La historia sigue a dos jóvenes los cuales están a punto de escribir su historia la cual se verá envuelta entre el deseo, la pasión y una peligrosa atracción la cual los pondrá al borde de un irresistible error lo cual todo será más que: PROHIBIDO.
NovelToon tiene autorización de Smiling_2.0_ para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
22. ESTABILIDAD EMOCIONAL EN JUEGO
[Ilik]
DÍAS DESPUÉS DEL FLASBACK.
___ ¿Qué?.- le digo a Kenji cuando abordo su Audi último modelo. Me mira curioso como si quisiera decir una tontería y al mismo tiempo no.
Kenji: Que todavía no supero que la última vez que vine a buscarte te saltaste la reja de la residencia.- sonríe divertido. Vale, era una tontería. Por dios es Kenji Harrison.
___ Superalo Verner.- le sonrío con malicia. Rápidamente se le borra la sonrisa cuando le he mencionado el apellido de su novia.
Kenji: Que pesado.- vuelca los ojos. Pone el coche en marcha alejándonos, vamos al gym esa mañana. Ha pasado por mi.
En cuanto llegamos saludamos a Harold que va saliendo con un grupo de chicas y chicos. Nos saluda algo distante ya que después de besar a Jennifer él y yo nos distanciamos.
Kenji: ¿Ignorarla es lo mejor que se te pudo ocurrir?.- se abre paso para subirse a la corredora.
___ ¿Tenías algo en mente? De ser así me lo hubieras dicho.
Kenji: No, pero creo que eso de ignorarla...
___ Es lo mejor. Espero que no me vengas con tus lecciones novatas.
Kenji: Este novato sabe más que tú.
___ Quisieras.
Kenji: ¿Si, no? Al menos yo no me tiré a medio instituto cuando tenía quince años.- rebate con desafío.
___ Porque entonces te hubieran castrado. ¿Y eso qué tiene que ver?.- hundo el cejo.
Kenji: ¿Quieres parar?
___ Ya.- curvo una sonrisa.___ Pero aún recuerdo tú "eso me decían las chicas cuándo..."- me callo cuando este suelta una carcajada.
Kenji: ¿Ya? ¿En serio? No me cuentes esas mierdas.
___ ¿Y qué pasa? Son tuyas, te acabo de refrescar la memoria.
Kenji: ¿No decías tú lo mismo?
___ Tiempo pasado.- hice un gesto molesto.
Kenji: Tienes un pasado un tanto oscuro amigo.
___ No lo considero oscuro Kenji, no soy un psicópata o un asesino en serie.
Kenji: Se asemeja a eso.
___ Es muy lejano a eso.- aclaro, dejo las pesas en su lugar yendo a la máquina de piernas.
Kenji: Pero si te habéis tirado a medio instituto. Qué orgullo¿no?
___ Es una tontería.
Kenji: Pero...
___ Es normal. ¿Quién no hace eso?
Kenji: Yo.- comenta en seco.
___ Oh si, claro, lo había olvidado. Pero no salías con Sasha en ese año.
Kenji: No.
___ ¿Y qué?
Kenji: Tú y Rhett llevaban la racha.- comenta algo desanimado.
___ ¿Ese qué?.- se me tensa la mandíbula de solo escuchar su nombre.
Kenji: También se tiró a medio instituto¿Se te olvidaba? Quería todo lo que tú tenías.
___ Y lo logró.- digo con simpleza. Por qué la verdad no me importa.
Kenji: ¿Haz pensado en que se puede acercar a Jennifer?
___ Entonces si me va a conocer.- se me tensan los músculos y la mandíbula de solo pensarlo. Soy capaz de matarlo. Porque yo lo conozco lo suficiente y me sé sus trucos, sus juegos sucios.
Kenji: Bueno es hipotético.- parece pensar.
___ Ni siquiera quiero que sea hipotético.- dejo en claro.
Kenji: Eres un celoso.- dice con sarcasmo. Y no está muy lejos de la verdad.
___ No es eso...es solo...
Kenji: Cuándo seas sincero en tus respuestas entonces no te cuestionaré en lo absoluto.
___ Vale, que bien me conoces.- me tomo un descanso sentándome por ahí.
Kenji: ¿No te ves muy sexy así sudado?.- encaja una ceja.
___ No empieces.- le advierto, sé por dónde va. Le encanta fastidiarme con sus cosas.
Kenji: ¿Qué? ¿No tengo razón?
___ Que te jodan.- vuelco los ojos.
Kenji: En otra vida yo lo hubiera escogido a usted señor Cash.- dice en un tono ridículo que ya conozco muy bien.
___ Cierra la boca. Eres tan...¿Enfermo?.- digo con molestia.
Kenji: Soy fácil de excitar.- curva una perfecta sonrisa afilada. Una juguetona.
___ Ya lo veo.Te conozco tan bien que si a un palo de escoba le colocan una peluca hasta de eso eres capaz de excitarte.- vuelco los ojos.
Kenji: Depende de qué color sea la peluca.- tuerce una sonrisa ladina.
___ ¿Tienes excepciones? ¿Fetiches?.- hundo el cejo. Y luego encajo una ceja.
Kenji: Supongo.- se encoge de hombros sutilmente.
___ Eres un enfermo sexual.
Kenji: Me conoces Ilik, sabes que ese es mi mantra.- lo dice en un tono triunfante y orgulloso de si mismo, no me sorprende.
___ Pareces orgulloso. No me sorprende.
Kenji: Ese es mi chico.- suelta una risilla quisquillosa.
___ No me llames así.- me hastía cuando se las apaña para fastidiarme.
Kenji: Claro que si.- sonríe.
___ Que bueno que fui hombre.
Kenji: Imagínate si no.- suelta una risilla perversa.
___ Dejemos el tema.- me incorporo soltando mi cuerpo con pequeños movimientos listo para volver a la máquina de ejercicio para piernas.
Kenji: Bien, a centrarnos en lo más importante.
___ ¿Sí? ¿Qué?
Kenji: ¿Hasta cuándo vas a seguir ignorándola?
___ No sé cuánto dure.
Kenji: Con razón últimamente paras en la calle.
___ Prefiero eso.
Kenji: No es lo que tú quieres Ilik, te obligas a ti mismo a hacerlo.
___ Es lo que considero mejor.
Kenji: Tú estado mental si, obligatoriamente, pero tú estado psicológico y emocional no.
___ Jennifer está viviendo en mi casa Kenji, está en todos lados.- suspiro algo frustrado e inquieto.
Kenji: ¿Y quieres que se vaya entonces?.- Kenji estudia mis gestos.
Me quedo en absoluto silencio pensando en si querría eso. Aunque claramente algo dentro de mi grita que no, de hecho yo mismo soy capaz de responder sin siquiera pensarlo.
___ No.- me mantengo firme ante mi respuesta.
Kenji: ¿Has pensado en si ella decidiera volver...?
___ No, y no quiero pensar en ello. No sé qué haría, no sé cómo reaccionaría si lo hace. No sabría cómo actuar en ese momento.- mi corazón se acelera ante el pensamiento. Sacudo mi cabeza liberando cualquier tipo de imaginación irrelevante, porque eso no puede pasar, no tiene que pasar así que simplemente lo dejo atrás.___ No quiero que se vaya, pero tampoco sabes cómo me siento cada que la veo. Cuando está en la sala, en el jardín o ya sea en la biblioteca que está en casa.- sueno algo desesperado. El solo hecho de seguir haciendo esto me está matando, necesito hacer algo. ¿Pero qué?
Kenji: Por lo visto no te la pone fácil.
___ Es más difícil de lo que pensé.
Kenji: Te dije que se lo dijeras, pero ahí vas de necio.
___ ¿Puedes creer esto?.- le muestro el termo vacío que agarré de la alacena ya que la vi hablando por teléfono en el jardín delantero. Me dió la impresión de que en cualquier momento estaría dentro y me cruzaría con ella por lo que decidí salir por la puerta trasera sin vertir agua en el termo.
Kenji: ¿Qué?.- hunde sus espesas cejas sin saber que decir. No entiende.
___ Estaba en el jardín delantero, me dió la impresión de que en cualquier momento entraría y me cruzaría con ella así que salí casi corriendo por la puerta trasera.
Kenji: ¿Pero qué...?.- suelta una carcajada estruendosa el muy maldito.
___ ¿Quieres dejar de reír así?.- hundo el cejo algo disgustado.
Kenji: No puedo.- sigue muriéndose de la risa.___ ¿Pero qué tienes? ¿Doce años?.- se echa a reír escandalosamente. Me irrita un poco que sea tan obvio, tenemos los ojos encima de medio gimnasio en ese momento. Disimuladamente le doy un codazo para que se calle cuando me he acercado a él.
Esto no lo inmuta en lo absoluto ya que se aleja a carcajadas rodeando la máquina de hacer piernas. Mi mirada lo quema una vez que se tapa la boca ya que el muy estúpido sigue riéndose.
Kenji: Ya.- suspira tomando aire y reprimiendo sus carcajadas.___ ¿Es en serio?.- se está aguantando la risa. Cómo detesto que haga eso.
___ Kenji.- le advierto.
Kenji: No, vale, ¿Pero en qué momento has vuelto a tener doce años tío? Esto está de infarto. Primero te saltas la reja de tu residencia para huir de tus sentimientos al menos por esa noche, segundo te sales con el termo sin agua con tal de no cruzarte con ella ya que viven en la misma casa ¿Qué sigue señor Cash?.- suelta una risilla quisquillosa.
___ Voy a matarte.- le digo entre dientes apretados.
Kenji: Sabes que no.- curva una sonrisa confiado de si mismo. Voy a abrir la boca para decir algo más pero entonces sus labios curvan una perfecta sonrisa afilada cargada de diversión. Entonces deduzco que lo que sea que vaya a decir será una tontería. Lo conozco lo suficiente, esa sonrisa juguetona se extiende afiladamente antes de soltarlo.___ ¿Me regalas agua?.- suelta. Suspiro aguardando la calma mientras mi mano se posa entre mis ojos y mi frente. Bien, os dije, iba a decir una tontería.
FIN DE LOS FLASBACKS.
EN EL PRESENTE.
Me froto la cara con mis manos, siento un nudo terrible en la garganta.
Son muchas cosas en las que pienso en ese momento.
La principal causa de ello es que no debí irme así aquel día, no debí salir corriendo de tal manera.
Me acerco al borde de la cama y me siento de golpe mientras mis manos frotan mi cara una y otra vez.
Que esto sea una pesadilla.
Suspiro y regreso bajando las escaleras, me siento terrible, necesito algo para calmar mi ansiedad por lo que me meto al despacho de mi padre para buscar un trago, no soy de beber, pero cuando realmente lo necesito, lo necesito y me basta con uno. Pero no, esta vez no es así, me llevo más de uno y cuando voy por el tercero decido volver, esto no se soluciona así. Regreso a su habitación. Necesito algo, necesito estar cerca de ella. Y que mejor que su habitación donde todas estas semanas de ha quedado a dormir. Dónde posiblemente hasta ha soñado conmigo, bueno, creo que exagero en esa parte.
No sé en qué momento me recuesto sacándome los zapatos quedando descalzo ya que ni tiempo de acompañarme el calzado. Suelto un suspiro agobiante cargado de frustración y remordimiento por mis acciones. Estos días han sido difíciles para mi, no he dormido bien, de hecho recuerdo dormir una o dos horas cada dos días, tengo su contacto, ni siquiera me he atrevido a mandarle un mensaje, muy mal de mi parte. Cierro mis ojos con fuerzas, llegué demasiado tarde, esas palabras se clavan en mi una y otra vez.
Quiero abrir mis ojos y verla entrar por esa puerta. Quiero que sus ojos se claven en los míos, no me importa si en ellos refleja su molestia por lo que hice. Lo único que necesito es que esté aquí...
Mis ojos se cierran por un momento, su exquisito aroma a vainilla en sus sábanas me inundan las fosas nasales y hasta en ese punto entro en un estado de dopación ya que me relajo a pesar de tener tantas emociones atascadas dentro de mi.
Y entonces todo se vuelve oscuro.
Siento que apenas me dormí cuando el sonido de la puerta hace que sobresalte en la cama incorporándome rápidamente como si me hubieran presionado un botón en mi sistema.
Y entonces ahí está ella.
Sus ojos se clavan en los míos, no sé qué hora es pero trae su mini pijama y su cabello suelto, sus labios se abren en cuanto me recorren de pies a cabeza.
Es imposible...
Estoy soñando...
Mis ojos se distorsionan un poco y mis cejas hacen lo mismo.
-¿Ilik...?.- musita desde esa poca distancia. Ella también parece estar asombrada por mi presencia.
Supongo que no se lo esperaba.
Por inercia. Cómo si mis pies tuvieran vida propia se mueven a pasos lentos, cortos, la vida pasa en cámara lenta a medida que me acerco a ella.
Quedamos frente a frente sin dejar de sostenernos las miradas.
Mis ojos bajan a sus labios, paso saliva, no me creo que esté aquí. Qué no se haya ido, mi estómago revolotea horriblemente, ¿Qué es esto? ¿Qué es lo que ella tiene o hace para que me pase esto? No tiene nombre. Es tan descarado que no me creo sentir ese maldito revoloteo dentro de mi.
Mis manos la acercan a mi dejándola de narices contra mi pecho. Ella no dice nada, es más, ni siquiera se mueve, simplemente se queda allí hasta que pasa un minuto donde la alejo y mis manos descienden a su rostro. Lo acuno en mis manos, necesito tener un pequeño contacto físico con ella, eso me ayuda o empeora no lo sé, ella arrastra su mirada hacia mis labios los cuales están temblorosos. Y en un arrebato de necesidad cierro el espacio que había entre nosotros uniendo mis labios con los suyos. Jennifer reacciona al instante llevándome el ritmo lo cual hace que mi corazón dé un vuelco tras otro. Mi cuerpo entero siente un alivio cuando siento sus labios moverme a mi ritmo,no sé cuánto dura, solo sé que en cuanto yo me separo de ella mis labios arden.
Y entonces todo se desvanece al instante en el cual Jennifer impacta una de sus manos a palma abierta en mi mejilla.
Vale, me ha abofeteado ¿Pero qué esperaba yo? ¿Una reacción distinta? No, todo era muy lejano a ello.
Y me lo merecía, joder, me lo merecía. Lo tenía demasiado claro, era demasiado consciente en qué lo merecía sin siquiera discutirlo.
Haberme comportado como un cabrón con ella traía consecuencias y eran estas. Su rechazo, su enojo, su indiferencia.
Pero ya estaba allí, había vuelto.
En cuanto había visto el mensaje de Sasha diciendo que ella se iría de vuelta a su ciudad, entonces solo me vi a mi mismo tambaleándome a grandes zancadas hasta el estacionamiento y sin decir una palabra de que me iría detrás de ella.
Solo yo sabía la desesperación y la impotencia que me abarcaba en ese momento.
Solo éramos la desesperación y yo en uno.
Hay partes que ni siquiera recuerdo, solo me vi a mi mismo lleno de desesperación y frustración por mi actitud. Manejando hasta casa. Porque solo se trataba de eso. Volver, detenerla, pedirle perdón. Hincarme si era necesario, porque ya estaba muy claro, yo la quería, la necesitaba y sin ella volvería a mi vida donde no había colores, no había nada, todo estaba en paz, muerto, pero ahora ella era mi desorden y me encantaba este desorden. Quería a ese desorden que apareció para poner mi mundo de cabeza y mi estabilidad emocional en juego.
Silencio.
No digo nada.
Simplemente me limito a clavar mis ojos en el suelo.
Siento la mirada de Jennifer sobre, el peso de ella es tanto que me es imposible mirarla tan siquiera.
-¿No vas a decir nada?.- su aguda voz hace que mi cuerpo entero se tense.
Me mantengo callado, aún con mis ojos clavados en el suelo.
Y así por unos segundos continuos.
-Bien.- escucho como traga grueso. La atmósfera está tan pesada que la tensión es casi palpable, se puede cortar fácilmente con el filo de una navaja.___ Entonces sal de mi habitación.- me ordena. Su voz sale aguda, tan afilada como una daga que siento que está rebuscando fuerzas para no derrumbarse.
Incluso me siento más mierda de mi que ya soy por todo esto.
Pero simplemente no sé qué decir.
Es como si mi valentía se hubiera ido al caño en un abrir y cerrar de ojos.
Lo único que se me ocurre es dar un paso hacia ella y volver a sentirla contra mi pecho pero ella retrocede en cuanto ve mi intención. No me atrevo a mirarla a los ojos.
-No te me acerques.- demanda ella en un tono rabioso. Siento el peso de la rabia y la tristeza en sus palabras.
Demasiado tarde, es cuando por fin me armo de valor para mirarla.
Doy un paso más clavando mis ojos en los suyos.
Sus ojos ya hacen cristalizados, va a llorar en cualquier momento.
Por mi, por mi culpa.
Yo le hago esto, yo la estoy lastimando.
Era lo que menos quería, no era mi intención atormentarla.
___ Jen, escúchame...
-¡No quiero escucharte!
___ Tienes que hacerlo. Tengo que explicarte... Y no me iré sin darte una explicación.
-¡No necesito una explicación!
___ La vas a escuchar de todos modos.- mi cuerpo se queda rígido en cuanto una lágrima desciende por su mejilla.___ Por favor no hagas esto.- soy capaz de llevar mi mano hacia ella con la intención de sacarle la lágrima pero ella me detiene en el proceso apartándome en un mohín de rechazo.
Mi corazón siente que se encoge ante dicha acción.
Mi mano se queda estática en el aire. Ella solo me observa con esos ojos chispeantes llenos de decepción, enojo e indiferencia.
-Quiero que te vayas.- me dice con firmeza aunque no se escuche como tal.¿Pero qué es eso qué siento en sus palabras? ¿No está completamente segura de ello? ¿De lo que acaba de decir? ¿Por qué siento que no lo dice con sinceridad y firmeza?
___ ¿Quieres qué me vaya? ¿En realidad quieres eso? Porque yo no te veo tan segura de eso.
-No estés tan seguro de leerme.
___ Oh pues te leo Jennifer, te leo. Soy lo suficiente confiado como para afirmarlo. Y también soy consciente de que no quieres que me vaya ¿O si? ¿Me equivoco acaso? Pero quiero escucharlo de ti. Así que vuelvo a preguntarte, mírame a los ojos Jennifer, dime qué me vaya. Quiero oírlo de ti, Jen.
Trago grueso. El silencio sepulcral es demasiado incómodo, siento la habitación demasiado pequeña, la pesadez del aire es demasiado para ambos.
___ ¿No me dejarás darte una explicación por lo que hice?.- trago grueso. La desesperación comienza una vez más cuando veo que ella se mantiene firme ante lo que quiere.
Quiere que me vaya.
Espero estar equivocado, quiero convencerme de ello.
-No, no quiero.
___ Jen...
-No quiero escucharte.- retrocede, casi llegando a la puerta la cual está entre abierta.
___ Sabes que si.- doy un paso más. Una vez más el olor que emana su cuerpo me marea de una manera inexplicable y a la vez encantadora.
-Basta Ilik, sal de mi habitación.- me ordena. Doy un paso más hacia ella pero me detiene colocando mi mano en el pecho, su toque me quema a pesar de estar sobre la tela de mi camiseta.
___ ¿Eso quieres Jennifer?.- mi voz se vuelve aguda, incluso he vuelto a pronunciar su nombre en aquel tono que parecía hipnotizarla.
Mi ancha mano se abre ante su frágil muñeca para apartarla pero ella hace un esfuerzo en resistir. Y siento que mis manos están tan cálidas que ella arrastra su mirada clavando sus ojos en el agarre.
De pronto la lleva hasta donde late mi corazón, esto desata un revoloteo dentro de mi cuando mi corazón comienza a bombear más fuerte que antes.
El efecto que tiene en mi es impresionante.
Ella parece reaccionar ante lo que está haciendo así que quita su mano y se cruza de brazos muy nerviosa.
Así que es hora de cambiar la jugada.
Coloco una de mis manos cerca del marco de la puerta y la cierro. Ella da un brinco quedando más nerviosa que antes.
La otra mano la subo por encima de su hombro para llegar hasta la puerta dejándola arrinconada contra esta.
___ Ahora dímelo Jennifer, dime qué quieres que me vaya.
Su mirada se clava en mis labios.
-Ilik...- masculla temerosa.
Siento su respiración cortarse.
___ Estoy esperando a que me lo digas y me iré.- me muerdo el labio inferior mojándolo inconscientemente.
Y ella lo ha visto, pasa saliva.
Hasta siento como su cuerpo se ha tensado ante dicha acción por mi parte.
___ No escucho Jennifer. ¿Quieres que me vaya?.- entorno mis ojos en ella. Levemente siento que asiente sin articular una sola palabra.___ ¿Quieres qué te deje en paz? ¿Qué salga de tu habitación? Solo tienes que decírmelo.
Ella parece arrastrar su mirada hasta el suelo junto con su cara, no pasa un segundo cuándo una de mis manos va hacia su mentón obligándola a mirarme a los ojos.
___ Necesito que me lo digas, mirándome a los ojos. Entonces me iré Jennifer, no te molestaré más.- ella me sostiene la mirada.
Un minuto después ella me aparta la mano y me empuja embravecida y rompiendo en llanto.
Comprendo que está molesta y sentida por no saber manejar la situación.
Estando a un paso de ella solo puedo observarla, me da unos golpes pequeños en el pecho antes de clavar su cara en mi pecho, siento su respiración sobre mi cuerpo.
Y finalmente me abraza.
Se aleja a menos de un paso y clava sus ojos en los míos.
Pero ya no es enojo lo que veo en ellos. Es otra cosa...
Y entonces niega con los ojos llorosos como si yo acabara de decirle algo que no creyera.
Se va encima de mi cerrando el espacio que había entre ella y yo impulsándose para alcanzar mis labios, sus manos suben hasta mi nunca rodeándome por completo.
El mundo se paraliza a mi alrededor.
Mis manos la impulsan para dejarla con sus piernas rodeadas a la altura de mi cintura.
Nos besamos como si no hubiera un mañana.
Y es como si el alma me volviera al cuerpo.
Ella se separa de mis labios para mirarme un segundo a los ojos. Sus ojos se encuentran con los míos pero ella rompe el contacto visual hundiendo su cara en mi cuello. Le acaricio la espalda para calmarla ya que aún siento sollozos por su parte.
Y así estamos por unos segundos continuos hasta que ella me deja un sutil beso en los labios antes de bajarse de mi. Quedamos uno al frente del otro ella lleva una de sus manos a mis mejillas y seguido de esto me preparo para decir algo más pero en cuanto mis labios se entreabren para decirlo ella posa su dedo índice sobre ellos ordenándome a qué me calle.
¿Y quién soy yo para desobedecer?
-No digas nada.
___ Pero...- ronroneo tan bajito sobre su dedo en mis labios.
-Solo abrázame.- me pide.
Y ahí en medio de la densa oscuridad ella se aferra a mi. Y yo a ella.
La noción del tiempo se pierde en ese pequeño espacio con poca luz.