sus voces discutían desde la radio.

Entre sueños y parpadeos, lo escuché, alguien estaba saboteando las «bases de datos» ¿De qué? No lo sé, ¿Porqué? Mucho menos, pero se que el nombre de Phil está oculto en ese diálogo.

Justo antes, de qué descubrieran al que causó el problema.

Y curiosamente... Desde ese día, han pasado dos años, justo el tiempo que estuve fuera.

Lenin aprieta los labios hasta que se vuelven blancos, y comienza a mordisquear sus uñas con nerviosismo.

Su mirada se desvía de la mia, y por un momento, creo que va a echarse atrás.

Pero luego, su mirada regresa a la mia, y veo una determinación en sus ojos que me hace sentir más segura.

Porqué eso significaría adentrarnos más, mucho más de lo que el deseaba involucrarse, si queria terminar el misterio, solo había un camino, acercarme a Silvestre, pero supongo, que no puedo obligar a Lenin a hacer lo mismo.

Eso sería muy riesgoso.

No estoy segura de que Lenin sea capaz de disimular su nerviosismo frente a él.

«Podre con ello» me digo dando ánimos y unas palmaditas mentales, luego abrazo mis piernas antes de decidirme a hablar.

-Tengo una misión para ti, Lenin. -digo como si él fuera el cadete

Los tics de Lenin parecen calmarse con mi humor.

-¿Qué necesitas?

-Necesito entrar a la oficina de Silvestre.

-Pero eso ya lo haces.

-No -niego- tiene que ser a solas, para acceder a todos los archivos.

Lenin traga saliva.

-No puedo ayudarte con eso.

-Lo sé, por eso necesito que lo distraigas.

-Jones...

-Seran solo unos minutos, lo suficiente para un vistazo rápido.

-No lo sé.... -dijo rascándose la cabeza

-Por favor, Lenin. Hazlo por Phil.

Lenin no se ve para nada convencido.

-Ni siquiera lo conocía.

-Yo tampoco, pero se que alguien lo extraña y no me rendiré hasta darle un buen fin a su historia.

-Si Silvestre se entera...

-No lo hará, seré cuidadosa.

-Hay muchas cosas que pueden salir mal, si él te ve... Si ve que te ayude...

-Lenin, tranquilo, eso no pasará.

Suspira, lo hace tan fuerte, que tiembla.

-Lo haré, por Hayley.

-Esa es la actitud, una buena acción merece el riesgo.

Lenin me mira con asombro.

-Se ve que disfrutas el altruismo, pero ¿Quieres un consejo? no tomes riesgos innecesarios.

-¿Y eso? Pensé que querías ayudar a Hayley.

Lenin asienta.

-Es así, quiero ayudarla, pero sé que debe existir una razón para que nadie lo haya intentado antes.

Su expresión se torna sería, dejando atrás el nerviosismo, como si aún hubiera algo que intentará advertirme con todas esas palabras.

-A lo mejor piensan que fue una muerte natural.

Lenin rie ligeramente y se inclina un poco, invadiendo mi espacio personal para susurrar unas palabras.

-O eso es lo que les hicieron pensar.

....

«O eso es lo que les hicieron pensar»

Las palabras de Lenin habían permanecido en mi cabeza durante todo el día -repitiendose- una y otra vez, como un disco rayado, desde que terminamos nuestra improvisada reunión.

Puede que «el detector» desconozca la verdadera muerte del Dr. Phil, pero de algo estoy segura, él sabe mejor que nadie como se manejan las cosas en la SSMH.

Sino fuera así, no tendría la confianza para asegurar algo así.

Los pasillos blancos del recinto parecen estrecharse en cuanto avanzo, supongo que son los nervios, amenazando con consumirme, mientras más me entero de las cosas, más difícil me es mantenerme en papel.

La «novata soñadora» el personaje que me fue asignado desde el ingreso.

Conrad tuvo la idea, después de descartar varias opciones antes, claro, al final pareció decidirse por la cuartada más firme y común de todas «la de menor riesgo» a sus propias palabras, «la más ingenua» a palabras mías, porque que otra descripción habria para una chica cuyo sueño es ser aceptada por la SSMH, eso solo lo pensaría alguien sin ningún conocimiento de historia.

Es complicado mantener el equilibrio.

Cuando la realidad es que, la «agente Carrie Jones» quiere salir y clavar sus garras en esos expedientes secretos.

Se qué ese es básicamente el trabajo de una espía, lograr mantener la dualidad, pero este era mi primera misión formal, fuera del nido, lejos de la protección de la agencia y de casa.

Teoría ahora convertida en acción.

En muchas ocasiones me imaginé justo aquí, en estos pasillos, había estudiado tantas veces los planos del recinto, el sector principal, las áreas, el comedor, la sala de reuniones... Incluso la reciente adquisición de los laboratorios, estaba al tanto del que se convertiría mi entorno, aunque también deje unas cosas de lado, para que la primera impresión fuera natural.

Aún así siento que camino dentro de mi cabeza, viendo ahora en la realidad, todos esos detalles, los números que ahora eran placas de identificación, las personas y zonas importantes eran identificadas de esa forma, como el «ÁREA DE FUSIÓN» o la ID del Sargento Vansua, en verdad no sé cómo es que Rick o su hermano son capaces de recordar tantos datos, al menos los númericos, supongo que solo no disfruto nada relacionado con las matemáticas.

Me balanceo nerviosamente sobre mis pies, los ojos saltan de la placa del laboratorio a las barras led sobre mi cabeza, creando un efecto estroboscópico que me hace sentir incomoda. Mi mirada finalmente se posa en la puerta del laboratorio, donde Silvestre ha estado desaparecido durante más de una hora.

Él parece perder la noción del tiempo cuando entra ahí.

La reunión con Lenin había sido a las cinco de la mañana, tome el desayuno a las seis, termine a las seis y media, como todos los días. Apegándome al cronograma, justo a las siete deberíamos estar en la oficina, a las nueve tendríamos que archivar nuevos expedientes y terminaríamos por lo menos hasta el medio día.

Era agobiante, pero entendía que el orden y la rutina, iban de la mano con la disciplina.

Aunque eso no parecía importarle a Silvestre, al menos no este día.

«¿Que habría allá dentro?»

...

«¿Y que tan interesante sería?, como para interrumpir su divertido trabajo de oficina»

...

-¡Carrie! -grito una voz chillona a mis espaldas

Di un brinco y escuché su estruendosa risa, ahí estaba, la siempre sonriente Barbie esperándome con dos refrescos en las manos.

-¡Gracias! -agradezco sintiendo el subidón de energía de la azúcar

Esa era la mejor coca de mi vida. Había estado tan enfocada en mantenerme en forma, que casi olvidó el delicioso y reconfortante sabor de la azúcar.

-¿Qué haces por aquí?

-Lo mismo digo chica, ¿A quien esperas?

-A...

-Al Sargento dices -interrumpe Bárbara consiguiendo que me atragante con la bebida

-¡¿Qué?! No, no, para nada, no he vuelto a ver al Sargento Vansua desde que regrese.

-Porque no has querido, porque estos ojos lo vieron salir de su oficina.

-Ah, me alegra que así sea, pero ya te dije que no es lo que piensas.

Barbie alza una ceja y se cruza de brazos, con una sonrisa maliciosa en el rostro.

-¿Enserio, Carrie? ¿No estás muriendo de amor por el Sargento Vansua?

-No, estoy bien, gracias por preguntar. -respondo con una sonrisa forzada

Barbara se ríe y me da un golpecito con el hombro.

-Bien, si tú lo dices.. -taradeo Bárbara con picardia- pero es muy contradictorio lo que dices en cartas con lo que dices en persona.

-¡Ah! no hables de las cartas

-¿Y porqué no? Además creo que el Sargento Vansua es el único hombre que no nota como lo miras.

-¡No sé de que me hablas!

Grito tapandome la cara, esas cartas....

-Son...

-¡Vergonzosas!

-¡Hey! Iba a decir lindas, tienes alma de poeta, todo era tan... Romántico.

-Ya, no digas nada, ese fue un momento débil.

-Un buen momento débil.

-¡Bárbara!

-Ya, está bien, me callo, pero sus "ojos te seguirán pareciendo más brillantes que la luna"

Ladeó la cabeza, maldiciendo lo que sea que se me haya ocurrido para escribir eso.

-No sé en qué pensaba.

-En que te gusta.

-No, no me gusta, es solo... Qué es diferente a lo que esperaba, es mucho más agradable cuando no nos encontramos aquí.

-Hmm, supongo, la verdad es que eso no lo sé, yo solo conozco al mismo gruñón que todos cadetes temen.

-Si, es así, ¿ya podemos dejar de hablar de él?

-¡Ay vamos! No te pongas así, somos amigas, y que haría una buena amiga, sino molestarte con la persona que te gusta.

-¡Qué, no me gusta!

-Si, si, está bien, te creo. -dijo con seriedad para luego estallar en carcajadas- en realidad, no, no te creo ni un poquito, pero olvidaré el tema por ti.

-Gracias, eres muy considerada. -bufo forzando una sonrisa, no puedo imaginar la suerte que tengo, por lo menos nadie importante escucho los gritos de Barbie

-¿Interrumpo algo? -dijo la inconfundible voz de mi jefe a mis espaldas

En menos de un segundo pude sentir el calor subir a mis mejillas, giro lentamente la mirada, solo para encontrarme a Silvestre, apoyado en el marco de la puerta «¿Cuánto tiempo tenía ahí? Y lo más importante «¿Nos había escuchado?»

«Ahora si, tragarme tierra»

Y escupeme en el otro lado del mundo, lejos, muy lejos de las cursilerías que escribió la «novata soñadora», esas mentiras blancas que me ayudaron a conseguir que Bárbara me entregara la dirección del Sargento.

Estoy tan arrepentida, aunque también es cierto, que a pesar de todo fue un plan con maña. Rick si llego a llamar mi atención ese día, no el Sargento Vansua, solo Rick.

«El chico educado que va de compras con su tia»

...

«Él que hizo lo que estaba en sus manos para ayudarme»

...

Suspiro, ya demasiado avergonzada, solo niego tímidamente con la cabeza.

Barbie aprieta la lata de refresco con nerviosismo antes de decidirse a hablar.

-No, para nada, no hablamos de nada importante, solo cosas de chicas, ¿Verdad Carrie?

-Si, eso mismo.

-Eso veo -respondio con seriedad

Barbie me mira y ladea la cabeza, indicándome que se va.

-Bueno, ya llego el capitán, así que los dejo.

Finalizo Bárbara haciendo una pequeña reverencia a Silvestre antes de continuar con su camino.

-Gracias, Barbie. ¿Nos vemos después?

-Pero claro -dijo dándose la vuelta, sin detenerse- mañana te espero para ponernos al corriente.

-Hasta luego -dijo mientras Barbie desaparece de mi vista

Hablar con Bárbara había sido divertido, me había ayudado a relajarme de todo el estrés acumulado, pero era momento de regresar a la realidad

Silvestre parecía tener algo importante para decirme.

Se ve cansado, con los ojos caídos y un extraño temblor de manos, luce como si hubiera terminado con toda la cafeína del cuartel, aunque sus ojos siguen igual de brillantes, brillantes y filosos.

-¿Qué te trae aquí, Jones? Esta no es la cafetería para estar gritando.

-Si, lo se, no intentaba eso, es que te estaba esperando para regresar al trabajo, como dice el cronograma.

La mirada de Silvestre se relaja por un momento.

-Perdon Jones, lo olvide por completo, la oficina... Ya te has atrasado.

-Lo olvidaste, bueno, supongo que estás ocupado.

-Me encantaría decir lo contrario, pero si, hay demasiadas cosas consumiendome al mismo tiempo.

-¿Tendrás una noche larga? -me adelanto a preguntar

Él asienta y parpadea con lentitud.

-Tendremos Jones, tendremos. -corrige con cierta pesadez

-¿Tendremos? -repito

-Si, eso dije -asiente- parece que tus plegarias han sido escuchadas desde el archivero.

-¿A qué te refieres? ¿Es algo bueno?

-Muy bueno, Jones, tenemos una misión para ti.

«¡Mi Primera misión!»

Esas son las palabras más esperadas en el momento menos oportuno.

Por un lado queria estallar de la felicidad, estar en una misión, eso me ayudaría a conocer más sobre la SSMH y a involucrarme en sus modos, y por el otro, era muy malo, porque eso me alejaría de la oficina, especialmente, de los archivos clasificados, tendría que dejar en pausa la investigación del Dr. Phil.

A pesar de eso, no pude ocultar la sonrisa que seguramente ya tenía en el rostro «¡Esas son buenas noticias!» y estaba muy feliz de escucharlas.

-¿Y bien? -dijo con una sonrisa- Lista para la acción, Jones.

Lo miro y asiento enérgicamente con la cabeza.

-¡Muy lista! Nunca pensé que dijeras eso.

-Me dueles, ojalá dijeras lo mismo cuando vamos a la oficina.

-Tiene su encanto, pero esto es muchísimo más emocionante.

Rio un poco, como si mi emoción se le hubiera contagiado.

-Eso espero Jones, porque ya tenemos que irnos.

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Alucard
ay me cautivó, hay más cap?
Fanysparkle: muchísimas gracias, pronto habrá más 🫶🏻✨💖
total 1 replies
Coralfanartkpopoaf
No puedo esperar para ver qué más tienes guardado en esa increíble mente tuya, ¡escribe más pronto! 😜
Fanysparkle: Gracias✨✨✨
total 1 replies
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